Dentro. Perfomance.
Concepción e interpretación de Saida Santana.
Textos: Leopold María Panero
CCEMiami. 30 de abril 2014 (única representación)
Crónica desde las entrañas de Leopoldo M. Panero.
Asisto a un espacio en blanco donde, las paredes, protegen al espectador de la “normalidad” estúpidamente entendida por las convenciones sociales. Son las obras de distintos artistas visuales cubanos de la exposición New Cuban Outsider Art. Llamados outsiders por su condición psíquica vulnerable. Y que hace de ellos una lectura distinta de lo que hay alrededor, adquiriendo una pátina única a la hora de entender la creación. Estamos en la estancia preferente del CCE de Miami. Hoy es la clausura de esta muestra; es ya de noche con 15 minutos de retraso y la gente agolpándose alrededor del espacio en espera… que algo ocurra.
Al área escénica se unen una cajón de madera –algo así como una caja de Pandora abandonada por un camión de mudanzas. Una silla metálica con un pájaro infantilmente pintado en el respaldo. Una butaca azul y distintos objetos. Entre ellos, una cámara de video y un caballete de pintura que se van incorporando a la acción del performance a medida que avanza.
Una mujer vestida de negro y descalza, (Saida Santana), sale de un rincón de la galería y ocupa la escena en busca de una extraña concupiscencia entre nosotros y este lugar imaginario. Se detiene delante de la caja…y agarra un espejo circular del fondo mientra su cara queda iluminada por un foco interior. Sus primeras palabras, ante nuestra mirada atónita, se dirigen a alguien que supuestamente ocupa el sillón azul y vacío.
Pero conoceremos otras primaveras, cruzarán el cielo otros nombres – Jane, Margaret. El desvío en la ruta, la visita a la isla-que-no-existe, está previsto en el itinerario/…/Deje ya de retorcerse el bigote, todo quedará en unas lágrimas, en un sollozo apagado por la noche: tranquilícese señor Darling.
Unas palabras para Peter Pan
A continuación, la actriz empieza a recorrer el espacio escénico y va incorporando a su “persona” un sombrerito, unas gafas y una mirada entre ida y melancólica, mientras de sus labios sale el arranque del Ritual del neurótico obsesivo del poeta.
Escribir cuando todo está escrito
Al amanecer sucio
Levantarse y orinar
Aunque el Apocalipsis no está escrito…
En el segundo poema, se dirige sutilmente a la cámara en busca de un espejo donde reflejarse. El rostro de la actriz aparece arriba en la pared y entona con el dolor interno del que sufre-sin-saberlo, los siguientes versos para sí misma:
He vivido entre los arrabales, pareciendo
un mono, he vivido en la alcantarilla
trasportando las heces,
he vivido dos años en el Pueblo de las Moscas
y he aprendido a nutrirme de lo que suelto…
del poema Loco
damplias mangas –un homenaje a mi entender a la “erotización de La Muerte”- se posa en su cuerp.El Leopoldo M. Panero más lúbrico y cotidiano de La canción del couprier del Missisipi aparece en escena en una fascinante oralidad de la artista que nos envuelve con el texto y la confianza sincera ante su significado.
Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio
Y oigo pasar la vida como quien pone la radio.d
Fumo mucho. En el cenicero hay
Ideas y poemas y voces. Y tengo
La boca llena de sangre
Y sangre que sale de las grietas de mi cráneo
Y toda mi alma sabe a sangre …
Cercana al caballete, la protagonista descuelga un lienzo de la pared de la exposición. En la tela, aparece una mujer con la vulva al descubierto. Está pintado en un estilo propio del expresionismo más brutal en el arte; un auténtico De Kooning cuando pintaba a sus amantes. Y sobre el embrujo de una masturbación figurada y sin prejuicios ante el público, imita lo que le evoca la escena del pintor mientras recita sin artificios…
/…/ Dentro de una mujer
que sollozaba al viento
y recibía besos de labios vaginales
Vagina del poema y labio del silencio
Boca rosa del infierno
Para rezarle al viento…
del poema Sepulcro en Tarquin
El final se me anuncia bajo la intuición del que percibe una cadencia aminorada en la última transición. Lo intenso desciende en el tono y ella regresa a la escenografía original donde comienza la obra. El sujeto imaginario vuelve a estar presente. Lo mismo que el espejo donde se mira y que ahora sujeta con sus manos…
Peter Pan…abrí la caja y salieron todos los fantasmas. La habitación se llenó de sombras. Hablaron de muertos, de niños, de sangre, de alcohol…Pero ya están regresando. Vuelven al país del “nunca jamás”….Gracias Peter Pan…”
“Deje ya de retorcerse el bigote señor Darling. Tranquilícese…Peter Pan sí existe”
La gente aplaude. Unos…quizás para compensar que los fantasmas ya se han ido con el cierre. Posiblemente, la mayoría, para agradecerle a la actriz Saida Santana y a su equipo que la asesoró Vivian Rubio, Oswaldo Strongoli, Fernando Calzadilla, Paulina Gálvez, Alberto Mateos y Corrie Rice entre otros, el esfuerzo vital que dispensa en el personaje; Por alternar belleza convulsa y sencillez en la concepción de la pieza. O, simplemente, porque la “normativa social” obliga a hacerlo. Cada uno sabrá . Yo sigo escribiendo estas palabras de Panero para que ustedes las retengan con la misma intención que estos versos que puso Panero en su libreta cuando escribió Sepulcro de Tarquinia
Y lo único blanco es el semen
que cae sobre la página
El mismo placer que me ha suscitado el haber asistido, y el haber escrito esta crónica, coincidiendo con la despedida de abril que hoy cierra la página de mi calendario, con esta mancha blanca como metáfora de lo vivido.
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