Editorial independiente distribuye en librerías físicas y virtuales reciente colección poética que aborda los dilemas contemporáneos desde una óptica tan sarcástica como dotada de áspero humanismo.
Recientemente Editorial Palabrava (www.editorialpalabrava.com.ar) de Santa Fe, Argentina, publicó un nuevo título del poeta, narrador y ensayista literario Luis Benítez (**): Nadie sabe dónde estuvimos (124 p.; 19 x 13 cm – Colección Rosa de los Vientos, ISBN 978-987-4156-28-0, 2021).
El volumen consiste en cuarenta y cinco trabajos de muy diferente extensión, donde apelando a distintas variantes de estilo el autor transita por lo que define el texto de contracubierta como «una entrada y una salida en cada poema que nos va llevando de la mano hacia un corazón turbio que observa con pena. Quizá, la decepción y el malestar del poeta oculten un profundo dolor ante lo manifiesto del mundo, y —también— sobre lo que no está expuesto en forma precisa». Agrega luego el texto de referencia: «Con humor ácido a veces, con agnosticismo en otras, expone las dudas sobre lo que existe en lo recóndito del alma humana. Su socarrona ironía nos transporta a un universo en donde las preguntas abundan y las respuestas son escasas. Lo cotidiano va cayendo hacia el absurdo y lo que parece ser una luz pronto se transforma en quimera».
Lo anterior define de manera meridiana los contenidos del poemario, que en lo formal propone ciertas innovaciones respecto del modo habitual en Benítez de abordar la factura poética.
En Nadie sabe dónde estuvimos encontramos un mayor despliegue de los recursos coloquiales, así como un empleo más acusado de la ironía y el sarcasmo que salpica diversas secciones del conjunto, aunque invariablemente supeditado al eje principal del sentido general, esto es, sin gratuidad alguna, sino por el contrario reafirmándolo y ampliando sus alcances con su potencia expresiva. Ejemplos de este subrayado irónico del sentido se hallan abundantemente presentes en toda la obra, atacando y corroyendo las nociones habitualmente aceptadas de la mística (La vejez de Arjuna, págs. 33-39); la ilusión del progreso personal (Fruta de los charlatanes, págs. 40-42); la nostalgia (Tal como el comienzo de una frase en el cielo, págs. 43-44) o la tranquilizadora ignorancia del papel que ocupamos en el universo (Marshmallow, págs. 45-47, y 3c321, págs. 48-51), por citar unos pocos casos.
Asimismo, es de señalar el uso uniforme del voseo rioplatense en toda la obra —otra modificación en relación a las obras anteriores de Luis Benítez en el género— que desde luego no obstaculiza en modo alguno la lectura por parte de cualquier hispanoparlante.
Colección poética de tan reciente escritura como publicación —en comunicación personal, el poeta puntualizó que corresponde a composiciones elaboradas entre 2017 y 2019— Nadie sabe dónde estuvimos presenta sus innovaciones al filo de un trabajo de cuarenta y un años con la poesía, habida cuenta de que el poemario inicial del autor fue Poemas de la Tierra y la Memoria (Ediciones Stephen & Bloom, Buenos Aires, enero de 1980), primera entrega, desde el punto de vista cronológico, de la que luego sería definida como la Generación Poética Argentina de los ’80.
Otro aspecto remarcable de este flamante título del sello santafesino es el abordaje que realiza Benítez de los contenidos sociales, detalle no tan explícito en sus poemarios precedentes. En trabajos como Hombres y mujeres comunes (págs. 52-54), Zyklon© Valley (***) (págs. 88-94) —premonitorio de la tensa situación política internacional y aún de la pandemia que en estos momentos sigue encarnizándose con el planeta— o Tuviste varios horizontes país (págs. 73-75), que son algunos de los más extensos de todo el conjunto, se advierte la crispación tan propia del hombre contemporáneo y de cualquier latitud ante la indefensión y la intemperie que someten al individuo en el conflictivo tiempo presente.
Corresponde destacar, en lo referido al objeto-libro que da formato físico a esta edición —también disponible como e-book en todas las tiendas virtuales— su cuidado trabajo de edición y diseño. Esta característica es propia de la muy alta calidad a la que ya nos tiene acostumbrados el joven pero pujante sello de la provincia de Santa Fe, dirigido por la poeta y escritora Patricia Severín con la codirección de la Lic. Viviana Rosenzwit. Una muestra más del talento de los diseñadores Álvaro Dorigo y Noelia Mellit, quienes junto con el artista fotográfico Sebastián Pachoud, autor de la imagen de cubierta, titulada El lugar de estar, tanto han contribuido a dotar de belleza gráfica a esta nueva entrega del poeta Luis Benítez.
Stella Maris de Trelles (*)
(*) Escritora, crítica literaria y periodista. Reside en la Argentina.
Referencias
(**) El poeta, narrador y ensayista literario Luis Benítez nació en la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina, el 10 de noviembre de 1956. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria, entre ellos el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada «Macedonio Palomino» (México, 2007). Sus cuarenta y dos libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay.
(***) Vale señalar que Zyklon fue la marca comercial de un pesticida fabricado en Alemania sobre la base del cianuro de hidrógeno, también conocido como ácido prúsico, empleado posteriormente por el régimen nazi para asesinar a millones de seres humanos en los campos de exterminio.