Soñé que mataban a un hombre por robar una manzana.
Era un hombre de tez oscura, por supuesto.
Porque, ¿quién sino un hombre de tez oscura roba una manzana?
Y era una manzana roja, como habrán sospechado.
Porque así es el rubor. Aunque no solo es rubor.
Ni tampoco,
de enamorar
a un glorioso mártir se trata
—¡Qué más quisiera cualquier manzana digna!
–¿Qué manzana es manzana sin un mártir?—Pero no.
Porque el hombre de tez morena yace tendido en la acera
como un desamparado —¿Lo ven? –¿Pueden esquivarlo?
Y no será mártir, porque un mártir,
para que sea mártir,
hay que aplaudirlo,
y nuestras manos saludan en otra dirección
–¿Qué mano no haría lo mismo
en estos tiempos?
© All rights reserved Francisco Larios
Francisco Larios, Nicaragüense; reside actualmente en Estados Unidos. Ha publicado un poemario, “Cada Sol Repetido”, anamá Ediciones, Managua, Nicaragua, Noviembre del 2010 (disponible en amazon.com). Tiene varios libros inéditos, así como poemas dispersos en publicaciones impresas y digitales, tales como Hilo Azul (Revista del Centro Nicaragüense de Escritores), Círculo Poético (México), Revista Soma (Nicaragua), Letralia (Venezuela), Baquiana (Estados Unidos).