A finales de la década de los treinta de siglo pasado la primera organización ilícita de tráfico de drogas en el país, que ostentaba relaciones con funcionarios de la élite gubernamental, fue organizada y operada por agentes de la alemana nazi en México. En este primer cártel estaban involucrados personajes de la talla de Gonzalo N. Santos, que desempeñó el cargo de gobernador y cacique de San Luis Potosí; Miguel Alemán Valdez, a la postre Presidente de la nación, y Maximino Ávila Camacho, ex mandatario de Puebla y hermano del llamado “Presidente Caballero”. El tráfico de opio, mariguana y heroína rumbo a California y Texas se trataba de “un plan entre Alemania y Japón para introducir estupefacientes a Estados Unidos con el objetivo de debilitar a los hombres jóvenes de aquel país”. La razón para ello es simple: la Segunda Guerra Mundial ya se percibía en el horizonte.
No sólo algunos políticos y militares mexicanos colaboraron o negociaron con los representantes de Hitler. Durante la expropiación petrolera los gobiernos de El Eje (Alemania, Japón e Italia) salvaron la nacionalización al comprar el crudo ofrecido por la naciente paraestatal Pemex, luego de que las autoridades británicas y estadounidenses amenazaran a Cárdenas con boicotear la producción mexicana si se atrevía a llevar a cabo el plan que afectaría a las empresas anglosajonas.
De manera particular la injerencia de los nazis también se vivió en Cuernavaca. El famoso actor Errol Flynn, agente secreto alemán, descansaba y operaba diversos asuntos desde su casa en la capital morelense. Asimismo, el magnate Axel Wenner-Gren, operador financiero en América del gobierno de Hitler, fue dueño de una propiedad ubicada en Rancho Cortés que actualmente es conocida como el Raquet Club. Mientras el primero luce hasta el día de hoy su halo mítico de luminaria hollywoodense, el segundo pudo salir bien librado de la debacle alemana después de la Segunda Guerra Mundial; incluso donó su embarcación Sourthern Croos a la administración de Ávila Camacho, la cual se convirtió en el primer yate presidencial Orizaba.
El complejo vínculo de las relaciones de los nazis en México, tanto con empresarios, como con los políticos más importantes de nuestro país es expuesto por Juan Alberto Cedillo en su libro Los nazis en México (Random House Mondadori, México, 2010), una interesante investigación que fue galardonada con el Primer Premio Debate de Libro Reportaje en 2007 y que tuvo como jurado a Carmen Aristegui, Miguel Ángel Granados Chapa, Vicente Leñero, Juan Villoro, Jorge Zepeda Patterson y Cristóbal Pera.
En su libro, Cedillo nos ofrece un bosquejo del panorama que se vivió durante la década de los treinta del siglo pasado y en la primera mitad de los cuarenta, un momento durante el cual la historia no aceptaba posiciones tibias ideológicamente hablando.
El escenario se teñía de tinieblas con la crisis financiera de 1929 como antecedente e impulsor de la degradación económica mundial, desembocando en el establecimiento de los regímenes totalitarios en diversas partes del orbe, pero con la Alemania nazi, de Adolfo Hitler, y la Italia fascista, de Mussolini, como paradigmas de la nueva realidad europea. Mientras tanto la España republicana padecía una lucha fratricida cuyo desenlace colocó a Francisco Franco en el poder dictatorial. En medio de todo ello, México, un país que se percibía como territorio propicio desde donde articular planes para acabar con los Estados Unidos.
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XALBADOR GARCÍA (Cuernavaca, México, 1982) es Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y Maestro y Doctor en Literatura Hispanoamericana por El Colegio de San Luis (Colsan).
Es autor de Paredón Nocturno (UAEM, 2004) y La isla de Ulises (Porrúa, 2014), y coautor de El complot anticanónico. Ensayos sobre Rafael Bernal (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2015). Ha publicado las ediciones críticas de El campeón, de Antonio M. Abad (Instituto Cervantes, 2013); Los raros. 1896, de Rubén Darío (Colsan, 2013) y La bohemia de la muerte, de Julio Sesto (Colsan, 2015).
Realizó estancias de investigación en la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, y en la Universidad del Ateneo, en Manila, Filipinas, en la que también se desempeñó como catedrático. En 2009 fue becado por el Fondo Estatal pJara la CulturPoesía, ensayo y narrativa suya han aparecido en diversas revistas del mundo, como Letras Libres (México), La estafeta del viento (España), Cuaderno Rojo Estelar (Estados Unidos), Conseup (Ecuador) y Perro Berde (Filipinas). Fue editor de la revista generacional Los perros del alba y su columna cultural “Vientre de Cabra”, apareció en el diario La Jornada Morelos por diez años.
Actualmente es colaborador del Instituto Cervantes de España, en su filial de Manila y mantiene el blog: vientre de cabra.