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enero 2025

SOBRE PARAMECIO & EL CANTAR DE CASIMIRO. Enrique Blanc

Ya chole chango chilango

Que chafa chamba te chutas

No checa andar de tacuche

Y chale con la charola…

 

 

Para quienes han disfrutado con los originales y punzantes versos de algunas de las muchas canciones de López como “Chilanga Banda” o “Malafacha” o “El mequetrefe”, “Cáete cadáver” o “Anillo de diamante”, entre tantas y tantas, el libro que estamos presentando hoy les parecerá un agasajo.

Se trata de un experimento literario que nace de esa costumbre muy sana, obsesiva y constante que tiene Jaime de jugar con el lenguaje y, por supuesto, hacer letras. Y es que, quienes lo conozcan de cerca, sabrán que este irremediable ocurrente de tiempo completo no pierde ocasión para estar reinventando el lenguaje de distintas formas, retorciéndolo y sacándole nuevos significados. Si uno le tira una frase cualquiera, Jaime le da la vuelta o la usa de punto de partida para inventarse algo nuevo, que incluso puede sonar igual, pero que ya no comunica lo mismo. Y es que Jaime, que sí es poeta y, literalmente, en el aire las compone, posee algo así como una antena muy suya para encontrar nuevos y muy hilarantes juegos de palabras, ya que sea que surjan de una frase del dominio público, de una letra de una canción que incluso puede ser suya, de una expresión de esas que son lugar común o, especialmente, echando mano de su imaginación desbordada y de la viveza que tiene para seguir dándole vuelo a la hilacha a lo que rimar palabras se refiere. En ese sentido, paramecio & EL CANTAR DE CASIMIRO, – a la par de Lírica, el libro que le publicó Cal y Arena en 1997 –, es la obra que lleva esa costumbre suya hasta las últimas consecuencias.

En sí, contiene dos obras independientes una de la otra, aunque creadas por el mismo detonante al que aludía renglones atrás. Y es que si bien, como se puede leer en cu contratapa que: este poemario hace

“ecos de dos tradiciones literarias: la del haikú y la picaresca del Siglo de Oro español unidos por un estilo ácido, paródico y urbano de la pluma de Jaime López.”

También me parece que apela al espíritu lúdico del que Julio Cortázar fue un militante ejemplar, a ese aire de cronopio que también distingue a Jamie y, desde luego, al cultivo de ese gusto por el doble sentido que nos caracteriza a los mexicanos.

Paramecio reúne 507 experimentos del lenguaje que López ha inspirado en la estructura del haikú japonés, esa miniatura poética que a él le evoca un organismo simple como el propio paramecio.  De hecho, el epígrafe del libro reza: El paramecio, aunque es un organismo unicelular, tiene vida libre. (De mi libro de Biología de la secundaria). Ya él nos explicará con más detalle, y desde este momento le hago esa petición. Es decir, que nos cuente por qué decidió meterse en esa camisa de once varas. Pero, para entenderlo con más claridad, he elegido al azar cinco ejemplos que me parecen de los más geniales incluidos en sus páginas:

 

 

Canción norteña

del mero corazón

arde esta leña.

 

Lo que me agrada

más de todo mi cuerpo

es la guitarra.

 

Pequeñas cosas

narran dese el silencio

grandes historias.

 

Don Dylan Zimmerman

pariente de Bob Thomas

es un buen biznesman.

 

Sexogenarios,

lolitas cuarentonas

es lo indicado.

 

 

Por su parte, EL CANTAR DE CASIMIRO es una obra de más largo aliento, una novela en verso escrita en octosílabos, al igual que la “Chilanga Banda”, y dividida en tres capítulos, el primero en cuartetas, el segundo en sextetos y el último con décimas. Aquí, de igual manera, extiendo a su autor la petición de que nos informe porqué todas estas decisiones caprichosas, pero, sobre todo, cómo fue que su cabeza se determinó a una tarea tan laboriosa como sui generis.

¿Qué se encuentra en EL CANTAR DE CASIMIRO? Yo diría que una miscelánea de imágenes e historias en las que López nos habla de él mismo, de su padre, de algunos amoríos, de ilustres prostitutas y célebres borrachos, de su gusto por la cultura y las ciudades españolas, de Argentina en otro momento y de mil cosas más. Un texto que no sólo hipnotiza por su cadencia y nos obliga a conservar su música en la cabeza como esas canciones que se nos pegan a las paredes de la memoria, sino que también nos sorprende en repetidas ocasiones por los giros narrativos que tiene. Ya que cada quien irá encontrando a través de su lectura claves e interpretaciones. Como quiera que sea, me gustaría compartir algunos versos con el interés de ejemplificar de qué va la cosa, qué es lo que encierra en sí este CANTAR.

 

 

 

No es extraño que un norteño

acostumbre decir bato,

es más raro que un chilango

te lo diga con su acento.

 

Es como esa cosa extraña

que un norteño achilangado

haya hecho el tan mentado

rap de la Chilanga Banda.

 

¡Vaya con el bato ñero!

En ciudades tan prendidas,

hay que ser un bato pilas

pa’ ser sin dejar de serlo.

 

“Soy de aquí y soy de allá,

caras nordaka y chilanga

son mi personal rolada

moneda de identidad”

 

 

Venga también un ejemplo de los sextetos…

 

 

Y varios cuadros colgados

sostengo en la galería

de mi mente, que es museo,

aunque andando por la vida

de vagaldrabas al día,

siempre prefiero el bluseo.

 

Para Mónica una armónica,

para Queta pandereta,

guitarrita para Rita

y hasta un cuello de botella

para ella, la más bella,

la del nombre que me excita.

 

 

Y, para no desentonar, también uno de las décimas…

 

 

Y saco a orear mis espectros

por esta ciudad a solas,

nos toca un vagón del metro

por cada extraña persona;

hora por hora, en efecto,

el día van limitando,

vedando y como cercando

los lugares de recreo;

sexenios atrás la noche

fue acotada puesto a puesto.

 

Por los cafés dejó mudos

la Ley Mordaza emergente,

es por eso que hace mucho

sólo soy el Disidente

de la República y punto

y seguido, como dicen,

a continuación, si insisten,

y a petición de ninguno,

verán de lo que se crean

estos encierros por gusto.

 

Los encierros están hechos

de venir pidiendo esquina,

de volver a ser un feto,

de los cactos que alucinan

con mi infancia en el desierto,

de la luna que asomada

hace un cuadro en la ventana,

de retratos y bocetos;

desde luego que no hablo

del encierro de los presos.

 

 

Dicho esto, sólo resta reiterar que paramecio & EL CANTAR DE CASIMIRO en hay mucha de esa inagotable genialidad que ya López ha mostrado en sus canciones.

 

 

© All rights reserved Enrique Blanc

 

 

Texto que se leyó durante la presentación del poemario paramecio & EL CANTAR DE CASIMIRO de Jaime López en el marco de la FIL de Guadalajara 2024

 

 

El libro está disponible en EEUU vía amazon y en México contactar vía WhatsApp al +5254143200 con Guillermo Villasana  para pedidos directos.

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