Apartment
The sough of the plumbing in the wall next
To your bedroom reminds me we are not alone.
Above us, a figure walks on an uncarpeted floor,
Pacing out a map of the future, his fears—I think
It is a man because the footsteps are heavy. I saw
The woman next door in the hallway, tall, coming
Back from the gym, exhausted, glistening, but
The neighbor below, who is silent, gives us
No clues, just a little cigarette smoke though
The vent in the bathroom. I dry my hands on your
Perfectly folded towels and think about how we create
Distance in the world to protect ourselves, to protect
The world we make for ourselves, our sudden embrace
As the door closes, quiet words as sleep takes us.
Previously published by Vending Machine on 8/21/2017
Apartamento
El sonido de las cañerías en la pared contigua
A tu habitación me recuerda que no estamos solos.
Encima de nosotros una figura anda en un suelo
Sin alfombra, traza un mapa del futuro, de sus temores.
–pienso que es un hombre, sus pasos son pesados.
Vi a la mujer de al lado en el pasillo, alta,
Que volvía del gimnasio, exhausta, brillando.
Pero el vecino de abajo, silencioso, no nos da
Seña alguna, sólo un poco de humo de cigarrillo
A través de la rejilla de ventilación del baño.
Me seco las manos en tus toallas perfectamente
Dobladas y pienso en cómo nos aislamos para protegernos,
Para proteger el mundo que nos hacemos para nosotros,
Nuestro súbito abrazo, cuando la puerta se cierra,
Palabras en voz baja, mientras el sueño nos vence.
Through the Curtains
Through the curtains, the green of bushes and shadows.
Chlorophyll and luck are the same thing for plants,
Angled sunlight in the morning, then rain splattering
Aimlessly across the leaves. In the nursing home,
My mother lay on white sheets, beneath a blanket
The color of bricks or an old stain. She was curled up,
Her bones’ imprint fossil-like on the mattress when
They turned back the bedding to change pads.
She’d been incontinent for a long time by then and
Couldn’t feed herself or straighten arms or legs.
She didn’t recognize anyone or know where she was.
The nurses kept the room warm because she shivered
In her sleep. There was a rash on her cheeks as if
A child had put on make-up for the first time.
Her hair had grown long and her nails. She reminded me
Of a featherless bird fallen to the pavement, injured,
Staring with startled eyes at some last image of
Dirt and sky. I found it too hard to look at her
Or kiss her forehead. Instead, I turned to the window
And the curtains that didn’t move.
A través de las cortinas
A través de las cortinas, el verde de los arbustos y las sombras.
La clorofila y la suerte sirven lo mismo para las plantas,
La luz en sesgo del sol por la mañana, luego la lluvia
Salpica las hojas aleatoriamente. En el hogar de ancianos
Mi madre tendida sobre sábanas blancas, debajo de una cobija,
De color de ladrillo, o mancha vieja. Enroscada,
Sus huesos dejaban huellas en el colchón, como de fósil,
Cuando doblaban las sábanas para cambiar los paños desechables.
Para entonces había sufrido de incontinencia por mucho tiempo
Y no se podía alimentar, ni estirar los brazos, ni las piernas.
No reconocía a nadie ni sabía dónde estaba.
Las enfermeras mantenían la habitación caliente porque ella
Tiritaba durante el sueño. Tenía un brote en las mejillas
Como un niño que se hubiera maquillado por primera vez.
El pelo y las uñas le habían crecido mucho. Me recordaba
A un pájaro sin plumas caído al pavimento, herido
Que miraba con ojos asombrados la última imagen del polvo
Y del cielo. Me era imposible mirarla, o besarle la frente.
Tenía que voltearme hacia la ventana
Y las cortinas inmóviles.
Morning in Portland
Orange peels on the counter, broken curls
Of skin, scent of trees from Morocco,
Spain, or somewhere else, somewhere other
Than here on this gray morning in
Maine. The sounds of tires on pavement, of
Exhaust pipes sputtering down the hill—
Why this fear of expectations, of
The scattered loveliness of this life
Not being enough? Yesterday, you felt
Old, your children accelerating
Into jobs and children of their own.
You sat in a park beneath trees you
Didn’t recognize, staring at grass and dogs
And middle-aged men napping in the
Afternoon sunlight, and considered
How innocent we all are, how much
The world ignores us, how winter doesn’t
Need permission to fade into spring,
How these 19th century brick buildings
Outlasted the people who built them.
Today, you’ll sit uncomfortably
In a plane and doze until you’re back
In Florida, where the seasons aren’t
As obvious when they change, where you’ll
Hold a woman to your chest and try
As hard as you can to make time stop.
Outside in Portland, it starts to rain.
Previously published by Vending Machine on 8/21/2017
Mañana en Portland
Cáscara de naranja en el plato, crespos rotos
De corteza, esencia de árboles de Marruecos,
España u otro lugar, cualquier otro,
En vez de este en esta mañana gris-humo
En Maine. Los sonidos de la llantas en el pavimento,
De los tubos de escape que escupen cuesta abajo.
¿Por qué este miedo de las expectativas?
¿No es acaso el encanto diseminado en la vida
Suficiente para ti? Ayer te sentiste viejo,
Tus hijos, avanzan en la vida: trabajo,
Hijos propios. Te sentaste en el parque debajo
De árboles que no reconocías, mirabas a los perros,
A hombres de edad mediana que dormían
Bajo el sol de la tarde y pensabas cuán inocentes somos,
Cuánto nos desoye el mundo, cómo el invierno
No necesita permiso para desvanecerse
Y convertirse en primavera,
Cómo estos edificios de ladrillo del siglo diecinueve
Sobrevivieron a los hombres que los construyeron.
Hoy te sentarás incómodo en un avión
Y cabecearás hasta estar otra vez en La Florida,
Donde el cambio de estaciones no es tan claro,
Donde estrecharás a una mujer contra tu pecho
E intentarás en lo posible detener el tiempo.
Afuera en Portland, empieza a llover.
© All rights reserved George Franklin
© All rights reserved regarding translations Ximena Gómez
George Franklin Además de escribir poesía, es abogado y da clases de escritura en cárceles del estado de la Florida. Recibió un grado de maestría en escritura creativa de la Universidad de Columbia, un doctorado de la Universidad de Brandeis y un doctorado en derecho de la Universidad de Miami. Sus poemas han aparecido en Salamander, The Threepenny Review, Verse, The Ghazal Page, Vending Machine Press, y Matter y su crítica literaria se ha publicado en ELH. La revista Alastor ha publicado en versión bilingüe de algunos de sus poemas.
Ximena Gómez Poeta, narradora, traductora, profesora de español como segunda lengua y psicóloga. Poemas suyos han aparecido en medios digitales e impresos como Nagari, Conexos y Círculo de Poesía. La editorial española Torremozas publicó su libro de poesía Habitación con moscas (2016). Uno de sus cuentos ha aparecido en la Nueva Antología de Poesía y Narrativa Hispanoamericana, publicada en Madrid España por la editorial Lord Byron Ediciones, en junio de 2017.