Generalmente no hago este tipo de presentaciones. Trato de evitarlas. Hablar sobre el trabajo de otro escritor siempre será un tema complicado, porque al final de cuentas es una visión particular sobre una obra particular. Lo hago ahora porque al publicarse se vuelve universal, de todos y por lo tanto deja de ser del autor y pasa a ser de lector, en este caso, mía, porque al haber leído este libro de cuentos de Melanie Márquez Adams, lo reinventé con mi lectura, es decir complete el círculo creativo que pretende todo autor: desde lo particular, escribir para lo general, para un lector anónimo que está ahí afuera de nuestro mundo y al cual debemos atrapar.
Lo que diré hoy es parte de mi visión particular del trabajo de Melanie, pero cada uno de ustedes encontrará su propia manera de abordar estos textos que hoy nos presenta esta autora, con un firme dominio del lenguaje, con una intención marcada de atrapar a ese lector y llevarlo por esos mundos aparentemente muy normales y cotidianos de sus historias que terminan convirtiéndose en algo extraordinario por giros inesperados de las tramas.
Creo que Melanie logra atrapar al lector, por lo menos conmigo tuvo éxito y pude disfrutar de su manejo del lenguaje para transformar lo cotidiano, con su particular forma de ver la vida, los días pasando ante nosotros, desde la descripción de una nevada donde ve a una mujer sin brazos (Melanie vive en la región sureña de Los Apalaches, en los Estados Unidos), hasta una salida de farra con amigas. Respecto a estos dos sucesos mencionados, daré un ejemplo de su forma de ver lo cotidiano. Para describir esa nevada, la primera del año, Melanie la describe de la siguiente manera en su cuento “Paseo invernal”, cito: Como novia insolente, la nieve me tuvo en ascuas, tardándose y haciéndome pensar que no llegaba. Cuando por fin lo hizo, arribó altiva, escandalosa, cubriendo todos los espacios con su tul vaporoso. Esta forma de narrar en una manera no lineal de hacerlo, en una especie de prosa poética que narra hechos transmitiendo sentimientos, busca provocar en el lector una visión con atmósfera de lo descrito y automáticamente introducirlo a un mundo diferente, a una visión de la realidad distinta, una visión propuesta por el autor, particular y compartida, que el lector, al imaginar, puede reinventar. Es decir: no se conforma con narrar simplemente que la nieve demoró en llegar ese año, sino que dice: Como novia insolente, la nieve me tuvo en ascuas, tardándose y haciéndome pensar que no llegaba. Ni tampoco dice simplemente que cuando lo hizo fue terrible, cubriéndolo todo, sino: Cuando por fin lo hizo, arribó altiva, escandalosa, cubriendo todos los espacios con su tul vaporoso.
Sobre la salida de las amigas, en otro de los cuentos de este volumen, Melanie cuenta y nos coloca de inmediato en la historia y en los perfiles sicológicos de sus personajes, rayándonos la cancha y haciéndonos entender y ser parte de esa noche de farra, al describir a las tres amigas de su cuento “Romance Art Deco”, cito: La misión de Laura y Cristina es la de anestesiar las usuales penas de amor. Para Mariana, aquella salida representa un descanso de la relación asfixiante que mantiene desde hace un par de años. Con esto, de inmediato, engancha al lector haciéndolo esperar múltiples opciones de lo que puede esperar de esa noche de fiesta entre amigas. Y estoy seguro que usted, lector, se sorprenderán con lo sucedido, al igual que yo lo hice.
La autora inicia sus cuentos siempre con un recto de derecha, con un primer golpe que pide la atención de su lector. Cortázar decía que “La novela siempre gana por puntos, mientras el cuento debe ganar por knock-out”. Melanie narra sin pérdida de tiempo y nos mete rápido en materia o por lo menos nos hace interesar para seguir leyendo. Como en el ajedrez: una buena apertura, marcara el medio juego y el final, donde se gana o se pierde. Es así como la autora guayaquileña, en cada uno de estos cuentos, desde el inicio nos aborda. Cito diferentes entradas para explicarlo un poco mejor. En su cuento “Bosque Nublado” dice de entrada: Son las cuatro de la mañana y el pitido punzante de la alarma la arranca de un descanso intranquilo. En su cuento “Atasco” comienza diciendo: – ¿Qué pasa? ¿Por qué no avanzamos? El eco de una exhalación dramática llegó desde el lado del conductor. Y en “El intruso” describe: Un hocico presionado contra el vidrio. Eso fue lo primero que la mujer divisó del intruso. Lo encontró tan quieto, que por un momento pesó que estaba muerto. En todas ellas hay elementos para que el lector se cuestione de inmediato: ¿por qué aquella mujer dormía intranquila?, ¿cuál es la razón de no avanzar y el dramatismo del conductor?, ¿Un intruso con hocico que parece estar muerto? Es decir, siempre aperturas que buscan sorprender y atrapar desde el inicio.
Hacia la mitad del libro Melanie comienza a indagar en lo misterioso, lo fantástico, lo macabro y lo surrealista incluso, en textos cortos que exigen la imaginación del lector para redondearlos a través de indicios en ellos que permiten seguirle la pista, donde temas como el desamor, la religión, lo sobrenatural o el miedo siguen apareciendo como una constante conceptual de las preocupaciones del autor. Hasta llegar al último cuento de este volumen “Fin de Paseo”, el cual conecta de inmediato al lector con el primer relato de este libro, cerrando con una introspección del escritor al ver a una mujer si brazos, en medio de la nieve, encontrándose en ella de alguna manera.
Este es un libro, compacto, parejo, equilibrado, donde la calidad de los textos se mantiene, donde se nota un oficio de escritor marcado para ofrecer al lector relatos cortos, bien armados, que despiertan interés y resultan fáciles y agradables de leer, permitiéndole a lector el querer seguir adelante en la lectura de cada uno de estos cuentos.
Quisiera terminar este análisis con uno de los textos cortos de este libro, el cual de alguna manera refleja lo que se ha sostenido en esta presentación sobre la técnica de escritura de Melanie Márquez Adams: una entrada que atrapa, un desarrollo directo bien ambientado creando atmósfera y finales sorprendentes que vuelven memorable a lo escrito.
El público manda
La temporada de caza ha comenzado. “¡Qué fastidio” protestan los cazadores, “es un dolor de cabeza tener que perseguir a esas repulsivas criaturas”!
“Su olor es insoportable” opina uno. “Pegan unos chillidos terribles”, dice el otro. En realidad, de poco les sirve quejarse a los cazadores. Ellos trabajan para los magos, quienes no se cansan de repetir que por más que intentan convencer a sus espectadores de aceptar otras alternativas, lo único que al público le interesa ver salir de los sombreros de copa, son seres humanos.
Puedes adquirir tu copia de Mariposas Negras (Eskeletra Editorial, 2017) en el siguiente enlace http://wordspalabras.com/product/mariposas-negras-de-melanie-marquez-adams/
Miguel Donoso Gutiérrez (1962) nació en Guayaquil y vivió en México, donde formó parte de los Talleres Literarios del Instituto Nacional de Bellas Artes. Fue ganador de una mención en el Premio de Poesía Joven de México en 1979, una mención única en el Premio Nacional de Cuento José de la Cuadra 1982, una mención en el Premio de Poesía del Diario El Universo en 1987 y el segundo lugar en el Premio Nacional de Cuento del Ecuador en el 2011. Ha publicado: Los marineros se reencuentran, Punta de Santa Clara, Los espacios del tiempo, Imaginario para Reinventar el Tiempo y Área de Candela, todos ellos bajo el sello de Editorial Imaginaria. En el 2010, la Editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana publica su libro de poesía Cuatro y este año 2017, bajo el mismo sello editorial acaba de publicar su nueva novela La Maleta.
Melanie Márquez Adams (Guayaquil, 1976) ha sido antologada en diversas obras tanto en Latinoamérica como en Estados Unidos. Su colección de relatos, Mariposas Negras, fue publicada en el 2017 por Eskeletra Editorial. Sus relatos y crónicas han aparecido en varios medios, impresos y digitales. Es también editora de dos antologías que recogen la obra de autores sudamericanos que escriben desde los Estados Unidos: Del sur al norte y Pertenencia. Melanie reside en la región sureña de los Apalaches donde trabaja como profesora universitaria de español.
@melmarquezadams
blog.melaniemarquezadams.com