Abrir un libro —en el caso que nos ocupa una novela— es, como en cualquier acto de la vida, adentrarse en el puro azar. Uno no sabe con lo que se encontrará. Las novelas son puertas abiertas a otras existencias, a otros universos alternos al nuestro, que nacen como gérmenes en la imaginación de aquel que las escribe, pero que acaban cobrando vida en las mentes de los lectores. El éxito de una novela, de un autor, radica de forma exclusiva en su capacidad para poder penetrar en la mente de sus lectores, recrear en su imaginación un relato y atraparlos en la historia que se cuenta. Al igual que la realidad que nos envuelve —como especie dotada de inteligencia que somos—, ha de tener unas bases firmes y robustas de verosimilitud o, por el contrario, ser capaz de arrastrar al lector hasta el punto de suspensión de su incredulidad. Ha de poseer unos caracteres, unos personajes, que contengan la esencia de lo que somos o podemos ser, con nuestras virtudes y defectos. Esos personajes deben ser una representación de los ideales más elevados o lo más detestable, algo que concierna al lector, que toque su fibra sensible y que, en su conjunto, resulte atrayente, irresistible. De ese modo, al leer cada página, al devorar con deleite cada párrafo, el lector sentirá más apetito. Desde el inicio hasta el final.
Muchos son llamados en el arte de la escritura, muchos obtienen de las musas, las míticas musas, la inspiración para el acto de la creación, pero muy pocos son los que consiguen con su obra atrapar a los lectores. La imaginación es la llave que permite al lector ser testigo, copartícipe, de las aventuras y desventuras de esos seres de ficción que transitan por el universo propio de la novela. Pero lo más difícil es que perdure ese hálito misterioso, esa comunión entre autor y lector. En eso consiste el difícil oficio de contar, versar, novelar. Ese es el verdadero éxito para el escritor, lo que hace que su obra forme parte del acervo cultural de su época y se convierta en clásico. Los personajes que se han forjado en la imaginación, bajo la inspirada maestría del autor, se convierten así en seres que alcanzan la trascendencia y que resisten y perduran en el tiempo. Acaban asimilándose como algo propio e incluso son reconocibles por aquellos que nunca han leído las obras en las que aparecen. Cuando su popularidad los ha vuelto consistentes, perdurables, arquetípicos, trascienden las páginas y los libros. Para todo eso hay que poseer un don, y Dolors Fernández tiene ese don, como demuestra de forma palmaria en su obra El club del tigre blanco.
El club del tigre blanco, de Dolors Fernández (Gaspar & Rimbau, 2020), es de forma clara un ejemplo de lo que todo lector desea encontrar: aventura y misterio, intriga y sorpresa, humor y amor y… violencia. Es la aventura intensa y cruda de varias vidas interconectadas, unidas a un lugar, el reino de Tailandia, y en concreto a su capital Bangkok. Y todo sucede a caballo entre Asia, el exótico mundo de placeres consentidos o prohibidos donde todo tiene un precio, y una capital occidental cualquiera, inconcreta, la que el lector decida.
Por las calles de Bangkok aparecen personajes como Pip, Mac, Crocodile Bang o la bella Pakpao; junto con un misionero sacerdote, Azucena —una turista accidental—, su vecino Virgilio o el terrible Fantasma de la Ópera. Todos ellos son figuras en un juego de ajedrez —¿qué es la vida sino un juego de ajedrez?—, donde cada uno busca su propio sentido, consciente o inconscientemente. Todos están unidos por un eslabón invisible que interconecta las acciones de unos y otros. Karma, bardo, ciclo y tiempo flotan en los diversos actos de este coro de protagonistas que, desde diversos ángulos, mostrará al lector una historia que esconde mucho más que la simple búsqueda de lo material o del placer. Porque en realidad todos los protagonistas de esta novela cabalgan sobre un terrible tigre, la vida.
La vida de todos es, de forma irreversible, irremediable, una larga cadena formada por eslabones. Cada uno de nosotros lo es, desde el principio de los tiempos hasta el final, y en El club del tigre blanco esos eslabones no pueden soltarse. Los intentos por romperlos los unen más aún, propician nuevas ligaduras. Son las que nombramos con los términos de amor, deseo, odio, venganza, rencor, esperanza.
Aquellos que gusten de lo imaginado por la pluma de un Charles Dickens o un Mark Twain o un Jack London encontrarán algunos reflejos en esta obra, así como alusiones a otros clásicos, entre ellos, Shakespeare. Varias voces en este coro de personajes van desgranando a lo largo de la novela el periplo vital de sus vidas. Junto a ellos, un observador paralelo, un ser que recibe el nombre de Lucifer.
¿Qué es, pues, en definitiva, El club del tigre blanco? Es una propuesta literaria audaz y sin concesiones que Dolors Fernández ofrece al lector para que se sumerja en un universo donde lo prohibido es lo cotidiano, donde el juego de máscaras de la cotidianidad se deja a un lado, donde la supervivencia y la búsqueda de lo que llamaríamos un objeto de poder se muestra de forma descarnada. Hay tragedia y comedia, como en la vida misma. Hay dolor y placer, esperanza y desesperanza, amor y odio, llanto por mundos perdidos y por mundos existentes, pureza e impureza. En definitiva, El club del tigre blanco constituye un microcosmos en el que todo es posible y a la vez todo es imprevisible. En definitiva, es la visión de Dolors Fernández, que la encumbra a la categoría de observadora de la vida humana, con sus claros y sus sombras.
No podrán dejar de leer El club del tigre blanco hasta saciar su curiosidad, porque ese tigre representa la vida, con sus zarpas y sus colmillos; pero también con su hermosura, con su piel suave, con su belleza en reposo o cuando —ilusos de nosotros— creemos que lo hemos domesticado.
Alberto García Gutiérrez.
Barcelona, España, mayo de 2021.
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Alberto García Gutiérrez. Barcelona, España, 1974. Escritor, articulista, divulgador y creador del programa de radio y luego podcast Verne y Wells Ciencia Ficción. Consultor e introductor para la Editorial Gaspar & Rimbau.
Últimas obras:
Guía de Seres Elementales y Otros Seres Fantásticos, Editorial Apache Libros.
Cuentos en el Espacio y el Tiempo, Editorial Gaspar & Rimbau
Introductor a las colecciones Recuerdos del Futuro y Recuerdos de la Tierra de los Sueños de la Editorial Gaspar & Rimbau