“Debemos llenar los días de vida. No la vida de días“
La cita refleja la sabiduría natural de Joan Casas, escritor novel que consigue con su novela, Los doce cristales, construir un puzzle histórico-literario que atrapa el interés del lector.
Redactar la reseña de este libro ha sido una tarea grata y difícil porque conozco personalmente al autor. La lectura siempre ha estado mediatizada por los datos biográficos que conozco y sobre todo por el “savoir faire” que practica en las relaciones sociales. Un hombre observador, discreto, bon vivant y amante de la belleza que habita seres y culturas.
La novela se estructura en una sucesión de capítulos que respetan siempre la combinación de tres estilos narrativos: la descripción de una palabra a través de frases celebres, la narración de un acontecimiento histórico y una trama policiaca teñida de apuntes autobiográficos.Intuyo que Joan Casas eligió esta singular composición temática para demostrar que la ciencia geológica, la historia y la ficción literaria pueden ser complementarias.
El lector accede a una narración precisa y didáctica sobre personajes históricos, monumentos, ciudades, que forman parte del patrimonio cultural de occidente: La Meca, Petra, Jerusalén, Los caballeros del Temple, Buda Gautama, Stonehenge, Nazca…..
La trama policiaca de la novela se desarrolla en torno a la leyenda cristiana sobre los doce cristales que Dios entrego a Abraham y que simbolizaban el poder de la tierra y el Universo. Cada uno de ellos posee una fuerza telúrica concreta; reunidos concentran un poder único para afrontar crisis mundiales.
La predicción maya señalaba el 22 de diciembre del año 2012 como la fecha que supondría un cambio de era para la humanidad.El hallazgo de los doce cristales será el leit motive de un elenco de personajes que desean encontrar el apreciado mineral antes de la fecha anunciada por los mayas.
Joan Casas emula lo mejor de Ágata Christie creando un espectro de arquetipos humanos que simbolizan el bien y el mal.El bando de los “buenos” estaría representado por Joan Palau (alter ego de Joan Casas) y su familia, Heliodora Pand, Tayri Abrera, Mostafa Akbari y Yan Li. El destino de cada uno de los personajes marcará el hallazgo de un cristal convirtiéndoles en seres predestinados a salvar a la humanidad.
El grupo de los “malos” estaría representado por la belleza asesina de los hermanos Donatella y Domenico Scolari, Rebeca Brown y Mary Lo Brown, Nathan Page, Grant Jones y el pérfido Elvis “ Drag” Mortimer.Los personajes “maléficos” consiguen poseer los cristales a través de actuaciones dignas de la mafia siciliana.
La lucha final entre las dos facciones acontecerá en la emblemática montaña de Montserrat, lugar de culto patriótic-religioso en Catalunya y también centro de la magia pagana. No voy a desvelar detalles concretos de la lucha titánica que mantuvieron las dos facciones ni el desenlace final de esta contienda. La pasión del autor por la significación mágica de los minerales se concreta en la novela en los textos que los protagonistas tienen que descifrar para encontrar los minerales y en la descripción de sus poderes mágicos. La novela de Joan Casas merece una reseña sutil que provoque una lectura tranquila y emotiva del texto. El logro más acertado de la obra es el equilibrio entre la poética íntima que define cada cristal y la ficción propia de un libro de aventuras basado en acontecimientos culturales. Un libro, sin duda, apasionante.
Ángels Martínez