A: Zoyla Rosa
madre in memoriam
Tus días, estoicos madre, innumerable sílabas de
Esparta.
En tu nombre hay espinas.
Patria eres en tierras del cielo;
ya sabes tener la certeza en tu puño de
mano
donde aguantas la estrella que palpita
como un pequeño corazón del cosmos
y en tus hombros ligeros se te posa
para que los sostengas:
el poema
De silencio la puerta que guarda el misterio
He visto este lado de la sombra
ese hilo de sonido de las cosas que cantan
a la par de las cosas que lloran
Fueron tus pasos sobre la tierra
lo que todos los pasos: rumor y sombra;
tus ojos: dos esmeraldas
mirando el río que pasa.
Y pasó con tu frente coronada de espadas
Hoy tu nombre abriéndose enseñándose
el desnudo del aquí: Zoy-la Rosa,
ese salto como luna doliente este amor
buscándote la tristeza que corría en tu rostro
en plena luz para atraparla,
tu duelo terrenal, tu manto en desecho
lo que dejaste al paso Zoyla Rosa
madre de espigas
tu cuerpo, dueño del día vegetal
de resurrecciones.
Desarmando tu nombre
al espectro infrarrojo del nivel de otra luz,
apareces.
Sabías que era así;
te lo dije antes y lloraste.
Duele el sitio de la verdad duele
hasta el íntimo de la ligazón de
todos los nombres
ungidos de tu silencio:
porque duele
duele ser el nombre
de
la
Rosa
Rubí Arana. Poeta nicaragüense, exuberante y sensual; su poesía ha sido calificada de esotérica por la crítica. Es activista y promotora de las artes nicaragüenses en Miami, donde reside desde 1972. Entre sus poemarios se cuentan: Emmanuel, In nomine filii, Príncipe Rosacruz y Agua Sagrada.