Fotografía Per Cromwell
Hay sujetos que lo son, no sólo porque el verbo esté a su lado dibujado, sino porque son parte del ejercicio de vivir en un jardín que todos compartimos. Incitan a este mundo a la búsqueda de nuevas preguntas, y distintos infinitivos se les adhieren a sus cerebros: remover, intuir, contraer …o traficar.
Sí. Han leído bien.
Hay humanos que trafican con las ideas que surgen en su espacio contiguo. Desde la libertad y el gozo, permiten concebir una simbología propia y compartirla. De una generación concreta a otra, son imprescindibles. Eslabones autónomos y bajo lo plural. Traspasan las rectas que cierran lo común y abren nuevos polígonos de análisis al Vacío.
Hoy quiero hablarles de un delincuente desde el oxímoron; es decir, de una buena persona y conocedor de su oficio malhechor. Que igual deconstruye versos para un fin; como los inventa para un fin; o los antologa para un fin. Y después mata el fin y engendra uno anónimo a partir de la imagen o el sintagma.
De un forajido que recorre telas blancas con el índice para averiguar un noséqué. Fonemas en los micros para escuchar la voz de los versos disimiles para elaborar una nueva obra. Utensilios varios aliados al diseño de una idea en los talleres de sus cófrades afín al goce.
La exposición es un resumen de sus hechos desde el papel, o la piel de vaca que cubre alguno de sus libros con artistas de la talla de Joan Miró, Salvador Dalí, o el escritor Josep Plà como comisario. De su significativo como ideador, por ejemplo de revistas de arte y poesía como Cave Canis, o Tarotquinze que permitió la creación del festival poético “Gespa Price” en 1975. La colaboración entre artista y autor junto al signo editorial Èczema y sus libros de artista. O la supuesta revista que pretendía ser una enciclopedia poética y de arte con portadas de gente bajo el prestigio internacional como Josep Beuys, Antoni Tàpies, Cy Twombly ,John Cage o Sol LeWit, entre otros llamada Artics.
¿Qué pasa si alguien decide cruzar arte, escritura sobre arte y diseño? Pues l’Altaió origina una seria llamada Tràfic d’idees (tráfico de ideas).Y aquí colabora gente y artistas importantes de su misma generación como Frederic Amat o el exquisitamente maquiavélico y humano al mismo tiempo Zush/Evru. Diseñadores como Enric Satué o Claret Serrahima, o literatos como Pere Gimferrer. Título que también da pie a una manera de concebir una nueva profesión que él defiende, a capa y espada como artetraficante o poetraficante de nuevos conceptos.
Pero si a alguien hay que citar que ha sido para el autor un maestro y un constructor de yoes en su día a día, es su relación con el poeta Joan Brossa. Del cual, hoy, él es el director de la fundación que lleva su nombre.
Conclusión: Muy recomendable a todos los creadores visuales o bajo la palabra que vivís al otro lado del Atlántico y queráis entender aquella época, hoy mal llamada de la Transición, y el juego de herencias que provocó la mirada de la contracultura – es un decir – en una ciudad como Barcelona desde el último cuarto del siglo pasado hasta hoy.
Un gestor de lo nuevo como lo fue en KRTU, o dirigiendo el prestigioso espacio de Arts Santa Mónica. Un poeta o un ateop. Un ensayista. Un actor de lo que representó la nueva cultura radical y libre en Catalunya durante un momento que era incipiente, después de la muerte del caudillo. O, valga la redundancia, un actor al mando del director de cine Albert Serra, interpretando a Giacomo Casanova en Historia de mi muerte.
Documentado como hacedor. Plácido en el bis a bis. Verbigracia. Pongamos que hablemos de …Vicenç Altaió i els seus ulls fértils. ER
Para más información
http://artssantamonica.gencat.cat/es/detall/Vicenc-Altaio-els-ulls-fertils-00001