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enero 2022

EN EL 130 ANIVERSARIO DE J.R.R. TOLKIEN. Alberto García Gutiérrez

 

Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez.”

John Ronald Reuel Tolkien

 

En 2022 se cumplen ciento treinta años del nacimiento de John Ronald Reuel Tolkien, un escritor que consolidó la fantasía épica,  que forjó un mundo alterno, Arda, y en él un continente, La Tierra Media, plagado de símbolos, paradigmas, seres elementales, humanos y demás criaturas del profundo de los bosques sagrados, de mundos feéricos y a la vez reflejo de nuestro mundo humano. Tolkien cual demiurgo creó un universo que fue y es atrayente, enigmático y poderoso.

Tolkien fue sensible a la poesía, a los cantos antiguos de tiempos remotos donde los humanos sentían la presencia y creían en que convivían con los seres elementales, con habitantes de bosques sagrados, creyendo que los animales tenían la facultad de hablar y existían reinos de la gente pequeña, donde los dragones eran derrotados por caballeros que por valor empuñaban su fe y por escudo su corazón. Nos abrió las puertas a un universo de imaginación que es reflejo de nuestro mundo, con sus virtudes y defectos, rescatando y modernizando los viejos mitos, las viejas leyendas, los viejos cuentos y relatos ancestrales de la especie humana.

John Ronald Reuel Tolkien, (18921973), fue escritor, poeta y filólogo, creador de un corpus literario enmarcado en el mundo de Arda, y uno de sus continentes, la Tierra Media. El hobbit,  El Señor de los Anillos, El Silmarillion y Los hijos de Húrin junto con manuscritos inéditos, relatos inconclusos, cartas, poemas e incluso una filología de diversos pueblos de la Tierra Media.

Es cierto que  el género de fantasía, y en concreto de Espada y Brujería o Épico tiene antecedentes en la obra de William Morris, E. R. Eddison o Robert E. Howard, entre otros, pero fue Tolkien el que consiguió con su obra extender y al final conquistar al público lector no solo en la angloesfera sino a todo Occidente y el resto del planeta. Fue Tolkien el que edificó durante años un universo que irradiaría vida a otros universos de fantasía tras su muerte inspirando a otros autores en el género y ramificando subgéneros que beben su fuente de la obra de Tolkien.

Un 3 de enero de 1892  En Sudáfrica vendrá al mundo un bebé hijo de Arthur Tolkien y Mabel Suffield. La familia paterna de Tolkien procedía de lo que hoy es Alemania, concretamente en Baja Sajonia. Por parte materna los Suffield estaban establecidos en la ciudad de Birmingham desde principios del siglo XIX en el comercio. Dos años más tarde, en 1894, nacería el hermano de  Ronald, Hilary Arthur. La familia Tolkien tenía previsto el permanecer en Sudáfrica ya que el padre de familia, Arthur, trabajaba en la venta de diamantes y piedras preciosas para el Banco de Inglaterra. Sudáfrica era tierra de oportunidades…pero la mala salud del pequeño Ronald, hizo que en 1895 los padres decidieron que  se trasladara con su madre Mabel y su hermano Hilary    Arthur a la metrópoli, al corazón del Imperio. Ya no volverían ninguno de los tres a ver a Arthur Tolkien, éste moriría el 15 de febrero de 1896. La ruina se abatió sobre Mabel y sus dos pequeños, Arthur no había dejado nada para una estabilidad futura sin él.  Mabel decidió llevar a sus hijos a vivir con su propia familia en Birmingham, Reino Unido. Y los paisajes de la campiña inglesa, serían los primeros recuerdos de Tolkien y fuente de inspiración para el futuro, descripciones de la futura Tierra Media, la granja de su abuela tía sería Bolsón Cerrado. El pequeño Tolkien gustaba de perderse por caminos y claros, colinas y montes. Su fértil imaginación y el contacto con la naturaleza le hacían imaginar seres elementales, jugar y explorar esos mundos entre la realidad de la naturaleza y la imaginación de sus relatos. Voraz lector prefería Alicia en el País de las Maravillas y los cuentos y leyendas tradicionales a las aventuras de un Robert Louis Stevenson. Siempre le atrajo el Reino de la gente pequeña, Arturo y sus nobles caballeros o las leyendas de ondinas, elfos y hadas…mantendrá el resto de su vida la pasión por la fantasía y por la ciencia ficción afirmando:

“Verdaderamente intento leer muchos libros, especialmente de ciencia ficción o fantasía.”

Mabel, resuelta y audaz, se encargaría de la educación de sus dos hijos. Y a fe que lo  consiguió. A Ronald le atrajo la naturaleza, la botánica en concreto, era buen dibujante y pronto tuvo aptitudes para los idiomas, su madre comenzó a enseñarle las bases del latín a una temprana edad. A los cuatro años podía leer y entender la lengua de Séneca, y escribir de forma fluida poco después de los cinco a seis años. La educación recibida de su madre fue la base de la carrera filológica posterior del joven Tolkien.

Así, Tolkien aprendería latín, francés y alemán de su madre, y mientras cursaba sus estudios primarios y secundarios inglés para posteriormente en la carrera superior inglés antiguo, finlandés, gótico, griego, italiano, noruego antiguo, español, galés y galés medieval. También estuvo familiarizado con el danés, neerlandés, lombardo, noruego, ruso, serbio, sueco y antiguas formas del alemán moderno y eslovaco. Tolkien consideraba los lenguajes inseparables de la mitología asociada con ellos, y en 1930 en el congreso de esperantistas declaró: «La construcción de su lenguaje engendra una mitología»,

Tolkien asistiría al King Edward’s School de Birmingham y más tarde a la escuela de San Felipe del oratorio de Birmingham.

En 1900 ocurriría un hecho trascendental en la vida de la familia de Tolkien. Mabel se convirtió junto con sus dos hijos al catolicismo a pesar de la fuerte oposición de su familia, de confesión baptista, que tendría como consecuencia el retiró toda la ayuda económica y poco menos que el ostracismo de Mabel y sus hijos. Fue duro el rechazo y para el joven Tolkien la figura de su madre se convirtió en algo nuevo. La vio como una mártir que por su fe sufrió el destierro de su familia y el rechazo en una sociedad que veía al catolicismo todavía como algo todavía contrario al ser británico. La fe y la profesión en el Catolicismo de esa fe fue una de las piedras angulares de la vida de Tolkien y fundamental para la creación futura de más famosa saga..

A la edad de 12 años  J.R.R. Tolkien perdería a su madre, fue un golpe devastador. Mabel había previsto que si moría sus hijos tuvieran como tutor al padre Francis Xavier Morgan, fue una elección sensata y óptima, fundamental en la futura vida de sus hijos

En una carta de 1965 a su hijo Michael, Tolkien recordaría al hombre a quien llamaba “Padre Francisco”: “Era un galés-español Tory, aprendí de él la caridad y el perdón y crecí sabiendo más”

El padre Francisco Morgan, andaluz de Cádiz aunque de padre galés, había sido amigo de Mabel, le había apoyado moral y económicamente tras su conversión y le había enseñado a Tolkien  las bases del idioma español que este emplearía en la creación de uno de los idiomas de Arga el  «naffarin». Pero no solo eso, para Tolkien fue referente en moral, ética, civismo y sobre todo sentimientos ya que este andaluz galés daba importancia más al corazón que la hipocresía victoriana de la época. El tener como tutor al padre Francisco hizo que el lugar donde él residía, el Oratorio de Birmingham, fuera motivo también de futura inspiración para el joven Tolkien más adelante. Así las torres de Perrott’s Folly y Edgbaston Waterworks, serían las torres oscuras de Orthanc y Minas Morgul en el El Señor de los Anillos.

En 1908, a los dieciséis años de edad, Tolkien conoció a Edith Mary Bratt en el orfanato donde ella residía, cuando él y su hermano Hilary se mudaron a una casa de huéspedes cercana, enamorándose perdidamente de ella que tenía 13 años.  Edith se convirtió al catolicismo ante la insistencia de Tolkien, y se casaron finalmente un 22 de marzo de 1916 en Warwick.

Los felices días de amor darían paso al horror de la guerra, las negras nubes de la guerra se cernieron por un continente que pronto volvería a la locura de la guerra y esta vez de tal forma y Tal magnitud que sería recordada la contienda como Gran Guerra …las tinieblas se alzarían por cuatro y fatídicos años y en esa contienda estaría el joven Tolkien…Tolkien descubriría un mundo que daría pie al nacimiento de Arda, La Tierra Media y El Señor de los Anillos…

En el  verano de 1915, Tolkien abandonó Oxford y se alistó en el ejército británico, había retrasado su entrada en el ejército para terminar su estudios universitarios, se unió al Ejército Británico que luchaba por entonces en la Primera Guerra Mundial. Se enroló con el rango de teniente segundo, especializado en lenguaje de signos, en el 11º Batallón de Servicio de los Fusileros de Lancashire, que fue enviado a Francia en 1916 con la Fuerza Expedicionaria Británica.

El Cuerpo Expedicionario Británico lo había trasladado a Francia, a la región del Somme, como mensajero por su facilidad con los idiomas participó en los ataques a la Schwaben Reducto y el Leipzig Saliente, hasta que sufrió la denominada fiebre de trincheras. Ello fue una bendición dentro del horror. Durante su convalecencia escribiría por primera vez un relato de fantasía épica ‘La caída de Goldolín’, en la que narra la pérdida de la ciudad más bella de los elfos.  Sustituyánse elfos y hombres por contendientes de la primera guerra mundialy hay un vívido reflejo de lo que vio, sintió y padeció Tolkien y todos aquellos que eran portados como carne de cañón

La mortalidad, la pérdida, la lucha y el resistir pasara lo que pasara fueron temas de los que Tolkien iría impregnándose. Los días que pasó en las trincheras lo llevarían a preguntarse constantemente sobre la naturaleza del bien y el mal en el ser humano. Tolkien escribirá en sus cuadernos de notas sus experiencias de guerra. Algunos de estos bocetos formarán parte de varias de las historias de El Silmarillion.

La “fiebre de trincheras”, hizo que Tolkien fuera enviado de regreso al Reino Unido el 8 de noviembre. No ha sufrido ninguna herida,  pero era un ser humano distinto, el recuerdo de las trincheras lo sumirá en una profunda depresión. Escribir, plasmar en un mundo alternativo el coraje, la valentía, el sacrificio de aquellos que como carne de cañón murieron por ideales,  la escritura fue su medicina, su terapia para poder salir de aquel oscuro y profundo pozo que era la depresión o trauma de guerra como lo llamaban en aquellos tiempos. Edith fue fundamental para ello.

A principios de 1917, aún convaleciente, Tolkien escribirá el primer relato del “Libro de los Cuentos Perdidos”: La Caída de Gondolin, en el cual se narra la trágica pérdida de la ciudad más hermosa de los elfos durante la Primera Edad, aplastada por las tropas del terrible Señor Oscuro Morgoth bajo el comando de su lugarteniente Sauron. Así, la pérdida y el dolor por los amigos caídos, la inquebrantable fe en la victoria aun cuando las tinieblas fueran envolviendo a los héroes, el heroísmo de los más humildes o la camaradería ante la adversidad serán ni más ni menos lo que proyectará Tolkien en su obra más famosa en su corpus literario. Es la Primera Guerra Mundial la que inspirará a Tolkien su mundo de Arda

Tolkien vio de forma muy clara que los soldados rasos, los más humildes, eran capaces de heroicidades para salvar a sus camaradas de armas o que tenían la capacidad de tener por escudo un corazón tan enorme que sabían que morirían para salvar a otros de ese destino… Samsagaz Gamyi fue el homenaje a todos ellos, a los más valientes entre los valientes. Tolkien escribió que la experiencia le enseñó, “una profunda simpatía y sentimiento por el Tommy, el típico soldadp inglés de infantería, especialmente el soldado alistado en los condados agrícolas. Se quedó profundamente agradecido por la lección aprendida de que cualquier ser humano, no importa su origen social, su credo o su raza, era capaz de ser valiente, solidario, capaz y camarada. De ser un héroe anónimo.

En 1918 la guerra toca a su fin con el armisticio de noviembre. Tolkien rechazó todas las medallas que se le otorgaron por haber participado en ella y se negó a cobrar su pensión por incapacidad, alegando que era deshonroso recibir dinero por haber defendido a su Patria, la Comarca su pequeño y cálido mundo, y sobre todo por el respeto a los caídos.

Tolkien había sobrevivido, su mundo había cambiado, durante los años siguientes poco a poco iría escribiendo y desarrollando el mundo de Arda…Más de una vez se había contado él  mismo entre los muertos…más de una vez Edith lo había contado entre los muertos,  pero no había ocurrido…

En Oxford, Tolkien encontraría a un amigo, fiel y leal, un hombre creador de mundos alternativos y el hombre que hizo que El Hobbit y El Señor de los Anillos se llegara a publicar. Ese hombre fue Clive S. Lewis. Tolkien gustaba de relatar a sus hijos los relatos del mundo de la comarca, de los hobbits, de la Tierra Media, y de lo que se englobaría en el universo alternativo de Arda. Fue C. S. Lewis quién le persuadió para que publicara El hobbit en 1937, el libro atrajo a lectores adultos, y se volvió lo suficientemente popular como para la editorial, George Allen & Unwin, por lo que le pidieron a Tolkien que escribiera una secuela a la obra.

En su ensayo «Sobre los cuentos de hadas», argumenta que los cuentos de hadas son válidos porque son consistentes consigo mismos y con algunas verdades sobre la realidad. Concluyó que el cristianismo en sí mismo sigue este patrón de consistencia interna y verdad externa. Su creencia en las verdades fundamentales del cristianismo y su lugar en la mitología hacen llevar a Tolkien a afirmar que la escena del Monte del Destino ejemplifica líneas del Padre nuestro.

Y en su respuesta a un lector de su obra Tolkien reconoció que:

«El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica».

Una de las mayores influencias en Tolkien era William Morris. Tolkien quiso imitar la prosa y la poesía romances de Morris, de los que se inspiró para los nombres como las Ciénagas de los Muertos en El Señor de los Anillos y el Bosque Negro. De igual forma fue una fuerte influencia la obra de Edward Wyke-Smith ‘s  y El maravilloso país de los snergs, en la futura representación de la raza de los hobbits.

Tolkien se inspiró mucho en la literatura, la poesía y la mitología germánica, anglosajona, la saga de Beowulf, las sagas nórdicas, como la saga de Volsunga y la saga Hervarar, la Edda poética, la Edda prosaica , el Cantar de los Nibelungos, sin embargo Tolkien dejó claro que la obra de Richard Wagner, El Anillo de los Nibelungos, eran diferentes y solo “Ambos anillos son redondos, la semejanza cesa“. Tolkien también reconoció varias influencias no germánicas: Sófocles y su obra ‘ Edipo Rey como elemento inspirador de El Silmarillion y Los hijos de Húrin, la epopeya nacional finlandesa, el Kalevala,

Tolkien creó un universo alternativo, un mundo en el que bajo el simbolismo, la alegoría, el paradigma y la recreación de la historia de la especie humana se desplega toda una serie de relatos que nos hablan de lo que ha movido, mueve y moverá al ser humano desde el inicio de su andadura por este universo: el amor, el odio, el valor, la cobardía, la paz, la guerra, la generosidad, el egoísmo, el bien y el mal.

Los mitos, las leyendas, los relatos, los cuentos no son más que el reflejo de lo que nosotros, los seres humanos, hemos sido, somos y seremos, Tolkien imaginó, se inspiró, recordó y escribió, y creó una mitología propia que bebe de fuentes diversas pero que ha edificado, sostenido y ampliado el género fantástico épico, de espada y brujería, legendario. Lean a Tolkien y maravíllense de la capacidad del prodigio del eterno Mito renaciendo una y otra vez en la obra imperecedera del profesor de lenguas que amo las leyendas, los cuentos y los mitos.

© All rights reserved Alberto García Gutiérrez

Alberto García Gutiérrez. Barcelona, España, 1974. Escritor, articulista, divulgador y creador del programa de radio y luego podcast Verne y Wells Ciencia Ficción. Consultor, asesor e introductor para la Editorial Gaspar & Rimbau.

Obras más recientes:

Guía de Seres Elementales y Otros Seres Fantásticos, Editorial Apache Libros.

Cuentos en el Espacio y el Tiempo, Editorial Gaspar & Rimbau

Introductor a las colecciones Recuerdos del Futuro y Recuerdos de la Tierra de los Sueños de la Editorial Gaspar & Rimbau

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