Se me hace difícil realizar ejercicios de meditación, como se plantea esta práctica. No me puedo ajustar al hecho de que para hacer abstracción mental se debe “poner la mente en blanco”. Prefiero, antes de realizar estos ejercicios, considerar una idea y concentrarme en todas las aristas que pudieran contribuir en el enfoque y nuevas alternativas sobre el pensamiento que me motive en ese momento.
En esta serie, la intimidad y la introspección son la evocación de algunas ideas, con las que se nos demuestra que existen muchas maneras de expresar nuestros conceptos luego de un análisis, además de no necesitar la exageración en locuciones para emitir una opinión y así creo que lo manifiesta con su obra, el creador venezolano Andrés Michelena.
Este artista multidisciplinario, centra su obra en la reflexión y la expande intuitivamente, cuando traslada partes y piezas de un escenario a otro, logrando desde un lenguaje abstracto otro más expresivo, al desplegar sus instalaciones. El creador intuye qué retazos serán una metáfora sobre la obra y cómo quedarán enlazadas en la nueva propuesta. Estas intervenciones espaciales, las cuales son un tema que el creador recorre a lo largo de sus ejercicios, demuestran su habilidad para conectar y establecer conceptos como el espacio, el silencio, además de todo aquello que contenga una voz inesperada y a menudo con una acción sensible y minuciosa.
Las obras del artista son como meditaciones inadvertidas, en las que el espectador tendrá que considerarse dentro de un juego reflexivo, una escena atmosférica o un contexto íntimo y privado donde el espacio, el posicionamiento y tanto la ubicación como la procedencia son elementos integrales e inherentes a la obra misma.
El creador explora la naturaleza de las identidades, a través de la transformación de objetos y frases cotidianas en obras de arte auténticamente referenciales. Con estas transformaciones engañosamente simples, Michelena señala la volátil relación entre comunicación, mutismo, espacio y tiempo.
Podríamos estar observando cualquiera de las piezas aquí exhibidas, contemplando alguno de estos ensamblajes inconclusos y sentir desconcierto al enfrentar la obra, hasta que reconocemos el nacimiento de cada fragmento que compone la pieza. La información que recibimos es ajena al diálogo que estamos presenciando a simple vista, pero, realmente va más allá de la imagen que se nos presenta. La abstracción de esta serie es inminente y cada segmento será el hilo conductor hacia lo que nos permitirá entender y reconocer la concepción de este trabajo.
Las obras del artista revelan una gran cantidad de ideas, técnicas y materiales utilizados. Algunos de los medios tradicionales como madera, pintura, papel o piedra, se asocian desde conceptos convencionales hacia estas obras inesperadas, agrupándolos en instalaciones para deliberar sobre métodos intuitivos, con un lenguaje a menudo complejo, implicando a todos sus espectadores en una constelación de cuestionamientos y un movimiento constante sobre sus propias interrogantes acerca de la realidad inmaterial.
Como mencioné anteriormente, el ejercicio de la meditación no es un estado que pueda dominar y no pasa nada ni conmigo o quienes no lo practiquen, pero, si es importante analizar con detenimiento cada acción y reacción que tengamos frente a las situaciones que se nos presentan, desarrollarlas y finalizar con algo que nos haga crecer como personas.
Gloria MiládelaRoca
Contacto con el artista
Andrés Michelena