Dramaturgia Mikael Chávez y Erom Jimmy. Dirección Erom Jimmy. Elenco Míriam Bermúdez, Héctor Alejandro González, Rosabel Ceballes, Mónica Rodríguez. Jessica Mesa. Imagen Alejandro Alonso. Sonido. José Carlos Lugo. Producción Yvonne López Arenal y Mario García Joya.
Aquiallá (1)
El aire del mar está en el “aire”. Un espejo solar en medio del escenario centra nuestra atención. Al ser reflejado el público ante él nos sentimos como parte. Arriba un candelabro. De lado a lado, una escenografía enlazada por finas sogas, ata simbólicamente a los personajes en aquel espacio. Al fondo, un ruido de platos; delante, un cofre. Una mujer con los labios cubiertos, saca del mismo baúl la bandera de Cuba ripeada. Llaman a la puerta. Una voz solitaria dice: “Tengo hambre”. Ella es una inmigrante de ‘allá’ que encuentra en un periódico el anuncio de una habitación en una casa donde poder instalarse ‘aquí’. En definitiva, deduzcan ustedes mismos la metáfora de estos adverbios de lugar. Una serie de vicisitudes impedirán su merecido deseo ante esta decisión.
Preguntas. ¿Es “Carne” una obra ubicada en el teatro del absurdo propiamente dicho?. La manera de introducir el texto, su trama, los diálogos, la relación de sus personajes entre sí a la hora de abordar la obsesión por devorar y ser devorados parece que determinan un sí a esta respuesta
“A mi madre le gusta la carne …cree que si come carne será inmortal”
¿Tienen que ver más con la estupidez deliberada y sarcástica a la hora de escribirlo desde esta perspectiva?…¿O es, en sí, una denuncia soterrada de unos hechos de un pueblo, hoy dividido más que nunca en dos mitades?.
Sin duda su simbolismo inherente y autocrítico es patente. El esfuerzo y calidad de su elenco en la puesta en escena es notable. Miriam Bermúdez juega desde su brillantez a ser varias “madres”. Rosabel Ceballes es la mujer bellamente indomable ante los deseos de la “nueva”. La inquilina, Mónica Rodríguez asume su sorpresa hasta que se alía con el mismo deseo de la familia que la hospeda. Jessica Messa hace de allegada y dama de la justicia desde el silencio. Y para finalizar destaco sin lugar a dudas el papel de Héctor Alejandro como hijo histérico y roedor desde su potencia artística para llevarlo a cabo.
Un dato curioso: se escribió a dos manos por un dramaturgo de ‘allá’, Maikel Chávez, y un dramaturgo de ‘aquí’, Erom Jimmy. Este matrimonio entre el Teatro Akuara y Miami Factory Theater nos ofrece un buen resultado por una buena causa social y política sin ser un teatro panfletario ni victimista en su mensaje. En este caso, una buena decisión de un director que no apuesta por lo fácil ni lo de sobras conocido. El espíritu de Artaud o de Eugenio Barba están allí. ER
(1) neologismo adaptado para el titular de esta obra. Se podría definir como: querer estar en todas partes al mismo tiempo. O incluso desde la negación: no querer estar.