Medaka  

Teatro Black Box Auditorium MDC

Autor e intérprete Lázaro Godoy. Diseño Vestuario Miki Avni. Compositor Jorge Gomez Abrante. Diseño de luces Joshua Gumbinner . Visuales y Video Luis Elidio D. Omni. Asistente de coreografía. Juan María Saller. Músicos Julio Roloff, Armando Rodriguez Ruidaz, Gustavo Matamoros, Robert Blatt. Producción Tigertail

Fotografía Karime Arabia

Un excelente homenaje a un ser vivo

Medaka es el nombre de un pez japonés. Limpio. Libre. Irisado. Que flota en las aguas de los mares asiáticos y que vive junto a la blancura de los arrozales o incluso en los deltas de los ríos. Su cuerpo es alargado y tiene la boca supina. No le gusta precisamente las corrientes rápidas ni el agua muy fría. Omnívoro y reptando siempre en la inmensidad del Pacífico, se alimenta principalmente de escamas y plancton. Tiene una característica muy singular: su precocidad sexual. Y otra anecdótica: es un de los pocos peces que ha viajado al espacio.

¿Por qué esta introducción? Muy sencillo: Medaka es Lázaro, sin duda, Lázaro Godoy. La humanización de un ser que nos transmite cada una de la características anunciadas en el primer párrafo.

Medaka arranca con su nacimiento. Aparece como si la propia luz del sol traspasara en el medio donde vive: el mar. Este animal irá circundando su vida a medida que crezca e, incluso, irá explorando su realidad marina paso a paso. Bordeará su propia circunferencia vital en busca de interrogantes como cualquier especie en este planeta. Pero antes que sea presa de un vivero y su guardián, la belleza de su piel y sus movimientos, van a estar ante nuestros ojos. Seremos niños mirando una pecera, mientras observamos cómo este animal acuático se despide de su vida y nos abandona.

Si algo hay que resaltar del espectáculo es todo. Repito todo. No hay nada al libre albedrío y a la vez -…lo crean o no- está todo improvisado. Este oximorón es la clave de su éxito. Lázaro más que danzar “milimetrea su cuerpo” desde la libertad y la conciencia. Cada cambio gestual es de un equilibrio imposible. Cada contorsión, son notas espontáneas que conducen a mover sus articulaciones desde la cadencia a su propia huida. Cada movimiento de cambio, un poema visual en sí mismo. Iriscente de piel, se protege con un impecable vestuario (Miki Avni) que cubre todo su ser como si fuera una momia marítima. Sólo le queda la boca para absorber el oxígeno y emitir ciertos sonidos desde el dolor.

Medaka me conmovió desde lo visceral. Esta representación aborda la importancia del medio ecológico en el cual vivimos y reivindica una nueva mirada al medio. Elementos como el fuego, el aire, o la tierra no solo cierran el ciclo de los cuatro elementos esenciales de la Naturaleza, sino que además lo hace también desde un punto de vista formal dentro de la danza contemporánea con una nueva manera de concebir el espacio y el lenguaje desde la coreografía.

Por último agradecer a Mary Luft y su pareja que Tigertail tenga la sensibilidad como para abordar estas propuestas que dan significado y proyección a Miami de la cual intentamos que sea faro en su nueva etapa urbana donde la cultura independiente parece que esté viva en cualquier punto de la ciudad. ER