En los días decembrinos, que es cuando estamos mas próximos a fiestas y reuniones familiares, compartimos con amigos y seres queridos, más que en cualquier otra época del año, notamos el entusiasmo y la religiosidad que rodean casi todos estos encuentros. Advertimos, además de que la noche llega mas temprana y los sentimientos de espiritualidad y regocijo abundan al caer el sol. Pero no todos viven estos tiempos bajo las mismas creencias. Algunos buscan en diferentes fronteras, lo que para otros está en su contexto inmaterial.
Los lienzos de Alejandra Aranda recrean con insistencia la contradicción de ciertos sentimientos religiosos frente al carácter espiritual que sobresale estos días en cada uno de nosotros, a su manera.
En los oleos que elabora la artista, descubrimos algunas escenas intimas entre seres mitológicos o humanos híbridos, quienes ejecutan ciertas luchas titánicas y en otras acciones, descubrimos seres que experimentan una metamorfosis o evolución, provocada por verdaderas fuerzas o poderes desde el exterior o, de su propio interior. También aparecen monstruos humanoides con gestos amenazantes y claramente capaces de aniquilar a quienes invaden sus espacios. El realismo mágico está presente en cada una de estas piezas o movimientos de la creadora.
Las escenas, todas ejecutadas en coloraciones crepusculares o nocturnas, exponen la importancia del poder de la levedad y de los movimientos de la danza. Un elemento que claramente ha estado siempre en la vida de la autora y en la que participan sus personajes con todas las influencias que hubiese tenido la artista durante su existencia, bien sea como herencia o por interés propio y, al igual que las percepciones extrasensoriales, estas influencias se revelan en las piezas como propias de figuras populares del renacimiento: una constante que podemos distinguir aquí, como en el antiguo arte griego y romano.
En casi todas estas piezas logramos observar que se han realizado escenas en primer y segundo plano y, donde los personajes por lo general son figuras juveniles, atléticas y poseedoras de cualidades excepcionales, quienes luchan entre si o contra bestias con atributos semejantes. La simbología del esoterismo, la espiritualidad y otras corrientes del pensamiento, así como ciertas religiones, son los temas principales que se incorporan con facilidad en cada pieza, dando testimonio visual de cuáles son los intereses de la creadora.
En otras piezas observamos escenas violentas como extraídas de alguna lectura o pasaje mitológico de siglos pasados, donde las metamorfosis de cada actor ocurren en el mismo acto. Estos personajes se desafían fieramente frente a una galaxia o en el espacio sideral. En estas ilustraciones también percibimos que están destinadas a apelar directamente a las emociones del espectador, inspirando empatía por alguno de sus personajes. Los hermosos cuerpos de los contrincantes parecen estar iluminados por una luz divina que les hace ver su piel de oro o plata, en contraste con las expresiones agitadas de los contendientes.
No sólo el mito, el poder y la transformación tienen esa fuerza espiritual que nos hace querer comprender ciertos temas que conmueven el alma. La experiencia central en la practica de algunos cultos, la aproximación del conocimiento, del mundo físico y el mental, con el poder de la existencia y también un restablecimiento de los lazos formales entre hombre y Dios _para quienes tienen fe_ y entre hombre y hombre en la sociedad humana, son el eje fundamental de las buenas practicas en estos tiempos y la respuesta para quienes desean incluirse en las horas de regocijo.
Si buscamos una alegoría en estos lienzos, para esta temporada en que vivimos agitados por noticias caóticas de sanidad a nivel global y sociedades convulsionadas por muchas causas, seria tan solo hallar la sintonía del ser humano y la mística en sus acciones.
Gloria MiládelaRoca
Contacto con la artista:
Alejandra Aranda
www.instagram.com/alejandra_viviana_aranda
alejandraviviaranda@gmail.com