LA TAPA DE LOS SESOS
pensar en vos como un anzuelo
pensar en vos como una copa rota
pensar / salir de vos
a la orfandad del tiempo y su ruleta
al peso del insomnio
sus mastines
pensar en vos como una letanía
pensar lo irreparable
lo imposible
pensar la soga al cuello
pensar en vos como una vértebra
o como un espolón
o como un túnel
estar pensando en vos de pies y manos
y hundirme en los diluvios del pensarte.
BATTLEFIELD
Contengo multitudes
Walt Whitman
Walt arrastraba su ejército de heridos
apilaba las piernas amputadas
mojaba un dedo en sus rostros juveniles
dormía en los sangrientos hospitales
de la guerra civil americana.
En el sueño había trenes repletos de cadáveres
madres desentrañadas de sus hondos abismos
criaturas de fuego
lentas caballerías.
Walt afilaba sus desesperaciones
una lámpara ciega le quemaba los ojos
un río de culebras le golpeaba la frente.
PETROGLIFOS
mi infancia fue dibujada a lápiz
mordida por los perros
azotada por lluvias torrenciales
huyó del mundo un día saltando medianeras
oculta en el fragor de la costumbre
atravesó la noche
febril y cautivante
con una huella efímera
como de pies mojados
mi infancia fue alcanzada mar afuera
hundida a cañonazos
salvada del naufragio.
¿QUÉ POESÍA?
¿la atravesada por el humo?
¿la herida de arma blanca?
¿la que sale de noche a emborracharse
en manos del feroz tristán tzará?
¿la que reparte panes y solloza?
¿la que agita las alas del albatros
que baudelaire dejó sobre cubierta?
¿la que golpea la mesa del burgués?
¿la que muerde el exilio
con los ojos de buey llenos de cólera?
¿la que anida en el árbol de alejandra?
¿la que pasta en la huerta de efraín?
¿la que mira el oriente con los ojos en blanco?
¿la que amanece espalda con espalda?
¿la que no dice nada
la que no calla nunca?
¿qué poesía?
CONCLUSIONES
este amor que no empuño ni reclamo
este deseo que resguardo en vos
como una medallita de la suerte
este amor de sonámbulos y espías
de aliento contenido
de sangre en movimiento
una sombra pegada a la pared
trepando por la furia del espejo
amor que no es abrigo
ni sábana
ni oxígeno
sino una cuerda
que intenté sujetar
para no ahogarme
y repentinamente
se enredó en mi garganta.
© All rights reserved Guillermo Bianchi
Guillermo Bianchi (Buenos Aires, 1970)
Fue finalista y primer premio en diversos certámenes nacionales e internacionales.
Integra el grupo de poesía La Contracurva.
Escribió los poemarios La luz de los vencidos y Callar los perros.