Era martes, pasadas las 9:30 de la noche, se acababa el fatídico mes de marzo, estábamos distraídos revisando las noticias diarias, cuando Luis lanzó un angustiado grito y perdió el aire, al mismo tiempo que yo recibía el golpe frontal en el texto de Carmen Polanco:
“Perdimos al poeta, se nos fue…”
René Rodríguez Soriano, nuestro René, había sido vencido en la batalla contra el Coronavirus que días atrás se aposentó en sus pulmones, justamente en República Dominicana, su patria, aquella que nos hizo conocer de manera poética en todos sus escritos, con olor a mandarina y nombre de mujer.
Con René, supimos de Constanza, la región donde vio la luz del día y de su clima diferente, vimos la cadencia en el caminar de Julia, oímos viejas transmisiones radiales y supimos que cuando no queda más, queda la música. A través de todos sus libros, supimos de trotes y de tientos, de retratos a lápiz, de niñas gris metal, de la dictadura, de su inagotable capacidad creativa y sobre todo, de su enorme y tierno corazón, rebelde en sus denuncias y tan gigante que lo desbordaba en su estatura literaria y física.
René, cómplice indiscutible en todas las actividades, siempre risueño, sencillo, noble, entregado, pendiente de cumplir sus compromisos como ningún otro. Esposo amoroso y abuelo enamorado. Así lo conocimos.
Lo vimos desmoronarse junto a Carmen cuando perdió a su Piero, lo vimos levantarse con el dolor atravesado en medio de su alma y dedicarse como siempre, a escribir y escribir sin tregua.
Lo leímos, lo vimos hacer sentidos poemas a su hijo muerto y organizar juicioso como en todas sus cosas, la publicación de su revista MediaIsla, de magnifico contenido literario.
Lo vimos, lo quisimos, lo oímos leer con ese inconfundible y musical acento tan suyo, lo sentimos y nos acompañamos mutuamente en todas las jornadas.
Ahora que se ha ido, dejando tan sola a su Carmen, a sus hijos, a sus nietos y a nosotros sus amigos:
¡Cómo lo vamos a extrañar!
¡Cómo te vamos a extrañar René!
Las letras latinoamericanas pierden a uno de sus mejores representantes;
René Rodríguez Soriano.
Nuestro René.
© All rights reserved Martha Daza