En el mes de la maternidad, los recuerdos con mi madre me enternecen, como a casi todo el mundo, cuando recuerdan la suya. Me emociona la diversidad de mujeres que hoy en día cubren sus expectativas, sus anhelos e independientemente de la actividad o profesión, salen adelante en sus deberes con los hijos. Mi madre, a pesar de no tenerla en este plano terrenal, la siento siempre aquí, cumpliendo con todas sus responsabilidades y haciendo un sinfín de diligencias, cumpliendo sueños y apoyando amorosamente los míos propios.
Milagros Núñez tiene una propuesta en su portafolio. Allí los sueños surrealistas se combinan de manera fantástica, pero a la vez extraña, pues estos collages nacen de tomas reales y situaciones que bien podríamos observar en nuestro diario acontecer.
Fotos de fragmentos corporales, flores, animales y barcos que navegan en el mar o aviones de combate que cruzan el espacio aéreo. Tal vez carros o edificios y mujeres, —que muchas veces son la misma— ataviadas con joyas, maquillajes exuberantes o vestuarios fastuosos. Ellas, con todo esto y en combinación con ciertas posturas por lo general muy rebuscadas, nos envían mensajes categóricos, que indican un frontal cuestionamiento acerca de la visión que se tiene actualmente de la mujer o de su roll en la sociedad y de cómo ella desea ser vista o tratada.
En algunas de estas piezas, la creadora utiliza una combinación de técnicas, donde junto a ciertas transparencias, vemos una distorsión de la escala para crear escenas tan fantásticas, como aquellos edificios que nacen desde el fondo del mar. En otras, es el mismo mar preñado de peces, cual veredas donde las mujeres y sus nenas, caminan en alguna salida inesperada para compartir con otras más o simplemente un suelo para posar mil pies.
Todas estas escenas tan fantásticas que se advierten en lugares ondulantes, albergan las técnicas de la abstracción, el collage, arte digital o cualquier otra, sólo para confirmar con nuestros ojos, cómo la artista, llena de un inmenso imaginario para nada piadoso con el escenario, drena libremente su imaginación.
La creadora ensambla su escena a modo de rompecabezas, utilizando hábilmente los fragmentos seleccionados, consiguiendo de esta manera proyectar una sensación de movimiento y ritmo a la vista del espectador. Experimentando siempre con diferentes texturas y el color en cada composición, crea visiones de absurdo y trascendencia, con los materiales seleccionados y las yuxtaposiciones antinaturales que da a los cuerpos.
La forma abstracta es dominante en algunas de las obras de la creadora, y los objetos que logramos reconocer, sean fotografías, recortes o dibujados, también juegan un papel importante en la obra, poniendo de manifiesto la asociación que tiene con el tema o la historia que se este tratando en la pieza. En el reflejo de estas imágenes, se concentran los anhelos de mujeres que sueñan con un surrealismo fantástico y excepcional.
En su trabajo, la artista no desconoce de manera evidente la belleza, por el contrario, sugiere que debemos buscar y descubrirla por nuestra cuenta. En estas piezas debemos localizar el significado de cada una de ellas y vincular su propósito a la circunstancia, bien sea política, social o cultural. En ese contexto, también estará nuestra propia respuesta.
He descubierto un dèja-vu ineludible en cada pieza de esta creadora, que me ha lanzado a recordar y añorar pasajes de la historia familiar, junto a mi madre. Puedo presentirla esperando a sus amigas, leyendo algún libro o simplemente arreglándose para salir. La importancia que debía darse a la mujer, en la cultura y en la sociedad, siempre estuvo presente en sus actividades, tanto familiares como profesionales. La herencia de su estilo y forma de ver la vida, definitivamente afloró en su descendencia.
Gloria MiládelaRoca
Contacto con la artista
Milagros Núñez