Título Original: Una Mujer Fantástica
Año: 2017
País: Chile
Dirección: Sebastián Lelio
Guión: Sebastián Lelio, Gonzalo Maza
Producción: Juan de Dios Larraín, Pablo Larraín, Sebastián Lelio, Gonzalo Maza.
Música: Matthew Herbert
Fotografía: Benjamín Echazarreta
Reparto: Daniela Vega, Francisco Reyes, Luis Gnecco, Aline Küppenheim, Amparo Noguera, Alejandro Goic, Antonia Zegers. Coproducción: Chile – España
Drama: Transexualidad / transgénero
Sinopsis:
Marina (Daniela Vega) una joven camarera aspirante a cantante y Orlando (Francisco Reyes), veinte años mayor, planean un futuro juntos. Tras una noche de fiesta, Marina lo lleva a urgencias, pero él muere al llegar al hospital. Ella debe entonces enfrentar las sospechas por su muerte. Su condición de mujer transexual supone para la familia de Orlando una completa aberración. Ella tendrá que luchar para convertirse en lo que es: una mujer fuerte, pasional…fantástica. (FILMAFFINITY)
A veces ocurre que nos quedamos con una deliciosa sensación después de ver una película, la de haber visto buen cine y es precisamente la sensación que me deja esta fantástica película chilena.
Una Mujer Fantástica se inicia con el sonido de un campaneo que evoca el paso del tiempo, mismo que la pareja de la historia ya tiene contado. Poco a poco se va fusionando con una música suave de flautas y arpas mientras pasamos a ver las imponentes cataratas del Iguazú. Los acordes suaves de la música le dan a la imagen una connotación de ensueño, de algo casi irreal, para luego volver a las campanadas iniciales y ver a Orlando en tonos rojos, descansando en una posición que evoca a la de un difunto en la sauna de su gimnasio. Una entrada genial, digna de una película ganadora del Óscar, que nos resume en sonido e imágenes, lo que vendrá después. El simbolismo nos acompaña en varios momentos del film, pero ha sido trabajado con mucho detalle y sin caer en lo evidente. Pero está ahí, deseando ser descubierto.
La película toca una temática humana, social y actual sobre los matices de género y la plasma de una manera diferente, fina, inspiradora, sobria y a la vez fuerte y estremecedora. La actriz y cantante lírica transgénero Daniela Vega da vida a Marina y hace de su personaje el pilar sobre el cual descansa este film, es magistralmente dirigida por un cada vez más experimentado, Sebastián Lelio, el cual regala a Vega una historia que ella encarna de manera impecable.
La historia de una mujer transgénero a la que una triste jugada del destino, la sumerge en la cruda realidad de la sociedad cruel y poco tolerante en la que vive. Marina es arrancada de la burbuja idílica que vivía con Orlando, para constatar que no es aceptada como su pareja y que es vista como un ser anormal, una vergüenza para la sociedad. Sin dejarse caer, lucha como puede y como le permiten para recuperar su dignidad, la cual se transforma en algo inalcanzable y no en el derecho de cualquier ser humano, como debería ser.
La dignidad, es el tema central, misma que le es negada a Marina, a una mujer no reconocida como tal. A través del personaje vivimos, las burlas, los doble sentidos, las imágenes preconcebidas, estereotipos grotescos y alejados de la realidad con los que se le juzga. Marina llega a afectarse por estas constantes demostraciones de repudio y por momentos parece sentir al monstruo que todos ven en ella. Observa detenidamente su imagen en un espejo de la calle, se avergüenza de sus manos, pero siempre resurge de estas situaciones para hacerse valer, como cuando arranca las cintas adhesivas que los matones que contrata el hijo de Orlando le ponen bruscamente para impedirle hablar, desfigurando su rostro. El monstruo que ellos ven en Marina se refleja en el cristal de un auto en el que ella se contempla herida y humillada, una horrible imagen que poco a poco vuelve a convertirse en esa mujer normal, con cada cinta adhesiva que se arranca de su bello rostro.
Todo en este film parece ser cuidado al detalle, la fotografía, la música, el color. Cada elemento es trabajado de manera perfecta, haciendo que todo encaje, incluso Time tema de los ochenta de The Alan Parsons Project usado como tema principal de la película. También es muy acertado el uso de las canciones líricas de Marina en ciertos momentos claves, haciéndonos sentir el dolor que viene desde lo más profundo de su alma.
La fotografía es sencilla, pero elaborada, lo cual la hace hermosa sin pasar desapercibida, igual que el colorido con luces de neón que incluye la paleta cinematográfica. El juego de luces y sombras y los contraluces están trabajados de tal manera que se destacan, pero no buscan protagonismo, es más un sentido simbólico el que cumplen el color y la iluminación en muchos momentos.
El empleo del color rojo me cautivó, utilizado para recordarnos a la mujer que vive en Marina, para recordarnos también el amor de ella y Orlando y para alertarnos de las amargas situaciones que a esta mujer le tocarán vivir. Un empleo del color muy pensado y acertado.
Este film de alguna manera es un homenaje a ese otro tipo de mujer, esa que no es valorada, que es repudiada, que es vista como un fenómeno de feria. Y ella en contrapartida, tan fuerte, tan amor, tan hermosa, tan mujer. Los simbolismos casi poéticos de esta película nos lo reafirman, esa tempestad que se le viene encima y con la que ella lucha. Hermosa imagen, difícil de explicar en palabras, pero que nos llena los sentidos de la fuerza con la que ella defiende su dignidad.
Espero que pueda disfrutar de esta joya del cine latinoamericano, véala, sin prejuicios, solo siéntese en su butaca y abra sus sentidos al sutil y rico lenguaje cinematográfico usado en Una Mujer Fantástica.
¡Hasta la próxima!
© All rights reserved Dotty Vásquez Mantero
Dotty Vásquez Mantero nace en Lima, Perú en 1967. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima y fue profesora de Lenguaje Cinematográfico y Guión. En la actualidad ejerce como formadora, periodista y escritora de literatura infantil en la ciudad de Miami.