a Albert Paradera y al grupo de Sant Josep Oriol

Este título podría dar pie a un artículo clásico por estas fechas. El resumen anual es propio en el periodismo internacional cuando diciembre finaliza su trayectoria. Y el treinta y uno, se convierte en el botón último donde cerrar el abrigo con doce uvas y un sorbito de champan ante el nuevo año invernal que se avecina aquí en Barcelona.

Pudiéramos, sí o sí, citar que la conflagración entre Ucrania y Rusia se silencia porque, otra guerra sin sentido humano, ha cubierto los medios de comunicación entre el grupo terrorista de Hamas e Israel. Hablaríamos del terremoto de Turquía y Siria en febrero. De la coronación de Carlos III en Inglaterra como si se tratara de un juego de niños para sentirse monárquico por unas horas. De cómo un candidato en Argentina, toma una sierra de talar árboles para promocionar su fuerza política como metáfora; y resulta que gana las elecciones. Añadir, el eclipse solar o el huracán Otis damnificando a la ciudad de Acapulco en octubre. O simplemente, recrearnos este mes bajo el rojo intenso del volcán en Islandia que, a pesar que sí ha creado destrozos pero no víctimas, el mundo hotelero del país se frota las manos cuando el fenómeno acabe como fuente de atracción turística.

Éste es el cosmos de hoy, aquí en la Tierra. Seguimos.

Pues bien, para la reflexión cotidiana del día a día y nuestro quehacer como sujetos pensantes, existe hoy una solución literaria que roza el género: filosófico, bíblico, de la tradición sufí, o siguiendo el Dhammapadahna budista…entre otras fuentes laicas. O la simple reflexión cotidiana como sujeto existencial de su autor y los que le rodean. Este libro tiene por nombre…

365 Motius per Viure Despert ( 365 motivos para vivir despierto) Ed. Comanegra 2020. Albert Parareda.

“Eduard, ¿por qué no lo has ubicado en la sección literaria de nagarimagazine.com” en Miami? Muy sencillo: por dos razones. La primera es porqué el lector hispano en EE.UU –desafortunadamente– no tendrá acceso a la lectura en su propia lengua. Sólo está editado, en la el idioma de Salvador Espriu o Mercè Rodoreda. Es decir, en catalán. Y la segunda, sin negar el valor intelectual y creativo a la hora de abordar la forma de meditación sobre los fundamentos existenciales que compartimos, le doy más valor a su artesanía de recopilación y síntesis del propio autor a la hora de abordar la vida real en sus relatos y sus citas, que el hablar sobre las aportaciones a la literatura contemporánea de este siglo, desde el género de la autoayuda.

Síntesis:

– ¿Qué título tiene la introducción del libro? Pues así de simple: “La introducción no la lee nunca nadie”. Epígrafe sugerido por su hija que le dio a entender que no dijera nada más. Que la lectura de este libro, fuera como un romance a reflexionar a diario y no la extendiera a más de diez líneas en dos párrafos.

¿Y cuál es el título del primer relato que incita a la reflexión? Allá voy.

1. Soy masoquista. Lo traduzco

Un día, estaba discutiendo con mi mujer y se me ocurrió preguntarle:

– ¿No entiendo como continúas viviendo conmigo si, según tú, siempre digo tonterías a tu lado?

– Es que soy masoquista– respondió ella.

De repente, nos pusimos a reír juntos y, de golpe, la discusión terminó. Al decirme que ella era masoquista, me estaba invitando a no encallarnos ni un segundo más, en aquel conflicto.

Cuando uno es capaz de reírse de aquello que le pasa, la huida emocional se disuelve al instante igual que un terrón de azúcar lo hace dentro de una taza de café.

Estuve a punto de dejar el libro. Sí. Esta es la verdad. Hasta que me hice una pregunta. “¿Por qué arranca justamente desde la ironía o la pura cotidianeidad personal para incitar a la reflexión? Pues bien, aquí viene la respuesta y mi paráfrasis. Segundo relato. Título:

Albert Parareda. El autor.

2. Relaciones y pérdida de tiempo

Deepak Chopra dice “No existe ninguna relación que sea una pérdida de tiempo. Si la relación no te aporta el que deseabas, entonces te enseñará el que necesitas”. Y lo deja sin comentario alguno.

Conclusión: seguí leyendo apasionadamente. ¿Y por qué? Ubicó, a mi entender, su experiencia personal con la del médico y pensador hindú. Desde mi punto de vista -…que no implica que fuera así- bajo su asociación inconsciente como sujeto. A partir de este instante, comprendo su honestidad y su desnudez interior como persona experimentada en el acto del saber-estar-aquí ante el estudio de los ilustrados y las conclusiones de su propia experiencia. De ahora en adelante, lo leería cada vez que, en mí, hubiera una razón fruto del decaimiento o el malestar existencial. Y así lo sigo haciendo, hoy por hoy, y sin días determinados. Es decir, desde la consulta y el goce de la reflexión.

Y para cumplir mi propósito: Tres ejemplos más.

53. Enseñar

“No hay nada más estúpido que enseñar a quien no quiere aprender”. Confucio

49. Hacerlo todo por dinero

Voltaire decía “Aquellos que piensan que con dinero lo pueden todo acaban su vida haciéndolo todo por dinero” y Schopenhauer remata la frase y aduce lo siguiente: La incesante acumulación de posesiones comporta que al final uno acabe poseído por ellas.

Y para finalizar este artículo, posiblemente algo más extendido que lo habitual, nombrar, desde la función aleatoria, la cita siguiente que aviva el adiós partiendo de la buena fe.

64. La sabiduría de Tao

Si tensas el arco más de la cuenta, lamentarás no haberte detenido a tiempo.

Desde el sillón articular donde ahora escribo frente a la pantalla: me detengo. Y bajo la soledad que conlleva la vejez desde el agnosticismo: confieso que esta “biblia” plural, sintética y laica en muchas ocasiones, sin que detrás esté un “profeta” donde exija arrodillarse ante su figura “salvadora”, me sirve para aquello tan sencillo como es: Meditar sobre lo que piensas, sobre lo que dices y sobre lo que haces, basándome sobre lo que otros han pensado, dicho y hecho… y en este caso: escrito.

Van a dar las doce…Feliz Año 2024

¡Y Vivan Despiertos! Hay 365 motivos para hacerlo cuando algún editor de EE.UU se anime a publicarle su libro en la lengua de Gabriel García Márquez o Joseph Brodsky.

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Eduard Reboll Barcelona,(Catalunya)