saltar al contenido
  • Miami
  • Barcelona
  • Caracas
  • Habana
  • Buenos Aires
  • Mexico

Puede 2016

EL CASO HAMLET. Autor: William Shakespeare. Adaptación: Raquel Carrió

CASO HAMLET

Autor William Shakespeare. Adaptación escrita Raquel Carrió. Dirección Llliam Vega. Elenco Jorge Luis Alvarez, Susana Pérez, Gilberto Reyes, Carlos Garin, Anna Sobero. Fotografía . Alfredo de Armas.

Teatro Koubek Center 2705 SW 3street Miami. Fl 33135

No están ni los criados, ni las damas, ni los mensajeros, ni los soldados, ni el sacerdote, ni el sepulturero, ni toda la corte de palacio. Por no estar, ni su mejor amigo Horacio aparece. Ni el hijo del rey de Noruega, Fortimbrás que, cuando entra en la corte danesa le honora con un funeral a Hamlet al final de la obra.

Y es que no hace falta: con cinco personajes (El príncipe Hamlet, Gertrudis, Claudio Polonio/Laertes y Ofelia) y un planteamiento más ligado a un psicoanálisis teatral, o incluso al propio género policíacio, la versión de Raquel Carrió es, en mi opinión, un buen texto adaptativo para centrarnos en el tema prinicipal que es el poder, la corrupción y los deseos malsanos que conviven junto a ellos. Un asunto que, si miramos hoy a nuestro alrededor político es una estampa -…no precisamente sagrada- a denunciar y perseguir en cualquier país del mundo. Por lo tanto, reitero la oportunidad, el momento y el riesgo de llevar un clásico de este autor a Miami por El Ingenio Teatro bajo la direción de Liliam Vega. No sólo porque conmemoramos su 400 aniversario junto a otro mítico como fue Cervantes, sino por la contemporaneidad, como dije antes, del tema en el día de hoy.

La obra arranca con una simpleza escenográfica que valoro sin duda: una silla palaciega en oro y la potencia excepcional de la imagen de Gertrudis sentada en ella bajo el auspico de Claudio y Hamlet. A un lado Laertes. Y en el contrario su hermana Ofelia…La campanas de la catedral repican. Los personajes se presentan desde su dolor: Laertes “ Yo declaro que no he visto sino sombras imágenes grabadas por el tiempo sobre los muros y la piedras que nos cuentan”. Ofelia “Este es romero para tus recuerdos e hinojo para la locura. Me hubiera gustado traerte violetas …pero se marchitaron con la muerte de mi padre” refiriéndose a Polonio. Getrudis “He venido a declarar que he sido humillada…ofendida durante mucho tiempo…Es fácil decir que me he revolcado con un hombre en la cama donde yació tu padre”. El príncipe Hamlet sale disparado y le espeta a su madre “¡Yo no dije eso¡”, mientras intenta en apariencia consolar a su madre defendiendo fervorosamente el honor de su mentor. A partir de aquí, las interrelaciones sinuosas desde la envidia, el odio, la venganza, el amor idílico, el delirio o la propia muerte estarán presentes.

Si bien pongo un interrogante a la hora de concebir la dirección coreográfica y acudir a la interpretación desde el clasicismo actoral donde “lo trágico”, a mi entender, está en demasía subido de principio a fin. Soy de los que pienso que con más de veinte actores, tal como está concebida la obra original, esto funcionaría si estuviéramos en The Globe o el Royal National Theater de Londres. Pero con cinco, se acartona. Sí quiero apuntar, sin embargo, que ésto no resta importancia a la calidad de su elenco en registros, transiciones o dominio del oficio. Los momentos incestuosos de Getrudis y Hamlet son muy dignos y lascivamente bien insinuados. Así como algunos de los monólogos de Claudio justificándose a sí mismo, traduciendo su ira y su maldad con fuerza frente a la audiencia. La entrada casi celestial del Polonio de blanco, o la suntuosa sepultura de Ofelia con un velo negro presencial…son escenas dignas de ser cualificadas. Igual la elección del heavy metal como música de fondo en ciertos momentos de lucha o tragedia abierta, alternada con piezas de repertorio monacal o palaciego. O la utilización de una imagen bucólica proyectada en video, haciendo un feedback del amor de Hamlet por Ofelia cuando eran niños.

Agradezco si duda El Ingenio Teatro y al Koubek Center el apostar una vez más por una linea de teatro no comercial y ligada a honrar con ello la tradción de los que la representan así como el detalle humano que les honra el día que acudí que se lo dedicaron a las víctimas del terremoto de Ecuador. Como dice al final Laertes una vez muestra el cadáver de los tres protagonistas: “Fue el pueblo quién atacó el castillo…años de miseria y opresión lo hicieron todo…oigo los gritos en la noche”. Al fondo, uno por uno, van confesando: “…tengo las manos manchadas de sangre”.

Pregunta metafórica para ustedes ¿A quién se está refiriendo en el fondo la autora?. Lo dejo en sus manos… que doy por sentado están limpias como las mías. ER

Gracias, muchas gracias por la profundidad y claridad de tu análisis (crítica), que dibuja sin dudas tu amorío con el arte de las tablas. Una vez más...Garcias!!

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.