El pasado 15 de noviembre se inauguró en el área verde frente al Frost Art Museum la exposición NestGen Project, una iniciativa impulsada por el Colegio de Honor de la Universidad Internacional de la Florida que cuenta con la participación de más de veinticinco artistas de diferentes países, a quienes une el propósito de llamar la atención sobre la urgencia de preservar el medio ambiente y hacer del planea Tierra un lugar más seguro y saludable para vivir. Curada por los artistas Leonor Anthony y Bartus Bartholomes, en colaboración con otros curadores asociados, la muestra está integrada por instalaciones que toman el nido como símbolo para expresar diversas preocupaciones sobre el cuidado del entorno y el valor de conceptos como reciclaje y refuncionalización material.
Si bien el nido constituye un punto de partida, en tanto estructura que alude a un lugar de refugio, nacimiento y protección, las interpretaciones de cada artista recorren caminos plurales. Así, mientras Roxana Gottschalk usa el vientre femenino como metáfora del origen de la vida, en Nest of Rebirthing Light, Tomasa de las Casas aborda la idea de la energía renovable y de los nuevos tipos de existencia y funciones que derivan de la trasformación de la material. La propuesta de Silvia Heisel & Scott Taylor trae implícita la posibilidad de su metamorfosis y gradual desaparición como objeto. Inspirados por la forma de un nido de copa, los artistas han construido una estructura temporal a partir de los residuos de plástico biodegradable usado para hacer impresiones en tercera dimensión. Dado el carácter perecedero del material y la exposición a las cambiantes condiciones ambientales del exterior, esta pieza enfatiza en sí misma la idea de la creación como proceso continuo más que como acto acabado. Por su parte, los escultores Aimee Pérez y Armando Pérez Alemán representan de forma poética el efecto de las múltiples fuerzas externas cuya presión termina afectando y coartando la capacidad de acción de los elementos más frágiles de la sociedad. Sin estridencias visuales, esta esbelta pieza de metal constituida por una pipa en cuyo extremo superior un viejo ventilador sostiene cinco huevos de cerámica, aparentemente comprimidos por tornillos de banco o morsa, resulta una de los trabajos más sugestivos dentro del conjunto.
A través de esta exposición, la cual permanecerá en su actual emplazamiento hasta el 8 de Diciembre de 2014, la Universidad Internacional de la Florida anticipa las actividades que tendrán lugar durante la celebración de Art Basel y otras ferias de análogas a celebrarse en Miami en la primera semana del mes próximo. En el contexto de la institución universitaria, la exposición insiste, desde su nombre mismo, en despertar la conciencia de las jóvenes generaciones en cuanto a los problemas medio ambientales, su efecto para la vida y el cambio positivo que el hombre como ser pensante puede hacer en su realidad. Para Ismael Gómez Peralta y Bartus Bartholomes esta acción se encauza a través del arte mismo, de la reflexión en cuanto a los problemas de la creación y el dilema del artista, las circunstancias y objetos que lo desvelan, determinan y constituyen. Otros como Emilio Héctor Rodríguez reclaman una acción de tipo más urgente que libre al planeta de su perentoria degradación. Para Rodríguez la Tierra simboliza el origen de las distintas formas de vida y la mano del hombre, representada por un vaciado en yeso de la mano del artista, debe cuidar de ella. En la mayoría de los casos predomina una actitud de alerta ante el presente, un sentido de compromiso y de acción, un ánimo esperanzador que no desconoce, como sugiere Leonor Anthony, que la vida y lo bello pueden germinar en los lugares más inusitados.
© All rights reserved Anelys Alvarez Muñoz
