Dina Mitrani Gallery (on view thru October 25, 2013)
Pudiéramos empezar por lo clásico….pero es tan evidente decir que “Peggy Levinson recrea la cotidianidad”, que pienso que esta observación no aporta nada . Ante esta hipótesis deberíamos plantearnos las siguientes preguntas: ¿a qué o quién tributa mostrar hoy la vida del día a día de un individuo …? ¿y qué elige, de estas jornadas de veinticuatro horas, el/la que está detrás de este lente esmerilado(ground glass?. A partir de aquí podemos empezar nuestro recorrido bajo el rasgo de esta hipótesis. Punto de partida de una serie fotográfica que, según parece , – tiene cerca de una decena de álbums de su vida familiar expuestos en un mesa central en la galería- pretende extender su privacidad hacia el espectador de forma abierta e informal,
Mostrar lo particular a la audiencia es, en sí, explicarles un cuento sobre nuestras vida. En cualquier relato sobre “lo nuestro” están los objetos y los sujetos, en concordancia o contraste, allí donde fuere. Para entretener y ofrecernos su moral. Hablar del lado oscuro de la vida. O mostrar lo místico de nuestro interior.
Peggy Levinson me cautiva en la primera imagen de la exposición: un pañuelo de papel – un kleenex- tirado de cualquier manera en un sillón verde (1) ocupa prácticamente toda la atención en el encuadre. Detrás de esta imagen hay un personaje ausente. No sabemos quién. Pero por esta actitud, deduciríamos que es un sujeto posiblemente fresco e informal … despreocupado. No sé, si mayor o niño travieso. Posiblemente algo messy, o en medio de un catarro invernal (Nota: Bien… podría seguir escribiendo sobre esta imagen hasta la madrugada…Quizás sea esto lo que me cautiva de esta fotógrafa: los registros variados que me sugiere…su poética abierta ante la imagen).
I don´t have a bad temper . Dice uno de sus versos sobre sí misma en el impreso de presentación de la galería en un aparente poema autobiográfico. Y es que para captar una instantánea de la arruga de una cortina descansando en la repisa ( 2) una sombra en una pared de madrugada, el reflejo del sol en un muro interminable, un ramillete de flores violetas en plena calle, un cielo de nimbos con unos cables eléctricos en primer plano, la mirada de la ciudad a través de un charco, o simplemente un hombre tocándose las uñas de su pies. …uno tiene que ser smooth consigo mismo. No hay duda…la cámara no miente y refleja nuestro estado emocional.
I don´t have a plan . Dice otra de sus líneas. Posiblemente esta sería la justificación para ser tan inteligente y silenciosa a la hora de captar decenas de imágenes con los niños. Peggy es un niño más que adquiere un rol de “una más” en el grupo infantil que retrata. Por eso se detiene cuando una muchacha vestida de rosa va a hacer “el pino” en una acera o en medio de un camino forestal para mostrar a los suyos sus habilidades gimnásticas. Igual que haría si ella fuera una adolescente y quisiera mandar por Instagram sus hazañas a sus amigos. O cuando las manos de una bebé se juntan, tomada desde poca altura para enfatizar la mirada infantil sobre el hecho.
En fotografía hay varios tipos de silencios: el que el propio autor quiere emitir desde la imagen que toma,. Por ejemplo, silencios que da el paisaje (Ansel Adams). Silencios que emiten ciertos retratos cuando los observas (Richard Avedon). Después, hay silencios propios del efecto dramático que se crea por la situación: imágenes de guerra o catástrofe (Capa, Natchwey)…silencios que llegan a la hondura de nuestro pesar. Pero hay también un tipo de silencios como los que crea Terence Malick con sus películas The Tree of Life o To the Wonder. Que más que silencios, son como metrajes sin sonido. Imágenes que tienen su propio ruido ambiental, pero el fotógrafo los ha anulado aunque el movimiento sigue ahí. Este elemento citado, junto a cierta soledad, humanismo, ternura social a la hora de escoger las tomas y un pellizco de melancolía bien entendida … dan a esta serie – nunca mejor dicho: las fotografías se exponen una seguida de la otra- una atmósfera natural y persuasiva sobre el acontecer diario de una Badass Grandma. Vayan a verla con su familia, quizás puedan traer su propio álbum y contrastarlo con el del autora. ER.