llega un punto en que
por todo lo vivido
conviene olvidar
quién se es
quién se espera que seas
y sobre todo, quién deberías ser
con la cara lavada
de estos maquillajes
y la mirada clara de un niño
como la yema de una rama
de sauce en septiembre
cuando el invierno
se desliza tan sólo
por un pequeño pliegue
hacia el Leteo
porque llega
–aunque no creas-
llega un punto
al acercarnos a la vejez
los hechos adelgazan
se vuelven impalpables
como bruma
¿acaso esto era todo?
¿para llegar aquí
sufrimos tanto?
una golondrina
se balancea en la ventana
¿en qué pensaba?
¡oh! hay viento fuerte
algunas ramas se quiebran
entrar en la vejez
es un cambio en la luz
entrar ¿entrar, dije?
al alejarnos
del juicio
del temor
entrar no
sino salir
al viento
al acercarnos
cómo soportar la propia historia
el peso de todo lo que hicimos
y el de lo que no
sin poder cambiarlo y midiendo
ahora, las consecuencias
del vértigo
del miedo
o de la ineptitud
cómo soportar y soltar riendas
a ver qué hace el próximo jinete
y qué entregar aún
cuando hayamos
traspasado la montura
qué otra palabra
capaz de alquimia
o acaso de perdón
y aún así
cómo soportar
haber envejecido
y no saber
hubo en mi infancia un patio amarillo
hubo además, un acolchado rojo
que los años fueron destiñendo
lo tendía en el centro
para recostarme encima
con el propósito expreso
de mirar nubes
cuánto amaba seguir las transformaciones
de castillo a dragón, de princesa
a caballo, a pajarito, a mariposa
y mi vieja desde la cocina: Graciela,
andá al almacén, necesito manteca
y yo: pero no puedo, mami, estoy ocupada,
estoy pensando
mi vieja impávida, sin saber
qué hacer con su enojo
porque intuía que la hija
no le daba una excusa, sino que era cierto
el pensamiento siempre fue mi fortaleza
frágil e invencible
como las nubes
el deseo de la piel
en cambio
se me perdió
¿cómo encontrar hoy esa voz subterránea?
apenas, el gemido de una niña
que se quedó sola con las hadas
no del todo confiables
(a Leonardo Martínez)
© All rights reserved Graciela Perosio
Graciela Perosio. Bs. As (1950) Escritora. Prof. Universitaria en Letras. Recibió la Beca Nacional de Investigación del Fondo Nacional de las Artes para estudiar la obra del poeta argentino Carlos Latorre. Publicó ocho libros de poesía: del luminoso error (1982 de autor), Brechas Muro (1986, Tierra Firme), La varita del mago (1990, Tierra Firme), La vida espera (1994, Del Dock), La entrada secreta (1999, Grupo Editor Latinoamericano), Regreso a la fuente (2005, Del Copista), Sin andarivel (2009, Del Copista), Balandro (2014, Paradiso).
Su obra ha motivado puestas escénicas multimediáticas, esculturas, pinturas y otras obras literarias. Muchos de sus poemas se han difundido por la red en sitios nacionales y extranjeros mereciendo juicios elogiosos de críticos y colegas. Un poema de su autoría fue seleccionado para realizar un afiche con ilustración de Alexiev Gandman que se presentó en las veredas de la Ciudad de Buenos Aires.