El zen, rama del budismo instruida por Bodhidharma, se apoderó de las artes en Japón bajo la plasmación de la mística en todo lo relacionado con la Naturaleza: desde la construcción de los objetos hasta la organización de una casa, algo tan simple como la ceremonia del té, o la arquitectura de un haiku. La línea es el elemento gráfico donde aparece el cuerpo de la idea. La utilizamos para describir el dolor o la felicidad de los contornos. Dunas perfiladas desde un aeroplano, como si fuese Saint Exupery quien las describiera, Fontana quien las rasgara o Soto o Agnes Martín quien instruyera su composición. Son como surcos de un rastrillo. Arenisca fina de un oasis. Líneas onduladas y húmedas que deja quizás una ola, al regresar su espuma hacia el océano. Esta es nuestra representación nipona en la ciudad de las palmas y el sol. Su obra es visible en su estudio de California.
Para interpretar la dirección del trazo y fijar su límite en la hoja. En el arte figurativo su voz es segura y finita. En la abstracción puede fluir y no tener necesariamente ni principio ni final. Puede venir o posarse.
Aparecer o, simplemente, huir con lentitud. Reunirse en otras de su misma especie o constituir al cruzarse una sombra en la obra. Así se organizan las líneas en la obra de Momoko. Su concepto parte de una meditación sobre algún paisaje interior que está sin definir y que se va concretando a medida que la reunión de las mismas se establece. Según las abra, la luz de sus jardines se expande; cuando las junta, lo sinuoso produce unos relieves que vistos desde la altura parecen dunas como las del papel de un sismógrafo. Dunas perfiladas desde un aeroplano, como si fuese Saint Exupery quien las describiera, Fontana quien las rasgara o Soto o Agnes Martin quien instruyera su composición. Son como surcos de un rastrillo. Arenisca fina de un oasis. Líneas onduladas y húmedas que deja quizás una ola, al regresar su espuma hacia el océano. ER
Website de la artista: momokusudo.com