En casa tengo algunos espacios que me traen ciertos recuerdos de mi infancia, todo el bullicio que hacíamos cuando estábamos en la calle, donde la única niña era yo, por lo que tuve que adaptarme aprender a jugar todos los juegos de niños varones, entender y muchas veces copiar su comportamiento.
La obra de Héctor Frank, también me traslada a mi infancia y me hace reflexionar sobra ciertos aspectos con los que a veces definen el sexo masculino y/o el femenino, como el dicho que reza: “las mujeres son el sexo débil” y como ese refrán, existen muchos más donde las mujeres estamos o nos colocan en el peldaño de abajo. Y apoyándome en la serie de este creador, aquí diré por qué no es cierto.
El artista ha dedicado buena parte de su trabajo a realizar figuras humanas cargadas de simbología y podemos observar cómo cada elemento tiene un propósito, que bien podría ser la relación con algún personaje público o uno de sus familiares o conocidos, por lo que podemos deducir que el creador se ha dedicado a la observación y estudio en cada uno de estos retratos en estilo plano y modificado. Utilizando trazos ingenuos transforma estos dibujos en personas reconocibles, por medio de su interpretación.
Podemos observar que el estilo de cada vestimenta y la paleta de colores, que el artista utiliza será con lo que define a cada uno de sus personajes, con lo que sabremos si tenemos delante la figura de un niño, un hombre adulto o una dama. Cada detalle, desde las líneas que bordean los contornos hasta el decorado en los trajes, así como el fondo que utiliza, revela tanto el sexo, como algunos rasgos de individualidad. Todos estos detalles han sido incluidos expresamente, porque son los que logran personificar el retrato.
Sin embargo, el artista incluye las mismas características en cada representación: disparidad de ojos, variedad de diseños en las caras, las cuales ciertamente parecen antifaces, la tonalidad de cada fondo y la volumetría. Estas imágenes casi nunca tienen todos los sentidos definidos en contraste con sus ojos, que han sido enfatizados, agrandados y distorsionados cada uno de manera distinta y tienden a ser el elemento principal de cada composición, al igual que el cuello estilizado, detalle donde el artista afianza la elegancia en el retrato.
Las figuras que el creador nos ofrece en esta serie, a primera vista no representan sexo alguno. También podríamos decir que, para distinguir lo anterior, debemos recurrir a ciertos detalles. Cada collage tiene en su composición algunos elementos que semejan tuercas, manivelas y hasta botones de encendido, además de un sinfín de detalles que hacen difícil el reconocimiento en la primera contemplación.
Los recuerdos que tengo de mi infancia y cómo viví esa etapa son únicos. Jugué a la par de todos mis amigos y también tuve que pelear y defenderme, ya que no existía diferencia entre nosotros, porque yo era una más del grupo y siendo la única niña fui aceptada como igual. También aprendí desde aquel momento que no existen barreras ni diferencias, cuando el medio lo impone o cuando la motivación que tenemos nos alienta a lograr más de lo que creemos poder, a pesar de ser físicamente diferentes.
Gloria MiládelaRoca
Contacto con el Artista:
Héctor Frank
7866266224