Author Tennessee Williams. Directed by Stephanie Ansin. Cast Shira Albergel and Edson Jean Movement Coaching by Lázaro Godoy. Original Music and Sound Design Alec Kreisberg. Set, Costume, and Lighting Design by Fernando Calzadilla. Executive Director, Elaiza Irizarry
En el flyer Stephanie Ansin, directora y fundadora de MTC nos hace un resumen de lo que trata la obra “Esta provocativa y controversial pieza nos cuenta la vida de dos hermanos, actores abandonados por su grupo teatral y forzados a luchar contra sus demonios, sus retos profesionales, y en busca de su cordura para seguir adelante”.
La obra empieza sigilo en el propio hall del MTC, Allí somos observados por varias cámaras sin haber sospecha de ello. ¿Cómo lo descubrimos? Cuando entramos en la platea y vemos no solo a todo el público comprando la entrada y haciendo fila para asistir al espectáculo, sino en el mismo interior del recinto, ya sentados en nuestra butacas, visionamos lugares recónditos y lúgubres, material de vestuario, muebles, carretillas, luces de neón, escenografías almacenadas, los camerinos. En conclusión: el “otro teatro” que en realidad sostiene al “teatro real”. Todo ello sin abrirse el telón, y desde la proyección videográfica en directo ante la propia audiencia.
¿Y quiénes habitan allí y por qué se esconden tras el escenario?. Allí comparten su diálogo perturbado y afligido con perfecta entrega como intérpretes Claire (Shira Albergel) y Felice (Edson Jean) dos hermanos afectados por el asesinato y suicidio de sus padres. Allí el metateatro es un modo de vida más de dos seres que se buscan a sí mismos sin saber qué rumbo tomar dentro de sus personajes. Temas como el aislamiento, el delirio, el miedo interior a la soledad, o a veces el propio aparente despropósito del lenguaje…
FELICE. ( Junto a un piano lee con lentitud un texto suyo) Jugar con el miedo es jugar con fuego. No, peor, mucho peor, que estar jugando con fuego. El fuego tiene límites. Se trata de un río que no se detiene, no habiendo o nada más para consumir… Excepto el miedo.
CLARE. No, era sólo mi sombra. Me dio miedo. Pero era sólo mi sombra, eso es todo. Un médico me dijo una vez que tú y yo éramos las personas más valientes que conocía. Y yo le dije: “¿Por qué, eso es absurdo, mi hermano y yo tenemos terror a nuestras sombras.” Y él dijo: “Sí, lo sé, y por eso les admiro tanto, por el valor que tienen …”
Pues bien, hacen de esta obra singular una diferencia clara de lo que fue el primer Tennessee Williams, aclamado y bendecido, por dramas como, El zoológico de cristal, Un tranvía llamado deseo, o La gata sobre el tejado de zinc de lo que significó en su última etapa. Estudios académicos hablan que The Out cry, como también se le denominó en su estreno en Chicago en 1971, está de hecho influenciado por el teatro de Harold Pinter o el propio Beckett. Un teatro que, desde lo aparentemente extraño e incomprensible nos habla de lo escondido tras lo real.
Se añade como anécdota, según mis investigaciones, que es una obra de tinte autobiográfico donde tanto Tennessee como su hermana Rose, que padeció problemas graves de enfermedad mental a lo largo de su vida, están representados a sí mismos aquí, de algún modo. Reflejando tanto el amor y la admiración que tuvo por ella, como su propio relato personal donde la aceptación de su homosexualidad o el alcoholismo le llevaron a situaciones límite durante su vida.
Con una puesta en escena bien tramada entre idea escenográfica, teatro videografiado, e interpretación propia y real en el escenario. En su conjunto, todas las producciones que hasta ahora he visto en esa institución son un ejemplo y un modelo donde los tres factores principales que el género teatral llevan en sí, se muestran sin fisuras: un relato humano bien dirigido, un impacto visual en su concepción escénica, y una gran calidad coreográfica e interpretativa de su elenco en plena acción dramática.
La coherencia de su equipo a la hora de ofrecernos sus piezas, son si duda, el sello de identidad de Miami Theater Center. Nagari