Sosiego metropolitano
La tormenta revienta en el asfalto
motores se quejan a lo lejos
gritos ambulantes
silbatos
ladridos de humo.
Dos tacones
van acompasados en el callejón.
La percusión crece
con el golpe tenue de otros pasos
y su fricción en el pavimento
golpe
fricción
golpe
fricción.
Los tacones tropiezan con la duda
y aceleran su tañido
al ritmo copioso del granizo.
Los pasos intrusos mantienen intacta
su arrastrada cadencia.
Enmudecen los tacones
y una puerta cruje adolorida.
Detrás quedan murmullos de tormenta
motores ambulantes
gritos urbanos
y el pesado golpe
la fricción monótona
golpe y fricción en el pavimento.
La lluvia calla
y el intruso golpeteo descompasado
es el único escándalo en el callejón.
Seducidos los pasos se detienen
ante el gemido de la puerta.
Golpe y fricción
amordazados en la alfombra
avanzan obsesivos.
Aterrados los tacones tropiezan
buscando escondite.
Un alarido se confunde
con las protestas vanas de la madera
golpeada y friccionada.
Jadeos
espasmos
palabras no nacidas
interjecciones descoyuntadas.
La ciudad y sus gritos
se sosiegan.
Canto
bajo una lluvia de hojas
el rayo de luz
enciende contornos
baila el jardín.
Doy saltos cortos en la rama
picoteo el tronco
mis ojos descubren
el árbol de enfrente.
Allá también llueven cantos
en los contornos
baila una luz verde naranja
entre las hojas.
Allá
corto una rama saltando
me picotea el tronco
enfrente del árbol
descubro mis ojos.
Mis plumas se agarran del viento
voy a esa copa
espejo espejismo
mi pico toca el cristal
la sombra.
Moria
Aquí estoy
camino a Moria
¿cómo perderla?
Aborrezco el monte del holocausto
pero avanzo por la escarpada ladera
desoyendo
clamores
aullidos de conjeturas invisibles.
Soy
el que soy
autor de las líneas
de mi epitafio.
Levanto la mirada
el sol nace por tercera vez
mis ojos tocan la cima
aquí estoy
respondí al llamado.
Me acerco al borde
ensayo abandonarla
me doy respiración boca a boca
electrizo el corazón
me endioso.
En Moria
con las rodillas levemente flexionadas
los brazos horizontales
espero la fe suficiente
para despeñarme
a la resurrección.
Textos tomados de:
El Hueco en el Zapato, Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2011-2012, ELANGEL Editor, Quito
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SANDRA DE LA TORRE GUARDERAS: Quito, 1971. Poeta, editora, guionista y realizadora audiovisual. Estudió comunicaciones en University of Nothwestern, de St. Paul, Minnesota. En 1998, Integró el Taller literario de poetas jóvenes de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Más tarde ejerció su oficio en los talleres literarios de FLACSO Ecuador y Palacio (I)caza de Palabras de la Universidad Andina Simón Bolívar. Es cofundadora de Editorial Rascacielos. Su ópera prima en el género lírico, El hueco en el zapato, es Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2012. Es coautora del poemario infantil Cuando cierro mis ojos, 2013 y Otoño en zona tórrida: poemas en audio, 2014.