No tengo hijos,
soy el hijo único de una dinastía de bastardos
que se llena el estómago y se autodestruye.
Ángelo Néstore
La luz sobre los cantiles no podrá cuantificarse
También nuestro idioma era el sol
Conocemos bien al otro por la forma en la que arde y luego nos vence
el dolor en todo ese espectro que actúa
Te debes hacer de valer al buscar el alimento porque en medio de la
jungla nadie da su piel por nada
Cuando somos inestables – sobre suelos de ceniza – también los
ciclones están
Después de la covarianza nadie me ha enseñado nada y sólo después
de mi epifanía – si te estimas tan osado – ven y llégate hasta mí
Tras contemplar el amanecer perfecto es posible que lo antiguo
simplemente no nos sirva
Las raíces reverdecen sensitivas al bel canto y al idioma que vendrá
mientras la forma del cielo se arde por mejor saber del otro
Después del amanecer perfecto te debes hacer de valer porque en
medio de la jungla habita ese espectro que actúa
La luz sobre los cantiles también busca el alimento
(ven y llégate hasta mí)
Sobre suelos de ceniza aprendí la covarianza (la cual unos años más
tarde sería esa piedra angular de mi amor por el bel canto)
Es posible que lo antiguo (sí) te de su piel por nada
Una vez que el retroceso nos lleva hasta la pared todos somos
inestables
© All rights reserved Pedro López Fernández
Pedro López Fernández es licenciado en derecho, empleado de banca y escritor español. Reside en España, en la ciudad murciana de Cehegín. Finalista en la XLVI edición del Premio Internacional de poesía Ciudad de Barbastro (Hnos. Argensola 2014) y algunos de sus poemas han sido publicados en revistas literarias como Monolito y El Humo. Autor de las novelas El Magistrado Cuernavaca (Ed. Amarante 2014) y Las cenizas de Manhattan que será publicado por la misma editorial en este 2018. plf1210@hotmail.com