¡Oops! es una interjección del idioma inglés que podemos traducir al español como “uy” y es una expresión utilizada para dar a entender a nuestro interlocutor que hemos cometido un error o un hecho inapropiado, por lo general no demasiado grave, y que estamos conscientes de ello.
En este caso, lo utilizo en el titulo de esta critica teatral con picardía o humor negro para contar lo que ocurrió el pasado jueves 2 de agosto 2018 en el estreno en Miami la obra de teatro “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” / “In the Next Room (or The Vibrator Play)” de Sarah Ruhl en el On.Stage Black Box, ubicado en la parte posterior del Miami Dade County Auditorium, en una corta temporada de ocho funciones: jueves 2 y 9, viernes 3 y 10 y sábado 4 y 11 a las 8 de la noche y domingo 5 y 12 de agosto a las dos de la tarde por primera vez en español en Estados Unidos.
Una producción general de Arca Images bajo la producción ejecutiva de Alexa Kuve, la dirección de Larry Villanueva, escenografía, utilería y vestuario Jorge Noa y Pedro Balmaseda (Nobarte Interior Design), iluminación Carlos Repilado y sonido José Toledo.
El elenco, versión Miami, de “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador”, lo integran: Ariel Texidó (Doctor Givings), Jennifer Rodríguez (Señora Givings), Reina Ivis Canosa (Señora Daldry), Juan David Ferrer (Señor Daldry), Yani Martín (Elizabeth), Anna Sobero (Annie) y Héctor Medina (Leo).
Los antecedentes teatrales de esta obra se remontan a 2009 cuando fue estrenada en inglés bajo el nombre “In the Next Room (or The Vibrator Play”) en su primera estancia, en el Berkeley Repertory Theatre el 5 de febrero de 2009. Posteriormente en Broadway, comenzó su segunda temporada, en el Lyceum Theatre a partir del 22 de octubre de ese mismo año, pero la temporada oficial de la obra en Broadway fue en el Lincoln Center theater del 19 de noviembre al 10 de enero de 2010 con un total de 60 funciones.
“In the Next Room (or The Vibrator Play”) obtuvo tres nominaciones al Tony Award en 2010 a Mejor obra/comedia; Mejor actriz Maria Dizzia y Mejor diseño de vestuario por David Zinn. Además la obra fue nominada al Premio Drama Desk 2010 por el Diseño de Vestuario y también obtuvo nominacion al premio Pulitzer.
A partir de 2010 y hasta 2017 “In the Next Room (or The Vibrator Play)” ha sido representada en Estados Unidos Australia, Nueva Zelandia e Inglaterra.
En Español “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” fue estrenada, por la compañía “Plan 9” en el teatro Larco en Lima, Perú, dirigida por David Carrillo y también existen otras temporadas en España y Argentina.
Después de nueve años los estrenos en inglés y siete en español “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” invade la escena miamense a sugerencia del dramaturgo y director Nilo Cruz (‘Ana en el trópico’, premio Pulitzer 2003) y director artístico de Arca Images.
El texto de la estadounidense Sarah Ruhl (Wilmette, Illinois, 1974-) es inteligente, atrevido, incisivo e hilarante inspirado en el libro “La tecnología del orgasmo”, de Rachel P. Maines, sobre la observación que llevó a cabo un especialista de la época victoriana, quien aseguraba que tres cuartos de las mujeres que trataba podían curarse de la histeria a través de la utilización del vibrador.
Según la sinopsis de la obra “cuenta cómo el doctor Givings, un médico amante de la ciencia y fascinado con el reciente descubrimiento de la electricidad (en plena época Victoriana) prueba en una de sus pacientes, un aparato que acaba de inventar para curar la “histeria” femenina: un consolador.
La irrupción de este instrumento en las vidas de los personajes abre a un mundo inesperado y excitante, y en verdad que en “El cuarto de al lado” se devela un “tratamiento novedoso” que el doctor Givings practica con “rigurosa curiosidad científica” ante el miedo, la risa nerviosa y la complacencia de los pacientes-actores y público asistente que se vuelve cómplice y testigo ocular de los hechos.
En el elenco “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” hay experiencia y calidad. Seis cubanos y una mexicana dirigidos por Larry Villanueva garantizan una buena puesta en escena.
Ariel Texidó, encabeza el reparto, como el doctor Givings, un personaje totalmente opuesto a su más reciente aparición teatral de “En el último lugar del mundo”. Dr. Givings representa para Ariel Texidó un gran reto ya que siempre nos tiene acostumbrados a personajes cálidos y frescos. En esta obra su personaje es frío, distraído, distante y ajeno a las necesidades afectivas y sexuales de su esposa. Actuación creíble y convincente.
Jennifer Rodríguez, en el papel de la señora Givings, encarna una esposa neurótica, parlanchina, celosa e insatisfecha. Personaje importante que la actriz resuelve positivamente con algunas fallas de olvido en parlamentos, quizás los nervios del estreno provocaron esas fallas. A pesar de ello, Jennifer Rodríguez encarna una Catherine en conflicto pero inteligente, independiente y amante de su esposo.
Reina Ivis Canosa, da un “salto actoral” de la lectura de “Canto del pozo ciego” a este personaje maravilloso de la señora Daldry, misterioso al principio, pero simpático, luminoso y oralmente explosivo, que nos lleva del ocultamiento y la psicosis, a la euforia evolutiva y el atrevimiento sexual. Simplemente genial.
Juan David Ferrer, de regreso de Colombia a las tablas de Miami, nos ofrece una cátedra de actuación con su personaje Sr. Daldry. A pesar de ser un papel secundario, Ferrer lo dimensiona y lo hace grande con su talento. Gracias a el Sr. Daldry el público observa “la hipocresía” de la época victoriana y de la sociedad estadounidense del siglo XIX.
Anna Sobero es la enfermera/asistente médico. La única mexicana. Un gran ejemplo versatilidad y profesionalismo actoral. Recientemente la disfrutamos en la obra “Caricias y ausencias” al lado de Adriana Barraza y ahora nos sorprende con “Annie” demostrando que no hay papeles secundarios. La Sobero se mete en el personaje con todo. Sus silencios, sus diálogos, sus acciones muestran el drama que vive debido a la atracción y seducción por parte de alguien en este drama… Anna Sobero, a pesar de estar pasando por una condición física de recuperación, por la operación de su hombro derecho, los regala un personaje seguro, preciso y sobrio.
Yani Martín, multifacética. La nodriza Elizabeth, es un personaje completamente diferente de los que le hemos visto anteriormente, y su más reciente “En el último lugar el mundo”. En esta obra, Martín encarna a una mujer invadida por el dolor, la tristeza y la sequedad en la expresión. Pero sabia y determinante en los momentos cruciales.
Complementa el elenco Héctor Medina, quien es “Leo”. El recuerdo actoral e su actuación como “Saquiel Rafael” en “Sotto Voce” (2017) de Nilo Cruz al lado de Anna Silvetti marca su entrada en “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” y su presencia es patente en el segundo acto. Encarna un pintor, mezcla de frescura y antigüedad. Un hombre sensible, deprimido por el amor, pero también abierto a experimentar otras variantes de su sexualidad sin dejar de sentirse atraído por el sexo femenino. Medina construye un “Leo” atractivo y seductor y a la vez, tímido y respetuoso que logra atrapar a la audiencia a pesar de algunos errores en la expresión oral de sus diálogos teatrales.
Los siete artistas que participan en “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” han sido elenco alguna vez en otras obras de Arca Images, una organización de producción artística sin fines de lucro fundada en 2001 en la Ciudad de Miami, que conoce la dinámica y el espíritu profesional requeridos.
A pesar que “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” estar clasificada como una comedia, es una tragicomedia de alta calidad que tiene un titulo que encierra morbo-significados… pero realmente la obra muestra un drama profundo y humano en donde la historia sobre el vibrador eléctrico pasa a un segundo plano que logra sacar a relucir una trama de emociones y pasiones encerradas.
A pesar de estar situado en 1880 el texto traspasa la barrera el tiempo. Los problemas en la pareja sobre la sexualidad, la incomunicación, la infidelidad y la busca de la felicidad siempre han existido y toman vigencia actual y universal en esta obra.
Con respecto a la dirección escénica de “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” Larry Villanueva aprovecha al máximo el escenario dividido en cinco espacios, tres físicamente visibles: el lobby, la sala y el cuarto de al lado, el consultorio médico, y dos imaginarios: el cuarto de la bebe y el jardín. En ellos los actores se desplazan en trazos escénicos limpios y fluidos. A través del manejo de la iluminación recurrente Larry Villanueva “logra” tener el manojo de las llaves que abre y oculta recámaras y que, a su vez, abre puertas hacia espacios infinitos en la actuación con una rigurosa y muy cuidada dirección.
La escenografía, la utilería y vestuario juegan factores determinantes en la puesta. Lo primero que salta a la vista de la audiencia al entrar a la sala es la escenografía, encubierta por un telón negro trasparente, de Jorge Noa y Pedro Balmaseda, como de costumbre, Nobarte Interior Design, hace de las suyas y se apodera del espacio haciendo en ambiente espectacular. Situación similar pasa con el vestuario seleccionado con exquisito gusto, mientras que la utilería de vibradores eléctricos causan estupor y risa a los espectadores.
Mientras la obra transcurre el diseño de luces de Carlos Repilado se hace presente en forma precisa creando atmósferas adecuadas. Complementa el montaje el sonido de José Toledo y la selección de temas operísticos que acentúan momentos claves en la obra.
En conclusión “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” va más allá de una comedia y cae por momentos en teatro del absurdo. Sólo con humor las verdades son más tolerables. Hablar del sexo y sus frustraciones no es tarea fácil y en esta representación teatral se logra. Durante el desarrollo de la obra los espectadores se siente aludido y sonríe en complicidad por lo que pasa, por lo tanto la magia teatral se logra y “El Cuarto de al Lado… o una historia sobre el vibrador” se convierte en una “deliciosa” obra digna de recomendarse. Lo lamentable: su corta temporada de solo ocho funciones en dos fines de semana. Lo criticado: “puesta en escena en dos actos y con intermedio, larga”, manifestado al final de la obra por algunos espectadores. El acierto: traducción simultánea español a inglés que permite que mayor cantidad de público disfrute el desborde de las pasiones ocultas del cuarto de al lado por culpa de un gigante vibrador eléctrico… opps!
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Jorge Herrera-Monroy, periodista, crítico de teatro, blogger, productor, presentador y locutor de TV/radio. Nacido en Mérida, Yucatán, México. Con más de 35 años de experiencia en medios de comunicación en México y Estados Unidos. Egresado de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Anáhuac Norte, de la Ciudad de México. herreramonroy@hotmail.com