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Agosto 2024

GARGANTÚA (El horizonte de eventos). Santino Cortés

Cuásar

 

De entre el subsuelo

el sol naciente me envuelve los pies,

me arrulla en la distante

canción que retumba

corazón adentro.

 

Y nada existe, más que

los incesantes gritos de

quienes habitan Saturno.

 

Un golpe de sudor

empapa mi frente,

la pastilla existe dentro de mí,

guiando el paso interestelar

que mi mente toma.

 

El exterior se deshace,

me fundo en los brazos

de Casiopea, pues no me resisto

a la inmensa tentación

de poseerle.

 

Entonces todo termina

no hay agua que satisfaga la sed

de vida.

 

El cuerpo se rinde, la noche me llora.

 

 

 

 

Relatividad

 

Cuando el sol se ocultó

apareció tras el carmesí

de las luminarias en la calle,

blandiendo su espíritu

sobre la piel.

 

Dejó caer sobre mi

la insoportable brevedad

de sus brazos,

trayendo el rumor primaveral

que ha olvidó a la ciudad.

 

Mi corazón omitió un latido,

suspendiendo el tiempo

entre las alas del colibrí.

 

Mi vida entera ha transcurrido

en ese latido pendiente.

 

 

 

 

Supernova

 

En tu manto de terciopelo

me pregunto si aún habito,

sí de nuestros andares aún

queda el dejo de lo que nunca fuimos.

 

Porque entre tus nubes

aún veo los poemas que

nunca llegaste a escribir,

pero repetías sin cesar.

 

En el vestido que abandonaste

bajo las sábanas,

el planetario olor a nardo

permanece a forma de tortura china.

 

Supernova: lee mis versos,

perdona los mares que

puse de por medio,

pues siento que ahora te extravías

en el velo del olvido.

 

 

 

 

Nebulosa

 

El agua corre por mi piel,

buscando una escapatoria

de la incesante conversación,

el tragante es su único refugio.

 

Me perfumo (para estas ocasiones se agradece),

me visto de blanco

para ahuyentar malos espíritus

y me encamino hacia el abismo.

 

Allí me esperabas, con tu vestido azul,

lista para darme

la que tu no sabías, pero, sería nuestra última cima.

 

Hablamos lo que dura el concreto,

tu llorabas, apretabas el vestido

con la punta de los dedos,

mientras yo renunciaba a ti.

 

Tus labios secos de suspiros

me pedían unas horas más;

horas que yo no te podía dar.

Comenzó a llover, me marché.

 

Ahora cuando intento recordarte

mis pupilas se inundan de azul,

no hay nada más,

solo tiempo y el vestido azul.

 

 

 

 

Púlsar

 

En aquellas épocas

estuvimos a salvo,

por las tardes fumábamos

y me dabas besos en las mejillas.

 

Fue cuando la primavera

nos unió, nos hizo de nuevo

y nos despertó,

cuando me ayudaste

a transitar en la noche.

 

Cuando entre las estrellas

solamente estabas tú,

cuando mi casa aún

no era invadida por fantasmas.

 

 

 

 

Ahora me pregunto

si la primavera aún te ve

y piensa en nosotros,

si tendrá algún recuerdo

de las flores que nos dio.

 

 

 

 

© All rights reserved Santino Cortés

 

 

Santino Cortés (2002) Es un poeta y cuentista cubano-mexicano. Fue finalista del I Premio Nacional de Poesía FILCO-Sophia “Voces del Futuro”. Escribió el poemario “Icaria” publicado con Katakana Editores. Ha colaborado con revistas como Revista Etcétera, Revista Purgante y Nagari Magazine. Ha publicado poesía con el conjunto sevillano Cuadernos de Roldán. Actualmente estudia en la Universidad Iberoamericana.

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