Olía a mar.
Y a mí, que he sufrido devastadores terremotos en la vida a pesar de preferir los maremotos, su aroma me resultaba irresistible.
Terremotos y maremotos remueven, ambos destruyen con una fuerza imparable, pero el mar es bello.
Tiene sabor y olor.
El mar siente. Responde y reacciona.
El mar está vivo.
El mar me recuerda a él.
© All rights reserved Concepción Hernández Sánchez
Concepción Hernández Sánchez, es escritora, matrona y psicóloga. Reside en Villena (Alicante) España y es autora del Manual: La felicidad NO es una utopía.