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Agosto 2023

DE LAS VÍCTIMAS (VII). Carlos Gámez Pérez

Lo curioso del caso de Camus y sus tesis crítica en El hombre rebelde es que este surge cuando ya emerge la tendencia estética que va a sustituir al héroe demoníaco e individualista de Lautréamont. No es otra que la de la descripción de la barbarie a la que ese superhombre da lugar. Si esto es un hombre (1947), primera entrega de la Trilogía de Auschwitz, de Primo Levi (1919-1987), aparece cuatro años antes que el ensayo de Camus. La obra inicial de Primo Levi es un testimonio conmovedor y trascendental que se adentra en la oscuridad más profunda de la condición humana y nos hace preguntarnos, como Camus, si el camino tomado ha sido el correcto. Si el crimen está permitido, la impunidad también. A través de las páginas del relato autobiográfico, el autor italiano nos guía por los pasillos de Auschwitz, revelando los horrores inimaginables a los que fueron sometidos los prisioneros durante el Holocausto. Sin embargo, este libro va más allá de la mera representación de las víctimas de los campos de concentración, convirtiéndose en una exploración profunda de la humanidad y la supervivencia en el rostro de la adversidad.

El Holocausto fue uno de los episodios más sombríos y vergonzosos de la historia de la humanidad. Millones de personas inocentes, hombres, mujeres y niños, fueron perseguidos, deshumanizados y finalmente asesinados por el régimen nazi. La representación de estas víctimas se ha convertido en un desafío para los artistas, escritores y cineastas que intentan capturar la enormidad de su sufrimiento. Primo Levi, sin embargo, logra este cometido de una manera única y sobrecogedora.

En Si esto es un hombre, Levi elude la tentación de la exageración o la espectacularización del drama. Su enfoque es puramente testimonial y, a través de una prosa sencilla pero muy efectiva, nos presenta la vida cotidiana en el campo de concentración. Describe las condiciones infrahumanas en las que los prisioneros vivían, la lucha diaria por la supervivencia y la constante presencia de la muerte. Pero lo más impactante es la humanidad que Levi encuentra en medio de la barbarie.

A través de las historias de los hombres y mujeres con los que compartió su cautiverio, Levi nos muestra que incluso en las circunstancias más desesperadas, el espíritu humano puede mantenerse firme. El autor narra los actos de solidaridad y compasión entre los prisioneros, las pequeñas victorias y momentos de belleza que se aferran a la vida como un último acto de resistencia. Presenta a las víctimas no como seres pasivos, sino como individuos con dignidad y humanidad, a pesar de los intentos del sistema nazi de reducirlos a meros objetos desechables. La representación de las víctimas del Holocausto en Si esto es un hombre es, por tanto, un acto de resistencia en sí mismo. Primo Levi se niega a permitir que el sufrimiento de los prisioneros sea olvidado o minimizado. A través de su testimonio, da voz a aquellos que ya no pueden hablar y pone el énfasis en la necesidad de recordar.

Pero la relevancia de Si esto es un hombre no se limita solo al Holocausto. La obra de Levi se convierte en una reflexión más amplia sobre la condición de las víctimas en general. A lo largo de la historia, hemos presenciado innumerables actos de violencia y opresión que han dejado a su paso a víctimas traumatizadas y silenciadas. Y por primera vez se convierten en el centro de una estética, y no en meras comparsas de una trama. En este sentido, Levi nos brinda una perspectiva universal sobre el sufrimiento humano.

A través de su lenguaje elevado y su estilo reflexivo, Levi nos insta a no ser indiferentes ante el sufrimiento de los demás. Nos recuerda que todos somos vulnerables y que, en última instancia, nuestra humanidad está entrelazada. Su libro nos invita a cuestionar nuestras propias acciones y a comprometernos a construir un mundo más justo y compasivo.

Si esto es un hombre es mucho más que una representación de las víctimas del Holocausto. También es mucho más que un testamento poderoso de la resiliencia humana en medio de la adversidad más extrema. Primo Levi nos muestra la humanidad que se aferra a la vida incluso en las circunstancias más desesperadas. Su libro nos desafía a recordar, a aprender y a actuar en contra de la injusticia. Nos recuerda que la compasión y la empatía son valores fundamentales que debemos cultivar. Y con ello pone los mimbres para una nueva estética, una estética que se basa más en las pulsiones del cuerpo y su relación con el sufrimiento que en las del espíritu que dirigen al héroe destructivo.

 

 

 

 

© All rights reserved Carlos Gámez Pérez

 

Carlos Gámez Pérez (Barcelona. 1969) es doctor en estudios románicos por la Universidad de Miami y máster en creación literario por la Universitat Pompeu Fabra. Ha publicado la novela Malas noticias desde la isla (katakana editores, 2018), traducida al inglés en 2019. En 2018 publicó un ensayo sobre ciencia y literatura española: Las ciencias y las letras: Pensamiento tecnocientífico y cultura en España (Editorial Academia del Hispanismo). En 2012 ganó el premio Cafè Món por el libro de relatos Artefactos (Sloper). Sus cuentos han sido seleccionados para varias antologías, entre otras: Emergencias. Doce cuentos iberoamericanos (Candaya, 2013); Presencia Humana, número 1 (Aristas Martínez, 2013); y Viaje One Way: Antología de narradores de Miami (Suburbano, 2014). En 2016 compiló y editó el libro Simbiosis: Una antología de ciencia ficción (La Pereza, 2016). Ha impartido talleres de escritura en el Centro Cultural Español de Ciudad de México y en la Universidad de Navarra. Colabora con revistas literarias como Nagari, Sub-UrbanoCTXT o Quimera.

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