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enero 2019

YO TE NOMBRO PÁJARO Y OTROS POEMAS. Yosie Crespo

YO TE NOMBRO PÁJARO aquietado y diminuto

como en las cintas imaginarias de Sherman

en los registros evidentes de cualquier guía turística

y en los templos

como a un hijo que regresa de la guerra perturbado

y hundido en el goteo de la hora en que se vuelve

yo te nombro

desde el futuro para que existas

y también desde la tarde en el silencio

y entre las letras de tu nombre

y desde la propia vida

y desde la decisión última

y en la realidad de esa fantasía tirana

que me obliga desde siempre

y abajo con la neblina de la noche

y desde otro tiempo para nombrar tu tiempo

y sobre esa otra puerta que el tiempo dispone

yo te nombro

no sea que te conviertas en un mal irreparable

donde todo lo nocturno te pertenece

salvo en las aproximaciones al amor

y en los caminos minados de la conquista

ajeno de las sombras y de los recuerdos

en los portales y en las alamedas

yo te nombro y te miro con rigor

frente a un mundo de desiertos lleno

donde el resto de los pájaros lleva al unísono

tu nombre

lo llevo como quien entra desorientado en algún sitio

que es a la vez misterioso y conocido

te pareces a todo lo que vive

y a todo lo que tal vez sea mito en mi mente

qué puedes hacer sino atormentarme

si por todas partes sales imprevisto

así que me adhiero a tu mano de ala abierta

de caudal que avanza sin saber

qué puertos qué ecos aún no escucho

o si podía existir una mañana de sol

es decir, una palabra

es decir, polvo de alguna ventana

si acaso hay ventanas

aún no sé en qué otras estaciones

alguien nos ve cruzar

y si te encuentro

aunque por otros caminos vayas.

 

 

SECOS LOS HIGOS

 

Se habían secado los higos

y era esa pólvora de caracol que era un oído

y era ese dulce arder de la boca

donde se habían secado los higos

de mi pequeño mundo

de un soplo efímero

sin hacerme morir

para aliviarme de la furia

del país de la casa del barrio del hombre de una mujer

y del pájaro que se llevó al país

con la rapidez de una sombra ciega

y uno crece

y ciertamente

no es un pájaro no es una luz

no es una lista interminable lo que llena la hoja

es un código es una vida son símbolos de sangre

a cambio de la muerte

es un vaso rebosante de olvido

es un sueño de esfinge de mujeres umbrías

es un llanto que cae sobre las hojas de los árboles

más viejos

yo pude haberlo entendido

pude haber roto con el aroma de lo que nunca había sido

qué es el tiempo sino una línea inflamándose de luz sobre un espejo

ese dramático rumor de los cuerpos en la dársena

ese impulso de lo que oímos a los lejos

no era más que el susurro de un pájaro perdido

-nos unía-  en ese intento de fuga

en esa impaciencia de arrancar hacia dentro

lo que pende implícito y de repente me mira

y quise escapar de la mirada

pero ya se habían secado los higos

y adentro también el poema soterrado

desgarrando de la tierra sus raíces.

 

  

YA NO

 

Ya no muerde tu nombre tan hermoso.

 

no se ajusta a los polos tu ausencia

hace tiempo la memoria de aquel río

que va pasando siempre

te mata poco a poco

 

y ya no naces en el indicio de la piedra

y no hay rastros de serpientes esbozadas

de una tarde

 

ahora que las hojas de los árboles se curvan

hacia el sur

ya no alcanzas los caminos para verte

andar por nuevas calles

y ya no me espanta tu doble

en la mesa ni en la hoja de un lirio que está rota

ni en los trazos que van por dentro

ni ya habitas en las sombras

 

ya no aconteces del modo en que un recuerdo

ni se habla de puertas de aceras infranqueables

de lo que somos o no somos

y de otra vez decir adiós

 

y ahora que ya no cabe más la noche

ya no aceleras la flor

y no anticipan las luces más bajas de la tristeza

y ya no muerde

tu nombre

 

ya no.

 

 

YO PISARÉ FUERTE POR LA VIDA

 

En los magníficos siglos futuros

el hombre se convierte en un número que anda

y en palabras llenas de ruidos que aniquilan el mañana

yo desesperada, busco

en este filo el trayecto de la bala

que entra y sale veloz

abandonada, ella, sola y abandonada

yo no elegí estas rejas

no elegí el cansancio cósmico que nos persigue

ni esta luz que se apaga

ni el presente ni la trampa

ni las hachas del tiempo que aparecen

sin más de la nada

yo desesperada, busco

nuevas dimensiones que se abran

ocultas para otros ojos

los senderos por los que vine

de frente al miedo

caminando despacio pero fuerte

y escribiendo en el cenit la utopía

y habrá tinieblas

incluso en la sonrisa del ventrílocuo

incluso en la luz de las antorchas

incluso en las palabras que perfilo

 

pero yo pisaré fuerte por la vida

los hombres no matarán al cordero.

 

 

© All rights reserved Yosie Crespo

 

Yosie Crespo (Cuba/EEUU, 1979).  Nació en Cuba, es una poeta y narradora que piensa en inglés y escribe en español, textos en los cuales se encuentran las culturas cubana y anglosajona en un terreno que nunca es neutral. Se interesa por la relación dentro del poema de aquellos elementos que hacen hablar a un yo distinto del escritor que asume el texto.

Con Solárium obtuvo en 2011 el Primer Premio “Nuevos Valores de la Poesía Hispana” convocado por las Ediciones Baquiana y el CCE (Centro Cultural Español) de Miami, Estados Unidos. Ese propio año recibió Primer Premio del IV Concurso Juvenil de Poesía Federico García Lorca y fue Premio Internacional en la categoría de Cuento Corto en la Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina. Otro de sus poemarios Como si fueran grullas fugitivas resultó finalista del Premio Paz de Poesía 2016, convocado por National Poetry Series, en Nueva York.

Tiene publicados tres libros de poesía: Solárium (2011), La ruta del pájaro sobre mi cabeza (Ediciones Torremozas, España, 2013) y Caravana (Editorial Letras Cubanas, Cuba 2018 y El Quirófano Ediciones, Ecuador 2015). Reside en Miami desde los diez años.

Para leer su poesía visitar:http://yosiecrespo.blogspot.com

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