Se celebró coincidiendo con la quincena anterior a Halloween otra reposición de algunas obras donde el terror: el terror desde la comedia….o simplemente el terror a secas, se hicieron partícipes. Si bien ya fui testigo y queda en el apartado de artes escénicas del año pasado de Necrofilia Fina con Arancha Solís y en este caso en la actualidad coactuando con Francisco Porras. y la magnífica mente bien escrita, dirigida e interpretada a Dos Tumbas de Distancia de Nacho Novo y Leandro Fernández.
Pero pude apreciar tres piezas nuevas que en general me deleitaron dentro del género de terror. Dos piezas que siguen la categoría de la “terrocomedia” en el argot teatral, y una casada con el género más puro de lo pavoroso y lo espeluznante.
Ni muerta es una historia doble de una pareja. Ella está bajo el estigma del fantasma que persigue a su marido desde “el infierno” y se le aparece en su vida sin él poder sentirla frente a frente y con dos discursos paralelos desde lo cómico que permite al final: un contacto que no voy a develar de frustración de la mujer por no poder poseerlo. La fuerza posiblemente y -en mi opinión más que en el texto- está en los dos actores que la interpretan. Dos jóvenes promesas Daniela Macías y Jonathan Islas que nunca mejor dicho y bajo la dirección bien estudiada y exigente de Vilaplana dan un giro personal y herculiano en su actuación que impresionó al público y al que escribe.
Carrie …no asistirá. Escrita por Nacho Sánchez y dirigida e interpretada por Paulina Gálvez y Denis Sánchez, es una obra donde los personajes, nos reciben en un salón…caramelos, sombreritos, bebidas, pastel, recuerdos y una “Bienvenida” escrita en letras de colores en la pared… Bienvenidas las memorias no deseadas para su antigua amiga que la ha invitado y que envidia su “popularidad”. Y “bienvenidas” para los espectadores que somos parte del acto y de los recuerdos de una Carrie (Denise Sánchez) que no para de decir “sí ya me lo ha dicho mi terapeuta…”. A destacar aquí, la sencilla y original puesta en escena así como una buena interpretación de Paulina ascendiendo de lo posible y lo cómico al horror-histérico –es una de las pocas actrices en este Miami que lo consigue con naturalidad y respetando los tempos para disfrutar de sus registros. Y absorto con el rojo de la pupilas y su telequinesia, Carrie, es capaz de salir del container…entrar de nuevo y decirnos “fin”, con una gracia cómicamente despectiva y bien lograda. En verdad no sabemos si Carrie asistirá… ¿o sí?. Tendrán que esperar si el próximo año la reponen.
Queda la pieza horror-horror, Experimento. Nunca mejor dicho la obra es una buena metáfora de sí misma desde el punto de vista teatral. Si bien aborda un texto clásico escrito por Alexis Valdés donde un psiquiatra, el Dr. Kiev, experimenta con su paciente la cura de la esquizofrenia sin saber a donde va, ni ratificar los resultados al mundo científico y a los periodistas. Entonces comienza “el miedo” escénico de todo los personajes y el contagio al público del mismo. Aquí está el valor en sí de esta obra formada por cinco actores Andy Barbosa, Gloria Cardona Tatyana Marín Carlo, Emilia Hernández, Luís Eduardo ( …la primera vez que veo a tanta gente en micro en el reparto) coreografiando un espectáculo dantesco, de ritmo frenético, “mortal”, terrorífico y perfectamente coordinado en su trabajada coreografía e iluminación. Un hermoso homenaje al terror de Feria de cualquier país del mundo donde “La casa de los horrores” representa el sueño robado a nuestra infancia de brujas con escobas, zombies y doctores de la muerte. Nagari