Sin bien es cierto que en el arte abstracto no tenemos referencias con la realidad, siempre podemos advertir algunas señales con respecto a la misma. En la serie pictórica que en esta ocasión reseño, evidentemente logramos apreciar una obvia existencia nebular y un anuncio del cosmos por el que transita la mirada del artista y que nos hace pensar en viajes astrales. Aunque no puedo dar fe de estas experiencias, ni conozco persona alguna con quien verificar algún dato sobre el tema, me atrevo a tratar de desprenderme de la materia que estoy hecha, buscando llegar con cierta levedad y tratar de conectarme a estas creaciones.
Veamos pues, cómo vive su estado físico o dónde comienza la fantasía del artista de esta esotérica serie. Sin embargo, podríamos estar equivocados en nuestras deducciones, ya que cada persona construye su propio mundo, de la misma manera en que cada uno de nosotros define de forma muy personal los conceptos de realidad o utopía. Así que podría ser –o no ser– lo que suponemos nos plantea Carlos Fuenmayor.
Estas imágenes, concebidas en extensiones de colores variados, algunas veces desvanecidos, podrían describirnos el curso transcendental del tiempo, que a su vez contiene estructuras efímeras de algún momento o vivencia.
Formas que invaden osadamente un fondo de potente contraste, forjando la dinámica percepción de movimiento, una acción directamente relacionada con el tiempo. Estas mismas formas que atraviesan la composición, están esmeradamente equilibradas por medio de otros elementos de sombra y luz. Dos conceptos significativos y que podemos observar en todas las piezas de esta serie realizada por su creador.
Cada una de las obras del artista, expone figuras en contextos brumosos y ambiguos, con una narrativa que manifiesta la interacción de los espacios, donde el fondo o base de la obra ayudará al público a observar cierta ondulación y ritmo, logrando crear un ambiente etéreo a la vista.
El creador aborda su obra, fijándose detenidamente en la paleta que desea espaciar y sobre el pliego blanco donde su pulso inicia el desplazamiento, proyecta cada uno de los fragmentos que describirán el ciclo vital de esos instantes, a intervalos variables, logrando un discurso de esculturas pictóricas que le ayudarán a adquirir una mejor conciencia de la inmensidad y expansión de su firmamento, tema que investiga con su obra y que, por lo tanto, tendrá sentido pintarlo una y otra vez.
La exploración también podría estar ocurriendo en otro plano: el terrenal. El creador, valiéndose de ciertos detalles que lo deslumbran, abre otras opciones a su imaginario, en el cual experimenta la superficie, la luminiscencia y lo que sucede en ese instante, indagando la oscilación de la luz sobre la sombra y viceversa, más allá de su naturaleza o dimensión.
El tiempo es indetenible y tiene presencia en casi todo lo que nos rodea. Es obvio que el poder en lo creativo para dominar el presente y el futuro puede estar en nuestras manos, al explorar más a fondo la combinación de las ideas de la abstracción, el gesto y la imaginación, a través de la educación sensorial, en el arte.
Quienes se interesan en la creación de obras visuales, deberíamos ser fieles como Fuenmayor, a la fuente de inspiración y continuar explorando la relación que buscamos entre la determinación y la intuición que nos conduce a cada resultado.
Pongámosle una fecha a cualquiera de las piezas de Carlos Fuenmayor y exploremos junto a su obra algo de nuestro futuro, aunque no sabemos que nos mostrará el destino, ni entendamos realmente cómo es hacer un viaje hacia el plano astral.
Gloria MiládelaRoca
Contacto con el artista:
Carlos Fuenmayor
IG: Astronauta_fuenmayor
+1 7544232838