MADE IN URSS. Dainerys Machado Vento
Kati llevaba una hora y media en aquella oficina del Servicio de Inmigración de Estados Unidos cuando, por fin, la llamaron. Estaba nerviosa. Había recibido la citación para ese encuentro con menos de 48 horas de antelación, algo poco común. De hecho, todo el trámite era poco común. Ya ella había hecho todo lo necesario … Continuado