Autor. Per Olov Enquist. Dirección y Adaptación del texto Alberto Sarraín. Elenco. Raúl Durán, Yvonne López Arenal, Letty Carmona y Héctor Alejandro González. Producción. La Má Teodora, Archivo Digital de Teatro Cubano, Joseph Carter Memorial Fund y Havanafama.
Per Olev Enquist escribió en 1975 «La noche las tríbadas». Una pieza teatral que aborda a dos protagonistas: August Strindberg y su lucha por rehacer una relación sin retorno, y la misoginia. Un maldito sentimiento en sus ramificaciones por parte del dramaturgo bajo la visión de dos lesbianas. Un discurso dramático que pondrá en la palestra al autor de “La señorita Julia” en el siglo XIX.
Estamos en pleno escenario. ¿Lugar? El teatro Dagmar de Copenhagen. Sale en primer término Siri Von Essen (Yvonne López Arenal), la ex/esposa y madre de los tres hijos de Strindberg (Raúl Durán). A continuación, entra él. Le ha propuesto dirigir la sala a su ex-esposa y empezar el ensayo de “La más fuerte” junto a su amante Marie David (Letty Carmona). Una discusión, recordando su relación matrimonial, sirve, para hacer un repaso hacia la decadencia de un autor que vive su caída cuando estrena esta obra. Recriminaciones e ironías se sucederán por doquier. E incluso, hablará de un sentimiento que se apodera de él en aquel mismo instante en una novela que escribe: “Tengo miedo …un miedo espantoso. Si hubiera dicho la verdad hubiesen pensado que soy una ‘mujercita’ y no el hombre que soy.”
“August Strindberg narró obsesivamente su vida. De una forma que a veces raya la patología. Nunca podremos saber a ciencia cierta si el autor exageraba su propia existencia sobre el papel y luego trataba de mantener vivo el personaje o estaba verdaderamente loco como en algún momento creyeron las tres mujeres con las que estuvo casado. De hecho, él mismo alimentó esta teoría en “Alegato de un loco” una novela que relata la relación con su primera mujer, Siri Von Essen”. Miguel del Arco. Teatro Kamikaze. Madrid.
Si bien la obra, en alguno momento, le faltó cierta energía para que el contraste y conflicto entre los mismos personajes alcancen su drama intrínseco, quiero valorar el envite que supone para un director de prestigio en esta ciudad como Alberto Sarraín (“Un mundo de cristal” de Tenessee Williams, “El día que me quieras” José Cabrujas o …“Cartas de amor a Stalin” de Juan Mayorga) el traer una temática tan actual y a la vez tan perseguida en el pasado: el conflicto que implica el amor entre dos mujeres en la sociedad norteuropea a finales del siglo diecinueve.
Una escenografía “sucia” como corresponde a la ubicación en la obra en un teatro desvencijado y deliberadamente limpio un vestuario acorde a la época. Desde la metáfora, el escenario dentro de otro escenario, el de Havanafama. Teatro incluido en el teatro de la propia vida. Y actores de talla y resolución escénica probada, como el resentido y vehemente Strindberg a cargo de Raúl Durán. La lascivia petulante e interesada que expone Yvonne López en su papel de Siri Von Essen. La de su amante Marie David, esta alcohólica contenida, que interpreta Letty Carmona; un personaje que triangula y enerva al dramaturgo sueco. O el del propio Viggo Schiwe a cargo de Héctor Alejandro González esta estrella que queda deslumbrada ante la noticia de saber quién tiene delante ante la dirección de la obra.
La noche de las tríbadas se extendió a petición popular y esto da mérito y mención a todo el equipo que hizo posible su puesta en escena. ER