Un registro gestual a través de la música y sus sensaciones, plasmado en medios materiales y digitales a través de la experimentación, una exploración de soportes y vehículos de expresión.
Tuve que interrumpir la música para poder escribir y preguntarme – ¿que me hace sentir Viva?
La propuesta presenta todos aquellas expresiones que dentro de lo abstracto de la creación, plasman los sentimientos a través de un juego de formas y color, en donde la textura constituye un elemento importante de los mismos y su gestualidad conforman el movimiento de mi ser y de mi mente.
La sensación de estar y sentirse vivo encuentra sus puntos de partida en experiencias, aprendizajes, aficiones y los que traducidos a la sensación representan una libertad de expresión que rompiendo las fronteras de lo tradicional ofrecen un derroche de figuras y colores.
Por medio de nuestros sentidos exploramos y experimentamos nuestro entorno, desde pequeños los sentidos nos acompañan en el aprendizaje así como conocimiento. Saborear, observar, respirar, trabajar, tocar, recordar, escuchar son pequeñas acciones, quizás monótonas o insignificantes que se pierden en el diario y su costumbre la traducen a una presencia efímera pero que juntas hacen una diferencia (la vida).
VIVO conforma una serie de acciones pequeñas que diariamente colaboran para una gran diferencia, una obra de expresión, sensación y apreciación, un arte. Una expresión y carga que no lo entendí sino luego de alejarme, observarlo, un proceso de entendimiento hasta lograr el plasmarlo.
¿Cual es la importancia y simbología de esta pieza? Las obras de arte siempre tienen un significado que descifrar, un mensaje que se vuelve propio en el contexto del observador y encuentran un sentido sensorial sin estructuras formales de entendimiento, descubrir que despierta esa pasión, en mi caso particular, la música.
Prendo la música nuevamente y pienso… me toco el rostro… siento y me expreso, vuelvo a pintar.
Ana Liska
Ana Liska nació en la ciudad de Guatemala en 1974. Inicia su carrera artística en 1992 en donde define su estilo y se inspira en la música que escucha. Estudió y continuó su formación artística en distintas ciudades de Europa y Estados Unidos, entre ellas Viena, Berna, Múnich y Baltimore.
Desde 1993 ha compartido sus vivencias y obras con distintos públicos. Sus obras han sido expuestas colectiva e individualmente en establecimientos de arte como Galería Walter Peter, Museo Miraflores, Museo Ixchel, Junkabal, en el Patronato de Santo Domingo de la ciudad de Guatemala y sus obras se encuentran en colecciones privadas en Suiza, Alemania, Dinamarca, Italia, China, y Estados Unidos.