Recientemente vi el thriller “The Hater” –film polaco del joven director Jan Komasa, disponible en Netflix. No alcanzaba a dormir, y esta película me mantuvo despierto hasta el final de sus 2h15min. Un maratón que me despertó al día siguiente pensando en todo lo que había visto y no podré procesar.
¿Por dónde comenzar con esta película? Es un coctel inverosímil de contemporaneidad: hacking, trolling, wiretapping, far-right extremism, White liberalism, cancel culture, teoría conspiranoides, videojuegos en línea de alta fidelidad, , el desmantelamiento de los valores europeos, escándalos políticos, nuestras vidas hipervigiladas en redes sociales, y corona con un mass shooting. Este tumulto está apuntalado en la figura del protagonista: Tomasz Giemza, cruce sociópata entre Taxi Driver, American Psycho y el Mark Zuckerberg de “The Social Network”.
Siguiéndolo a él como figura central, la película cubre la línea parábola que va desde el resentimiento hasta la canallada. Tomasz es/será recordado como un villano icónico en la historia del cine. La actuación del protagonista es notable, solo comparable con… en realidad, no es comparable con otro villano de la ficción, quizás lo que más se le acerque es una comparación con Vladimir Putin si su figura no estuviera ya más envuelta de ficción que de realidad (no sabemos cuál es el alcance real de la garra maquinadora de Putin, como nadie lo sospecha de Tomasz, hasta ahí las comparaciones).
Lo cierto es que en el estado actual de crispación y polarización mundial, entre globalistas y nacionalistas, entre progres y supremacistas, sale ganando la salamandra que se confunde con los humores más reptiles del ser humano. Tomasz ha escrito un nuevo capítulo en “El Arte de la Guerra”, aquel que dicta: “hacer resonar en el resentimiento de cada quien la campana de la enajenación y la emotividad reactiva que deshabilita el pensamiento único, cívico y crítico”.
Nadie esta inmune, y un villano como Tomasz lo sabe, un villano que es tan sigiloso y astuto que también será el héroe insigne e impoluto de la trama: un héroe que además está motivado por el amor a una mujer, como para que nos derribe más bochornosamente el puñetazo que nos asestan en el bajo vientre de nuestros valores occidentales.
Tomasz es el villano heroico que era imposible en la tradición católica –Polonia es un país profundamente Católico-, pero que acabo siendo alzado por el paganismo que no renuncia en nosotros a la idolatría ya del “hombre fuerte”, ya del “mesías benefactor”. ¡Agarren allí a su falso profeta! Es un “paquete algorítmico con toda virthttps://youtu.be/JFcUEjVLQV4ud y todo vicio incluido”.
https://youtu.be/JFcUEjVLQV4
© All rights reserved José Armando García
José Armando García(Abril, 1976) Originario de Venezuela. Vive en Miami, Florida desde el 2004. Sociólogo de profesión y psicoanalista de oficio, con un posgrado de Trabajo Social Clínico. Asociado activo en la Nueva Escuela Lacaniana. Más interesado en el barroco de Baltasar Gracián que en cualquier tendencia contemporánea. También las épocas son injustas con aquellos que nacen a destiempo.