Lelia Mordoch Gallery De septiembre 11 a octubre 31 2014
Keith Long nació en Chicago. Alrededor del los 7 años empezó sus andaduras en el campo del arte. Y desde bien temprano siempre tuvo estima por él. Más adelante se inscribió en el Art Institute of Chicago y en Universidad de Wisconsin en Madison. Ha exhibido en el Palmer House Gallery de Chicago cuando tuvo 19 años. Y durante un tiempo trabajó con materias plásticas y materiales ópticos. En 1975 empieza sus trabajos con elementos naturales del cual, esta muestra, es un ejemplo. No hay que olvidar que sus obras se han visto en muchas ciudades del mundo principalmente en Paris y Nueva York sin olvidar Lima. Rennes o Sarlat. La obra de este inquieto artista es apreciada por su amor a lo ecológico y un especial sincretismo a la hora de mostrar sus más que trabajadas esculturas en madera.
Enigmatic Figure (Figura Enigmática) es una exposición que reconstruye o deconstruye (en el más sentido etimológico de esta palabra. Recuerden a Jacques Derrida) los objetos y a veces elementos de la propia Naturaleza en nuevos obras. Objetos, mayoritariamente de madera vieja o antigua, donde sus piezas se desmenuzan. Convirtiendo, por ejemplo, un balancín en un animal utilizando sus partes. O, incluso objetos, no reconocidos como tales en sus partes, en tótems. Objetos “sustraídos” de la Naturaleza para ser transplantados -y solo medianamente intervenidos- para crear nuevas obras.
Hay un corpus de insecto asimétrico que me cautiva. Unas pinzas de humor , en su supuesto rostro, dan un toque infantil y a la vez anciano a este bicho. Una pieza que se impone principalmente por su sencillez, y su particular textura al acercarse. Consigue, en su fondo blanco de la pared en la galería, una extraña sensación cuando traduces el mate de la madera con un muy ligero toque aceitoso en un objeto de culto. Y dan unas inmensas ganas de acariciarla (lo hice…sorry). El origen orgánico de esta hermosa composición en madera natural y su silenciosa armadura como metáfora, es la belleza de esta pieza. Bajo el mismo concepto, hay otra obra mucho más explícita y simétrica, en este caso, de similitud a un cangrejo en la exposición que dan un tono elegante y limpio al discurso.
Pero lo que distingue en general a estas piezas son los elementos totémicos. Son los más potentes. A veces, adquieren la suntuosidad del sarcófago egipcio y otras son auténticos homenajes a las culturas africanas. Otras guardan el estilo más surrealista y algunas hasta tienen los trazos de Jean Arp. Piezas solemnes, serias y llenas de versos sencillos. Una obra nada impetuosa a pesar de su grandeza y por otra parte, más dirigida a lo naïf en lo litúrgico que a lo violento o esotérico que podría dar a entender el tema. Esculturas que, junto a otras más salvajes, arrancadas o abandonadas por la madre Tierra, se exhiben en la parte de atrás de la galería para diferenciarlas, probablemente, sus primeras obras de su trabajo actual. Un lujo exquisito el haber traído obra y artista ( del cual tuve el placer de saludar y conversar un rato con Keith) a Miami, por parte de Leila Mordoch Gallery. ER