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Agosto 2016

LOS MEXICANOS (…perdón, los míos). (1) Eduard Reboll

A Donald Trump

  1. A modo de prólogo: una reflexión

En este mismo instante lo acaban de elegir. Toda la convención de Cleveland en pie y bajo aclamación. Él, desde Nueva York, en pantalla gigante, y con el flequillo rubio… proclama su lema: “Vamos a hacer grande otra vez a América”. Nota (…Qué miedo me da esta oración).

No he podido evitarlo; mi pequeña y humilde memoria se abre a un gentilicio: los mexicanos.

  1. Los primeros

En una proyección fílmica en formato 8 mm, mi papá tiene cogida mi mano izquierda en plena calle del barrio. En la derecha, yo llevo un revolver de juguete. Desde el clásico boom boom, salen disparos continuos por la boca del arma. Un pequeño sombrero charro adorna mi cabeza. Sobre mi piel, una camisa blanca almidonada. Alrededor de mi cuello, una pañoleta roja. Dibujado con lápiz de cejas, un bigote discreto. Los pantalones, negros y bien apretados a las piernas. Mis zapatos, de punta y piel becerra. Es Febrero. El Carnaval abre sus puertas. Soy Emiliano Zapata. ¡Viva la Revolución!

joyeria mexicana

La infancia sigue. Los sábados en las sesiones del cine semanal del barrio proyectan films sobre la “glorificación nacional española” y cine de “buenas costumbres morales” –…amén-. De tanto en tanto, programan westerns y películas cómicas. Allí está mi ídolo, Mario Moreno. Sí… tuve el apodo de cantinflas entre mi pandilla porque siempre se me cayeron los pantalones como al protagonista de La vuelta al mundo en ochenta días,  El bombero atómico, El analfabeto o El barrendero. Al propiciador del tabique en la frontera, habría que recordarle que, cuando murió en 1993, hasta el mismísimo Congreso de EE.UU. le dedicó un minuto de silencio al Charles Chaplin mexicano.

Mientras, en la TV, mi padre se enorgullece de Pedro Armendáriz, Emilio Fernández “El Indio” y de Jorge Negrete con ¡Ay Jalisco no te rajes! Mi madre, en cambio, opta por María Félix con Doña Bárbara. Su perfil de mujer indomable, le recordará a mi mentor quién es su esposa. Como personas que vivieron la Guerra Civil en España, mis abuelos me hablarán de los exiliados republicanos a este país bajo el amparo del presidente Lázaro Cárdenas. Españoles como Giner de los Ríos, Remedios Varo, el escritor Max Aub, el poeta León Felipe. Catalanes como el autor de Antaviana Pere Calders, Agustí Bartra, Pere Bosch… Y por supuesto alguien singular de la tierra de Aragón que adoptó la nacionalidad mexicana y dio prestigio a este país con obras únicas como Los olvidados, Nazarín, Viridiana o El ángel exterminador… Luís Buñuel: “Soy ateo por la gracia de Dios”. Sin duda, las “gracias” a México por este gesto fraternal de acogida a los huidos.

los olvidados
Los olvidados de Luis Buñuel

Pero un “garbanzo negro” -que decimos en mi país para denotar una mala persona- apareció en mi vida. Un religioso de Guanajuato: el padre Fresnadillo. Mientras disfrutábamos el campamento de verano en una localidad cercana a Barcelona en 1966, antes de ir a dormir y bajo el calor húmedo de agosto, este fraile sacaba su correa de cuero para golpearnos a latigazo limpio si hablábamos o hacíamos mofa de él. “¡Fresnadillo… Fresnadillo tócate el pirulillo¡” le gritábamos a oscuras y a voz anónima en un dormitorio donde pernoctábamos cien estudiantes de primaria en vacaciones. “¡Pendejos… me vais a oír y os aseguro que no me vais a olvidar!”. Con respecto a este último verbo, tenía razón; hoy aparece en el artículo.

Durante mi época de estudiante de bachillerato, el profesor José Luís Forcano –le debo la habilidad de saber transmitirme lo sutil y distinto en el campo del arte- nos relata la importancia que tuvieron los muralistas Diego Rivera y Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco… en la alfabetización socio-política del país. Posteriormente, los descubriría in situ en mis dos viajes hechos en el siglo XXI. Del primero, cito parte de un artículo mío del 2008:

Semana Santa en México DF: cultura y pecados de una ciudad.

Hubiera sido más coherente añadir “virtudes” al título. Habría sido un honor frente a la tentación del demonio en una época donde Jesucristo es crucificado por los deslices de la Humanidad. Pero también sería un martirio no decir que, hoy, la mayor virtud de México DF, es el patrimonio de su cultura milenaria y el colorido humano que muestra su gente en las calles… a pesar que algunos pequeños pecados, aún estén a flor de piel en la vida cotidiana de quienes la regentan y la habitan.

En el Zócalo, la plaza de la Constitución, la gente de todos los confines, desde Chihuahua a la península del Yucatán se aglomera en torno a sus edificios oficiales y la basílica. El Palacio Nacional, extiende su fachada de más de quinientos metros con una doble fila del público para poder visitar los frescos de Diego Rivera. En las paredes de una sobria escalinata y a través de una obra figurativa, se resume la historia del país hasta la fecha de su inicio, 1929. En este fresco conviven, desde Montezuma, Hernán Cortés, Marx, Trotsky o Rockefeller… hasta Frida y su hermana – amante también- Cristina Kahlo. En este patio de arcadas renacentistas, la bandera mexicana ondea en un  torreón bajo la mirada atenta de los soldados que la custodian. Con mucha diligencia y un sol ya ataviado por la primavera, se invita al “pueblo” a salir al exterior por los umbríos jardines…

  1. El México de Miami

Se inicia en la universidad de FIU, cuando en Historia de la Literatura Latinoamericana resulta un grato encuentro leer a Juan Rulfo, Sor Juana Inés de la Cruz, Elena Poniatowska, Amado Nervo, o a Octavio Paz  -lo vi por última vez en la Feria del Libro de Miami cuando llegué en 1996, junto a los cubanos Orlando Esteva y Olga Oconor. Sus versos en Piedra de Sol aún circulan en mí interior.

Un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:

Recuerdo también, la famosa “segunda persona” de la voz narrativa de Carlos Fuentes en La muerte de Artemio Cruz. O aquella nueva generación de Juan Villoro y Volpi…

Octavio Paz
Octavio Paz

Guadalajara sería el destino en mi segundo vuelo. Allí se iba a presentar la primera edición de Nagari en la prestigiosa Feria del Libro junto a Alejandra Ferrazza y su marido; el resto del equipo no pudo acercarse. Mas no pudo ser, porque no se había impreso todavía en la fecha prevista. Y aprovechamos para que fuera La lírica del crápula, mi primer poemario bajo el sello de la editorial SETRA, quien acogiera tal evento en una sala del recinto. En la contigua, salía al paso sonriente y meditabundo en su rostro, el autor de La edad de las tinieblas, el gran poeta y ganador del Premio Cervantes 2009 José Emilio Pacheco. De su famoso libro Las batallas del desierto, elijo una cita que, alguien de la otra orilla, debería tener presente antes de implementar un parapeto de ladrillo con el país limítrofe: “Pero no estaba arrepentido ni me sentía culpable: querer a alguien no es pecado, el amor está bien, lo único demoníaco es el odio”.

El día a día siguió en esta ciudad y en mis viajes. Conocí desde la reverencia el altar de los muertos en noviembre a partir del color, los aromas o los cuatro elementos de la naturaleza, el alcohol o las flores. O a diferenciar el mezcal que ingería Malcom Lowry para escribir Bajo el Volcán, del ágave que escoge Don Julio Real o Gran Patrón de Burdeos para hacer el tequila. Aprendí lo culinario desde el tópico-típico de los tacos de franquicia, hasta los ingredientes que se usan para la elaboración de los moles o tamales. O simplemente, adentrarme en el conocimiento primario de la ingestión de insectos (chapulines) o vertebrados conocidos como la iguana o el tapir. Y con los aderezos picantes del chile o especies como el cilantro, decidí optar por la moderación. Observé la sana competencia culinaria entre estados, para hablar con especificidad de sus variantes poblana, oaxaqueña, michoacana… o jalisciense. Aunque para ser sinceros, solo distingo que la horchata de arroz es yucateca, el tequila sigue siendo El Cuervo aunque reposado, mis guacamoles de aguacate tipo Hass o los exquisitos “piedrazos” hechos con pan al horno, cebollas y verduras en escabeche, son de Oaxaca.

Lo cotidiano, me ha llevado en Miami a conocer y estimar gente de este país. Gente que se ubica en el mercadillo de Redland Market. Gente trabajadora de Homestead que labora en la cosecha y recolección de frutos y hortalizas.

Redland Market (Homestead)
Redland Market (Homestead)

Pintores de los grandes que se inspiran en Turner como Luís Kerch y que pasaron desde el azar por esta ciudad. Hasta en el mundo del teatro donde ejerzo la crítica. Gente hermosamente trabajadora y profesional como Yrelkah Brown, Francisco Porras, Memo Quintanilla, Arturo Morell, mi querida y adorada Karina Domínguez, o la maestra de maestras por su sabiduría y sencillez Adriana Barraza. Por no olvidarme en este campo, mi colega, hermano y mi güey Jorge Herrera-Monroy (miré al diccionario de “insultos mexicanos” antes de adjetivar la amistad que nos une, y el vocablo es permitido jajaja ).

  1. A modo de epílogo…

Y para finalizar, este amigo sin el cual esta revista digital hoy no existiría -el fue su creador- por su trabajo y su dedicación total a nagarimagazine.com, Omar Villasana. A él y a su familia, del cual pude visitar su adorado barrio, Coyoacan, donde se ubica la prestigiosa UNAM y la casa de Frida y Diego en México DF.

A todos los que he olvidado y están presentes. A los hermanos Cuarón, a Guillermo Arriaga, a González Iñárritu, a Lubezki, Guillermo del Toro, Arturo Ripstein, Alfonso Arau… A toda la gente del mercado de San Juan de Dios en Guadalajara, espacio que me recuerda los orígenes donde nací. A todos ellos decirles que…

Yo estaré junto al río Bravo cuando se construya el muro. Yo trabajaré gratis y sin culpabilidad como obrero para detener a personas no deseadas. Para ser específico los de la tierra del Norte que vayan hacia la frontera Sur, para aprovecharse de sus habitantes. Sin duda. Desde la razón y el buen entendimiento, espero que solo sea uno al que le barre el paso hacia México

…el que tuvo la idea de crear una división entre dos pueblos de un mismo continente que están unidos bajo un mismo nombre: América. Esta última sí que es “grande” y va de Alaska a la Patagonia.

Eduard Reboll (2)

1 Este artículo es a título personal y solo representa la opinión de quien lo escribe.

2 Un ciudadano de origen catalán que se siente orgulloso de este país (EE.UU) y de ser ciudadano americano en un territorio donde culturas, pueblos y religiones de todo el mundo tienen cabida en esta nación desde el ejercicio de la libertad, el respeto y la tolerancia. Repito…Todos.

© All rights reserved Eduard Reboll

Eduard RebollEduard Reboll Barcelona,(Catalunya)

email: eduard.reboll@gmail.com

Gracias a Armando Mesa, Nina Torres, Anna Sobero y a Jorge Herrera-Monroy por vuestros sinceros comentarios y halagos a mi escritura desde la memoria...sí esperemos que este personaje...caiga por su propio peso y no sea elegido...por el bien de todos.
Eduard, mira que en tu corazon y tu razón de buen hombre caben todos tus amores, (Cataluña, Mexico y Miami) todos tus recuerdos profundos de Mexico y tus amistades mexico-miamenses (un honor estar incluido dentro de ellas mi querido amigo "revolver"... pinche guey, gracias por tu amistad y cariño). Dice un refrán popular "Todo cae por su peso" y esperemos que el Sr. Trump sea un ejemplo de ello. No tenemos armas, no guardamos odios, pero los mexicanos con capacidad de votar en Estados Unidos estaremos listos para hacerlo el 4 de noviembre... para expresar un NO ROTUNDO a eso que se esta gestando pero que esperamos se derrita y se esfume con la imagen de es falso líder, guero del copetín y del fleco, que ESTADOS UNIDOS no necesita. .
Mi querido Eduard. solo aplausos......
Genial! Me gusta mucho tu narrativa, tu elocuencia apasionada. Sin dudas eres un escritor a quién debemos prestar atención, sobre todo ahora que al parecer has llegado a la madurez, luego de que Chronos te concediera un siglo más de vida, junto a nosotros, y junto a lo que más te alegra y duele. Porque cada palabra que empleas para describir y contar los azares de tu agitada vida, más que un legado, es orgullo eterno para la cultura Hispano-Americana, y sobre todo para lo que más te vale, tu linda hija. Un abrazo amigo.
Qué lindo viaje a muchos de mis rincones favoritos de mi México lindo! Gracias,somos más los buenos y así seguirá siendo
Gracias a todos/as que habéis escrito Hector, Marcia, Esteban y Kika...abrazos...Uno puede ser lo que le dé la gana republicano, demócrata o independiente....pero no un loco o un maleducado imbuído de un narcicismo supremo. Uno no puede poner en peligro un país por un tipo como éste. Period.
Las ideas de Trump no son las ideas del pueblo americano. Nuestra America no necesita ser great again because it already IS GREAT. No estoy de acuerdo con esta doctrina de odio constante y divisionismo. Este sr. es un peligro narcisita y me aterra saber que tanta gente esta de acuerdo con el. Votare por el menos malo. Ojala pudiera votar en mi propio pais lleno del odio y recelo que lo maldice. Viva el Mexico amigo y magnifico !
Excelente,no pongo "like" pero me gusta,y mucho
Genuina, sentida y además carismática reflexión, Eduard. Me identifico con todos los rincones de tu exposición.

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