Este verano, acompañando el Festival Grec de Barcelona y su homenaje al teatro americano la emisora Catalunya Radio, bajo la dirección de Joan Ollé y David Guzmán ha emitido un programa en catalán encaminado a resumir la historia de EE. UU. en doce capítulos. Un repaso a las doce décadas ligadas a su pretérito. Su nombre Cafè Amèrica.
Pues bien, antes que nada, gracias a sus creadores por esta feliz idea.
Mientras acudía puntual y meritorio a conservar la salud en el gimnasio del barrio, los escuché con atención durante mis ejercicios de abdomen y sobre el treadmill. Sosteniendo mis audífonos a la par… toda la historia de este país desde el siglo XIX hasta hoy: el nacimiento de la radio, el dónut, el Ford T, el jazz en New Orleans, la industria automovilística y aeronáutica, la fórmula secreta de la Coca-Cola. El hundimiento del Mayflower en Cuba. La gran Depresión. Hasta el por qué y sus consecuencias de una Primera o Segunda Guerra Mundial. La posterior guerra-fría con la URSS. El origen del rock, el movimiento beat en San Francisco, el fracaso en Vietnam… la crisis del petróleo. El SIDA. Silicon Valley o el comienzo de la tecnología digital. Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, George H.W. Bush….
Pero ahora me voy a centrar en las tres últimas décadas, cuando yo entré a vivir en EE. UU en 1995 hasta día de hoy. Desde la perspectiva de un ser que se define como parte de esta cultura por vivir cerca de un cuarto de siglo en este país y obtener, a su vez, su ciudadanía.
Yes…I am catalan/american.
Ante ustedes, nunca mejor dicho, un café largo americano que corresponde a su relato como nación. Unas veces amargo por sus hechos no justificables de ciertos personajes que la han regentado. Y otros…, bien dulces por su aportación a la historia del mundo y el saber.
Década de los 90
Guerra del golfo; Sadam Hussein. Un iluminado intenta provocar a todo Oriente Medio. La invasión de Kuwait abre la década del “aquí-la-bomba-en-el lugar-preciso-en-vivo-y-en-directo” desde CNN. El inicio de los teléfonos móviles en el vehículo. Los beepers. Un Motorola en el bolsillo a finales de siglo. El comienzo de los reality shows como programas punta en la TV mostrando el morbo de sus supervivientes. El nacimiento del grunge, con Nirvana al frente, bajo el suicido de Kurt Cobain. La generación X. El éxito y popularidad del presidente Bill Clinton con su archiconocido affaire con Mónica Lewinsky debajo de la mesa e incitando una “non appropriate relationship”; según sus palabras declaradas en el impeachment. La aparición del cóctel white-russian en los bares del país. La muerte del hombre donde mi padre se refugiaba frente a su espejo mientras cantaba My way; el adiós de Frank Sinatra. Resevoir Dogs, Pulp Fiction Jackie Brown y la ovación de la crítica ante Tarantino y sus películas B como rotura formal. Tim Burton con Eduardo Manostijeras. La filosófica y futurista Matrix de Lilly Wachowski y Lana Wachowski. El filósosfo Fukuyama y el tan mentado fin de la historia. O las series de TwinPeaks de David Liynch buscando al asesino de Laura Palmer. Seinfeld, para entender el sentido de la amistad y los fonemas en inglés —en mi caso como nuevo residente— tal como me decía mi profesora Lian Shue Yang. (Sí, han leído bien) sin ningún acento mandarín en su haber. En los malls, seguía la lucha entre Microsoft o el Macintosh de Steve Jobs. Se funda Google y un nuevo término: “googlear”. La revolución digital era un hecho mientras esperábamos…
Década de los 00
Son las 11:59 pm del día 31 de diciembre de 1999 falta un minuto para entrar en el nuevo siglo. El Apocalipsis venía, sí o sí según la iluminación de algún pastor evangelista. Los informáticos, prediciendo la gran catástrofe en las computadoras. Pues bien, nada sucedió. Desde la realidad y los hechos, la tragedia ocurrió un 11 de setiembre de 2001 a las 7:59 am en Nueva York. Dos aviones comerciales se estrellan voluntariamente frente a las Twin Towers con una hora de diferencia. Bin Laden está detrás de los sucesos. EE. UU interviene en Afganistán y después en Irak bajo las órdenes presidenciales de Bush Jr. A partir de aquí, se inicia el terrorismo por todo el mundo. Al principio, por Al Qaeda y posteriormente por el Estado Islámico. Catalunya se presenta bajo el sello cultural en el Metropolitan de Nueva York, el año 2007. Lou Reed, Patty Smith, Laurie Anderson leerán textos de Maria Mercè Marçal, Josep Carner, Carles Riba, Blai Bonet, Pere Gimferrer. La aparición de John Irving y el Oscar por su guión de Las reglas de la casa de la Sidra. En el 2007 Jules Assange funda Wikileaks. Muere el autor de Thriller, Michael Jackson, por una sobredosis de propofol; unos analgésicos de efecto inmediato. 2009, surge bajo una misa-laica en los actos de campaña de un candidato, un mantra: “Yes we can”. El primer afroamericano en la historia de este país accede a su presidencia. Barack Obama hará ciertos cambios sociales como la reforma sanitaria y ganará la simpatía de sus votantes que lo tienen, junto a sus redes sociales, como un ídolo coherente en su discurso. El señor de los anillos de Peter Jackson en pantalla. Moulin Rouge. Ratatouille de Brad Bird. Brockeback Mountain de Ang Lee. Hasta que, en 2008, cae Lehman Brothers y todo el entramado de Wall Street. Acaba de nacer Netflix, Facebook, Twitter, WhatsApp, el Iphone, YouTube, el sistema Android, las Smart-Tablets, E-Bay, Amazon… Todo dicho.
Década de los 10
Haití. Terremoto de siete grados. Más de 250.000 muertos en la isla. EE. UU envía miles de soldados en su ayuda. Los gases de efecto invernadero predicen el calentamiento del planeta. La política energética del país forma parte de un problema internacional: los polos se deshielan a gran velocidad. Surgen los drones como juguetes-espía. La Primavera Árabe se desencadena y recibe el apoyo americano en pos de una mayor democratización. Muere Gaddafi y se encuentra el refugio de Bin Laden; su posterior ejecución fue inminente y contemplada en pantalla directa desde la Casa Blanca. Una nueva guerra se desencadena en Siria. Aparecen en el mercado las criptomonedas: el bitcoin encabeza su valor. Los robots, sí o sí, van a sustituir todo el trabajo manual en la próxima década. China se convierte en la segunda potencia económica en el mundo; la guerra de aranceles acaba de comenzar. Salen las fake news y las grandes pérdidas en los principales medios informativos impresos (New York Times, Washington Post, Wall Street Journal, USA Today…). Surge la moda del libro digital y bajan las ventas en las librerías. Las grandes plataformas HBO, Disney, Amazon Prime, Neflix, compiten entre sí y con las productoras de cine de Los Ángeles. Su producto principal, las series: Juego de Tronos, House of Cards, Homeland, The Walking Dead, Breaking Bad, The Wire, Lost, Stranger
Things. La literatura norteamericana toma el relevo mundial en calidad y oficio. Escritores de la talla de Philip Roth, Cormac McCarthy, Don DeLillo, Thomas Pynchon y por supuesto Stephen King, se suceden en la palestra. El cine ha revolucionado la técnica abaratando su producción y pensado para ser visto desde un sofá. La bobina ha muerto; también el 35 mm. Las salas, sin estar todavía bajo la lápida, entran en declive. Conceptos nuevos en Memento, Origen, National Gallery, Mad Max; Furia en la carretera. Gravity o la gran pieza de Cuarón, Roma. El cine se revoluciona y da pie a un nuevo inicio
“I Donald John Trump do solemnly swear that I will faithfully execute the Office of President of the United States and will to the best of my ability…”. Habilidad para otorgar la ciudad de Jerusalén la capital de Israel en contra de la resolución de las Naciones Unidas. La de verse con otro, tan bien peinado como él, de Corea del Norte, Kim Jong-un. Y a punto de ser propuesto para el premio Nobel de la Paz ¿…? O tener la idea brillante de edificar un muro en la línea fronteriza con México, a cargo del gobierno de este país
…silencio. El impeachment está cerca.
Donald J. Trump
✔@realDonaldTrump
Any negative polls are fake news, just like the CNN, ABC, NBC polls in the election. Sorry, people want border security and extreme vetting.
145 mil
La imagen del futuro.
El mundo de las identidades raciales o nacionales empieza a diluirse. Las ciudades punta del país se pueblan de templos evangelistas bajo la última tecnología. Iglesias de diseño. Mezquitas suntuosas que predican el entendimiento entre todas las creencias. Santuarios hindúes repletos de flores y comida para Vishnu, Shiva o Krishna. O desde la perspectiva zen, yoga o del mindfulness: templos laicos de oración.
Tu vecino puede llamarse Soong Chu-yu y gustarle el arroz con pollo en el Versalles de la calle 8 de Miami. Francisco Hernández, un yucateco que tiene una empresa de seguridad, deleitarse con el sushi de salmón junto a su revólver o apreciar el buen sake Yamagata. John Broadmeadow enseñar mandarín en una escuela después de haber vivido largo tiempo en Beijing junto a su esposa afroamericana de Atlanta. Zara Maalouf, de padre paquistaní, afirmar su religión y no lucir ningún tipo de velo en el cuerpo que tape su figura mientras dirige una empresa de vinos en Napa Valley al son de un reggaetón de Puerto Rico en sus bodegas.
Si así es, brindemos por un futuro mejor, inclusivo y abierto a toda una América donde todos quepamos desde la fraternidad. Un modelo que sea vecino de lo que, sí o sí, hoy va a ser un espejo en todo el planeta.
—¿Alguna cosa más señor?
—Sí. Póngame otro por favor. Un Café Mundo.
—Si que lo siento señor: aún no lo tenemos…Pero pronto lo vamos a pedir.
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Eduard Reboll Barcelona,(Catalunya)