Artefactus Teatro. Del 9 al 25 de enero 2015 Viernes y sábado a las 8,30 pm. Domingo a las 6 pm. Reservaciones Eddy 786 704 57 15 o Adela 786 234 38 99
Autor. Molière. Dirección Adela Romero y Julio Bouley. Música original de Lázaro Horta. Elenco Julio Bouley, Valentina Izarra, Mabel Leyva, Santi Sierra, Miriam Benard, Engie Camila, José Gregorio Parra, Carlos Pérez, Gloria Cornejo
“¡Hacer un clásico hoy en día es una locura¡. ¿Por qué no buscas una obra que no tenga más de cuatro personajes?. Lidiar con diez actores es agotador y poco gratificante…”. Así reza los consejos y comentarios que aparecen en la segunda página del folleto que algunos le hicieron a Adela Romero antes de decidirse por Jean Baptiste Poquelin (Molière) y traernos esta versión minimalista, particular y espléndidamente bien dirigida por ella y su compañero de reparto Julio Bouley (Tartufo). Dentro de un equilibrado espacio, Artefactus, algunos lo denominan con cariño “el teatro del fin del mundo” -por la ubicación tan al oeste en la ciudad- Eddy Díaz Souza, su director, le ha dado el soporte necesario para llevar a cabo este proyecto.
Tartufo es un impostor disfrazado de beato. Ha robado el corazón de Orgón (Santiago Sierra) y el de la madre de éste, la Sra. Pernelle (Miriam Benard) aunque los dos lo niegan y lo encumbren ante su familia. Tartufo se hospeda en la casa de París de este burgués adinerado y benefactor que ciego por él su “hermano” -así lo llama- le pedirá casarse con su hija Mariana (Engie Camila) en contra de su mujer Elmira ( Valentina Izarra) que será seducida por el protagonista. Otro personaje clave en la historia: Dorina (Mabel Trujillo) la doncella de Mariana con sus oídos siempre al punto del chisme, presionará a la familia para denunciar los hechos “usted lo ve como un santo pero dentro de él no hay mas que hipocresía” le dice a la Sra Pernelle. En el mismo hogar, estarán bajo la comparsa y la tensión por descubrir al farsante Tartufo: un oficial (Jorge Gregorio Parra) el novio de Mariana, Valerio (Carlos Pérez), y Damis, el hijo mayor de Orgón (Gloria Cornejo). Un encuentro arreglado de Elmira con Tartufo donde él la busca, le servirá a su mujer para que Orgón se dé cuenta que es un malandrín. Pero Tartufo tiene aún una última carta en su cartera… ésta será su última jugada.
Hay obras que se destacan por su texto, en este caso un Molière que denuncia a la religión de su tiempo ante su hipocresía a mediados del siglo XVII en la corte de Luís XIV. Otras por la interpretación del papel de ciertos actores y actrices. Por ejemplo qué decir de la versatilidad y las transiciones que requiere el personaje de Tartufo tan bien investido por Julio Boley, medido o voraz según requiera la escena. La permanencia histriónica de Dorina en los asuntos de la casa, donde Mabel emplea sus mejores artes para sostenerla hasta el final. Una Elmira bien elegante y sutil a cargo de Valentina que coge el vuelo interpretativo ante la seducción del embaucador. La alegría juvenil bajo la estima y la sumisión hacia el padre de Mariana tan bien caracterizada por Engie y tan vitalmente contrapuesta con celo por Carlos Pérez bajo el personaje de Valerio. La gruñonería y autoritarismo de Orgón en manos de Santiago Sierra. La opción muy ligada a la comedia del arte que utiliza Gloria Cornejo para hacer el papel masculino del hijo Damis o el papel bien cómico y resuelto de Miriam Bernard como anciana quejosa al mando de un bastón en su mano izquierda como Mrs Pernelle.
Si alguna observación tuviera que hacer sería el clarificar y ralentizar un poco la dicción en general. No porque esté mal en el elenco, sino porque el texto, si bien está dialogado bajo una poesía exquisita en su origen –recuerden que Molière la escribió en versos alejandrinos en francés- la musicalidad y el tono propio del Barroco requiere una atención especial para disfrutar el significado preciso de este humor de la época.
Todos los aspectos antes nombrados más la suma de una escenografía frugal y limpia, un vestuario práctico y original (a destacar la elegancia del vestido de Elmira) y un movimiento escénico dinámico e inteligentemente diagonalizado al mismo tiempo, permiten una composición grupal en escena donde no falta detalle.
En el verano pasado. la compañía Miami Actor´s Arena, bajo la dirección de Max Ferrá puso en escena en el Lehman Center Las Mujeres Sabias. Hoy lo ha hecho Adela Romero con Tartufo… A ver cuando vemos a El Avaro o El Enfermo Imaginario pronto, representado por otras compañías. Creo que debería ser el mismo público de Miami quien lo pidiera. Bien… no se la pierdan y apoyen el teatro en esta ciudad que bastante falta nos hace. ER
