Las diplomadas en biblioteconomía me daban pánico: una bibliotecaria de rasgos hitlerianos amargó mi existencia laboral durante mi estancia en la universidad. Pero la vida o el destino me han reconciliado con los que ejercen la profesión de guardianes de la cultura impresa. Todo ello gracias a una empleada joven, simpática e inteligente de la biblioteca de mi barrio que me recomendó el libro, Pájaros de América de Lorrie Moore.
Los relatos que contiene el libro son fruto de una relación “incestuosa” entre Margaret Atwood (escritora canadiense) y Elvira Lindo (escritora española) en mi humilde entender. Este engendro genético acudió a mi cerebro cuando había leído tres páginas de Pájaros de América. No hay ninguna explicación lógica ni una teoría literaria creíble que pueda argumentar mi descabellada afirmación. Si quieren comprobar el grado de mi trastorno mental lean a Margaret Atwood, Elvira Lindo y Lorrie Moore en el orden que prefieran y manifiesten su opinión a Nagari.
Pájaros de América es una colección de relatos escritos con una prosa ágil e irónica, redactada con la precisión estilística de una orfebre de las palabras. Nada es superfluo ni adorna el texto; la historia o los sucesos que nos describe Lorrie Moore empiezan y mueren en sí mismos.
No podemos perder el tiempo en buscar la trascendencia moral o cívica del relato porque no existe. Lorrie Moore secuestra al lector en cada historia provocándole un síndrome de Estocolmo que anulará su objetividad.
La historia, Qué es más de lo que puedo decir de ciertas personas, es un tratado perverso y sensible sobre la relación entre una madre y una hija, mientras realizan un viaje por las tierras de Irlanda. El final me conmovió por algo tan simple como reconocer que:
“Quizá la madre nunca había manifestado afecto por Abby, la verdad es que no; pero le había dado el don de saber llevar bien la soledad, con sus terribles bandazos hacia el exterior y sus caídas suaves hacia la tranquilidad”.
El relato estrella del libro y el más conocido es el titulado, Gente así es la única que hay por aquí: farfullar canónico en oncología pediátrica. El humor negro y corrosivo de una madre con un hijo que tiene cáncer provoca una sonrisa gélida que congela las entrañas. Los que hemos vivido un drama cancerígeno en un hospital nos identificamos con las críticas irónicas que Lorrie Moore lanza contra el léxico médico y el jerárquico clan sanitario.
Agnes de Iowa, Una nota preciosa, La agencia inmobiliaria, Una madre estupenda…y el resto de relatos que componen el libro, merecen un discreto silencio que les provoque la lectura. Mantengo la fidelidad al sexto mandamiento…Y no mataré las historias con una burda explicación de lo que cuentan.
Lorrie Moore tiene las siguientes obras publicadas en castellano: Al pie de la escalera, El hospital de ranas, Como la vida misma, Autoayuda y El Ayudante Olvidado.
Lean a esta escritora y sepan también que Pájaros de América, fue elegido el libro del Año en 1998 por The New York Times siendo finalista del Premio Nacional de la Crítica.
Ángels Martínez