Concibo el sentido de mis obras desde del juego de combinaciones simbre los distintos motivos que represento en cada caso especólicas entre los distintos motivos y materiales que utilizo en cada caso específico, haciendo que estos funcionen como partes del engranaje de una idea.
Desde el comienzo de mi trayectoria artística la pintura ha sido mi principal medio de expresión, me siento atraída por su capacidad ilusoria y por las texturas de los soportes y de la propia materia pictórica. Encuentro muchas connotaciones metafóricas en los materiales y en el modo de usarlos, hasta el punto de que estos elementos y los procesos que empleo para trabajar con ellos llegan a convertirse en una parte con significado propio dentro del concepto central de mis trabajos. Las imágenes también son importantes en mi trabajo y me planteo la elaboración de las obras como un sutil diálogo, entre imágenes y procesos plásticos, en el que ambos componentes se apoyan mutuamente para lograr transmitir las reflexiones específicas de cada proyecto.
Los temas sobre los que trabajo actualmente están centrados en mi interés por las relaciones entre el paisaje y la identidad, que yo encuentro enraizadas en cuestiones existenciales sobre la condición humana y sus interrelaciones con la naturaleza y la sociedad.
Mi obra más reciente se basa en la idea del desarraigo y procuro, mediante el paisaje, expresar sensaciones que sugieran este sentimiento. Para lograr este propósito he elegido centrarme en la experiencia sensorial y la imagen simbólica.
En el desarrollo del concepto de desarraigo en mi trabajo concibo el paisaje como el mundo al que el sujeto se confronta y sobre el que proyecta su identidad, por tanto sus sentimientos de pertenencia o no pertenencia. La característica principal de los paisajes que propongo es que están desprendidos, están desligados de cualquier superficie fija. La formalización de las piezas pictóricas se basa en la ausencia de soporte: a partir de una película de pintura acrílica, sin tela ni bastidor que la sustente, realizo la representación pictórica de una imagen. Estas pieles de pintura me llevan a los sentimientos de desapego, fragilidad e indeterminación.
En mis representaciones planteo imágenes que sugieren un juego de realidades, de desvanecimientos, a través de la articulación de los elementos compositivos y de distintos registros cromáticos. Mis objetivos son, por un lado, reflexionar sobre el paisaje de la memoria en confrontación con el paisaje presente, ya que en el desarraigo existen esas dos realidades, y por otro lado, sugerir la percepción de que todo es transitorio y mutable en esta situación. Mi intención también es expresar el estado de potencialidad del desarraigo que puede dar lugar a cualquier nueva circunstancia; todo está por suceder.
Texto de la comisaria Alejandra Franch sobre Isabel Álvarez Zañartu para la exposición Los Otros Paisajes. Territorios Incógnitos:
“La reflexión expuesta por Isabel Álvarez tiene lugar en terrenos intermedios. El desarraigo como lugar desde el que cuestionar la ausencia de un lugar confortable. Ser migrante, sentir la identidad perdida, así como la posibilidad de permanecer al margen, son las coordenadas que determinan el pensamiento de la artista. De manera sutil, en una metáfora que recuerda al llamado “espejo de Claude”, artilugio éste popular en el XVIII concebido para disfrutar el paisaje, que con su tintura asombra por la belleza, el reflejo devuelto deviene en una nueva manera de mirar el paisaje. De este paseo por parajes desconectados, resultan regiones segmentadas, identidades apartadas como consecuencia de los movimientos estratégicos propiciados por unos pocos. Situación hoy paradójica desde nuestra permanente conexión tecnológica. Isabel indaga con magia en las diferentes alternativas y en sus posibles resultados.”