“Vivo cada historia como si de verdad me hubiera ocurrido a mí.” (T.M.)
Chloe Ardelia Wofford -tales sus verdaderos nombres y su apellido- nació el 18 de febrero de 1931 en Lorain, una ciudad del estado de Ohio que para el último censo tenía poco más de sesenta y cuatro mil habitantes, en el seno de una familia de trabajadores. Toni Morrison falleció de neumonía en Nueva York, el pasado 5 de agosto. Entre ambas fechas se inscribe una obra quizá breve, pero que posee un peso duplicado: además de su calidad intrínseca, que ha dado algunas de las mejores páginas de la novela estadounidense de las últimas décadas, debe inevitablemente tomarse en cuenta su gravitación sobre aspectos extraliterarios, en el contexto del reconocimiento del aporte a la cultura nacional e internacional brindado por su segmento de pertenencia étnica.
Como la misma autora lo señaló, con su característica capacidad de síntesis, al llevarse el famoso galardón otorgado por la Academia Sueca, en 1993: “Recibir el Premio Nobel como norteamericana es muy especial, pero ganarlo como afroamericana es ciertamente alucinante”.
Desde nuestra época puede ser difícil comprender el peso que tuvo en su momento esta decisión de la hoy alicaída institución escandinava, que no se ha distinguido a lo largo de su dilatada historia por reconocer adecuadamente el más que significativo aporte de la literatura escrita por mujeres y mucho menos, el de las afroamericanas. Aquel Nobel de 1993 marcó un antes y un después en un amplio espectro de significados, al serle otorgado a una mujer afroamericana que, además, siempre se distinguió por su vehemente y justiciero apoyo a la lucha por los derechos civiles. Derechos que, por otra parte, cuando Morrison comenzó su carrera como escritora y activista, distaban mucho de tener el reconocimiento que hoy, pese a las marchas y contramarchas, siguen teniendo tanto a escala institucional como en el consenso de la opinión pública.
Cuando los niños se van a dormir
Érase una vez, a mediados de la convulsionada década de los ’60, en la ciudad de Syracuse, al norte del estado neoyorquino, una treintañera afroamericana que incansablemente trabajaba durante el día para el sello Random House, como editora. Su lucha jornada tras jornada se centraba en que otros autores afroamericanos lograran hacer conocer sus obras a través de la prestigiosa casa editorial. Y en medio de tantas dificultades, esta divorciada educada en las universidades de Howard, Cornell y Rutgers y ya con dos hijos pequeños a quienes sostener, logró ese objetivo, que impulsó el mejor conocimiento y la difusión masiva de escritoras y escritores que trascendieron el gueto donde tradicionalmente se los había aislado. Y estamos hablando de Angela Davis, Henry Dumas, Toni Cade Bambara y Gayl Jones, por ejemplo.
Sin embargo, tras esas agotadoras horas de trabajo, aquella ex profesora de inglés en la Texas Southern University, Chloe Ardelia, no se iba a buscar un más que bien merecido descanso. Después de acostar a sus hijos, lavar la vajilla de la cena y sacar la basura, todavía tenía fuerzas para quitarle la funda a su máquina de escribir y que sus dedos, largos y ágiles, recorriesen el teclado hasta la madrugada, dándole forma a su primera novela –The Bluest Eye, publicada en 1970 por Holt, Rinehart and Winston- doscientos veinticuatro páginas que vieron la luz cuando ella, tras cinco de denodado esfuerzo, contaba casi con cuarenta años de edad. “Toni” la llamaban cariñosamente en la casa de su infancia y Morrison era el apellido de su exmarido Harold, el arquitecto con quien sobrellevó el matrimonio desde 1958 hasta el ’64.
Su tercera novela, Song of Salomon, fue editada en 1977 por la célebre casa neoyorquina Alfred Knopf, Inc., y significó para Morrison que le otorgaran el National Book Critics Circle Award. Knoff también publicó, en 1987, Beloved, la novela que terminaría de consagrar a Morrison con la adjudicación del Pulitzer Prize for Fiction al año siguiente, tras ser finalista en el anterior para el National Book Award. Una década después, se produjo la versión cinematográfica de Beloved, protagonizada nada menos que por Oprah Winfrey.
Cinco años antes, el Premio Nobel.
Esa fue la mujer afroamericana que nos dejó el pasado agosto. Aquella que dedicó Beloved a “sesenta millones y más”: el estimado de seres humanos que murieron como consecuencia de la trata de esclavos entre África y las Américas.
Esa fue Toni Worrison.
Obras
The Bluest Eye (novela, 1970)
Sula (novela, 1973)
The Black Book (no ficción, 1974)
Song of Solomon (novela, 1977)
Tar Baby (novela, 1981).
Recitatif (cuentos, 1983)
Dreaming Emmet (teatro, 1986)
Beloved (novela, 1987)
Jazz (novela, 1992)
Playing in the Dark (no ficción,1992)
Paradise (novela, 1997)
Love (novela, 2003)
Remember: The Journey to School Integration (no ficción, 2004)
Margaret Garner (libreto de ópera, 2005)
A Mercy (novela, 2008)
Desdemona (teatro, 2011)
Home (novela, 2012)
God help the child (novela, 2015)
© All rights reserved Luis Benítez
Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE.UU.) con sede en la Columbia University, de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido numerosos reconocimientos tanto locales como internacionales, entre ellos, el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina. Sus 36 libros de poesía, ensayo, narrativa y teatro fueron publicados en Argentina, Chile, España, EE.UU., Italia, México, Suecia, Venezuela y Uruguay