
Mujer sentada Pero sé que debo hablar de esa puerta, en un hotel para turistas de la calle Cangallo. Recuerdo con nitidez un finísimo rayo de sol y las partículas del aire jugando con la luz. ( Ah el sencillo fulgor de una habitación en penumbras). Estoy sentada sobre un sucio cobertor. … Continuado