Hacia el cielo
El batir de alas me despierta. Con un olor tenue a humedad, una brisa cálida acaricia mi rostro. ¿Todavía estoy vivo? Un gemido leve sale de mi garganta reseca. El dolor me atraviesa y cierro los ojos en agonía. Entre el sueño y la vigilia, me muevo en terreno rocoso. Una presencia se cierne sobre mí. Abro los ojos lentamente. Un conjunto de plumas cubre mi campo de visión. Un pico familiar se asoma. ¿Eres tú, Simurg? ¡Te extrañé, amigo mío! Me desmayo de nuevo cuando el pájaro gigante me levanta y se eleva hacia el cielo.
Un nuevo comienzo
La doncella vestida con el kimono tiembla. Se tambalea mientras el sacerdote de túnica blanca la arrastra. Lleva los ojos vendados y las lágrimas manchan sus mejillas sonrosadas. Una campana anuncia el inicio de la ceremonia. Por cruel que sea, la tradición debe continuar, y solo sirve la carne joven. El sacerdote, nervioso, toca su sombrero eboshi negro y camina hacia el altar sombrío. Yofune-Nushi emerge de la penumbra, sediento de sangre. Tokoyo se quita el disfraz de damisela indefensa y desenvaina una daga. La hoja parpadea en la oscuridad mientras salta hacia el dios-monstruo para acabar con todo.
El precio de la codicia
Una turquesa destellaba en su frente. Entre filas de dientes como agujas, se sacudía una lengua de tres bifurcaciones. Aprieto la empuñadura de la espada y mi cuerpo se tensa. Detrás del cuerpo escamoso se encuentra un cofre de tesoro; joyas relucientes brotan bajo la tapa entreabierta. Casi tropiezo con los huesos humanos enterrados en la arena. Miro sus ojos y me doy cuenta de que están ciegos. Ganj, el acaparador de tesoros, usa su lengua para detectar los movimientos del enemigo. Mientras corro hacia el monstruo, su aliento ardiente me chamusca los vellos de la piel.
© All rights reserved Toshiya Kamei
Toshiya Kamei. Maestro en Traducción Literaria por la Universidad de Arkansas. Sus cuentos más recientes se encuentran en la antología Mythical Creatures of Asia.